Don Juan Carlos resalt¨® la unidad de Ias Fuerzas Armadas

Los Reyes asistieron el domingo, en Zaragoza, a los actos del 50 aniversario de la creaci¨®n de la Academia General Militar, en su segunda etapa. El rey don Juan Carlos y el ministro del Ej¨¦rcito pronunciaron sendos discursos en los que pusieron de manifiesto los valores que honran a las Fuerzas Armadas.

Los Reyes llegaron a la base a¨¦rea de Zaragoza, a las 11,12 a bordo de un Mistere de la Subsecretar¨ªa de Aviaci¨®n Civil. Fueron recibidos por el ministro del Aire, teniente general Franco; por el jefe de la Tercera Regi¨®n A¨¦rea, teniente general Seibane, y por el gobernador civil de la provincia, Vicente Segrelles. En la Academia fueron recibidos por el vicepresidente, teniente general Guti¨¦rrez Mellado -que acababa de regresar de su viaj e oficial a Francla-, por el ministro del Ej¨¦rcito, teniente general Alvarez-Arenas, y por el director del centro, general Rey. Batallones de caballeros cadetes aspirantes rindieron honores en la plaza de Armas.

Desde una tribuna, los Reyes y autoridades asistieron a una misa de campana. A continuaci¨®n, pronunciaron discursos el director de la Academia y el ministro del Ej¨¦rcito. El director de la Academia, general Rey, resalt¨® el honor que supon¨ªa para el centro la visita del Rey, y record¨® su paso por las aulas, donde ?demostrasteis -dijo- atesorar todas las virtudes militares en su m¨¢s alto nivel". Elogio la labor del primer director de la Academia en la segunda ¨¦poca, el entonces general de brigada Francisco Franco y record¨® la memoria del general Primo de Rivera.

A continuaci¨®n intervino el ministro del Ej¨¦rcito, teniente general Alvarez-Arenas, quien record¨®, en primer lugar, que fue el general Primo de. Rivera quien propuso al rey Alfonso XIII la restauraci¨®n de la Academia General, Militar ?para que en ella se instruyeran y formaran, sobre todo militarmente, los que en su d¨ªa habr¨ªan de ser los cuadros de mando del Ej¨¦rcito, de manera que los oficiales de todas las Armas recibieran una instrucci¨®n com¨²n, que seria sumamente beneficiosa para robustecer el comparierismo y el conocimiento mutuo, base de la acci¨®n conjunta de todas las Armas y Cuerpos del Ej¨¦rcito?.

El ministro record¨® el mando del general Franco en la Academia, as¨ª como la entrega d¨¦ la bandera ordada. por lareina Mar¨ªa Cristina, y se refiri¨® al cierre del centro ordenado en 1931 por el Gobierno de la Rep¨²blica, y en el cual ?Franco dio su ¨²ltima lecci¨®n de milicia?.

Finalmente, don Juan Carlos pronunci¨® un breve discurso en el que dijo, entre otras cosas:

?Siento una gran satisfacci¨®n siempre que vuelvo a la Academia, pues aqu¨ª fue donde viv¨ª los primeros a?os, los que nunca se olvidan, de mi vocaci¨®n militar, donde experiment¨¦ las primeras impresiones del amor a la Patria, del cultoal honor del valor de sacrificio y de calor del compa?erismo?.

Se refiri¨® a continuaci¨®n al 50 aniversario del nacimiento del centro y tuvo palabras de recuerdo y de homenaje a su creador, el general primo de Rivera, y a su primer director, el general Franco. ?Otra gran alegr¨ªa para vuestro Rey -dijo m¨¢s adelante- es com probar, al veros aqu¨ª reunidos, que en la oficialidad del Ej¨¦rcito no hay fisuras generacionales, ni siquiera espirituales. Que, con las naturales diferencias de edad y responsabilidad, la misma emoci¨®n patri¨®tica nos embarga a todos y el mismo esp¨ªritu de servicio anima al general y al cadete?.

Exhort¨® m¨¢s adelante a los cadetes a aprovechar los a?os de formaci¨®n. ?Sea cual sea el puesto que os corresponda el d¨ªa de ma?ana -dijo-, estoy seguro que Espa?a os va, a exigir cada vez m¨¢s, y os reclamar¨¢ una mayor eficacia. Estoy convencido de que superaremos estos a?os de prueba, y, tambi¨¦n, que entre todos seremos capaces de ofrecer a la naci¨®n espanola el Ej¨¦rcito que necesita en cada ocasi¨®n hist¨®rica y que responder¨¢ a la heroica y honrosa tradici¨®n a la que ten¨¦is obligaci¨®n de ser fieles?.

Habl¨®, finalmente, del compa?erismo logrado en la Academia General que ?debe servir de ejemplo y, de gu¨ªa en la ¨ªntima compenetraci¨®n existente entre las Fuerzas Armadas, y que ha de desarrollarse cada vez en m¨¢s aspectos humanos y organizativos. Esta nuestra uni¨®n es indispensable Para lograr la debida fortaleza de nuestros Ej¨¦rcitos.?

Ofrenda floral y visita al Pilar

Tras el discurso del Rey, se realiz¨® la ofrenda a los Ca¨ªdos, depos¨ªt¨¢ndose una corona de laurel ante el monolito que se levanta a la entrada del patio de Armas. Seguidamente, se realiz¨® un homenaje al general Primo de Rivera, ante el busto de bronce levantado como inspiradorde la fundaci¨®n del centro. Por ¨²ltimo, los cadetes desfilaron ante los Reyes. Los actos de la Academia General Militar concluyeron con una comida de hermandad. Por la tarde, los Reyes se trasladaron a la bas¨ªlica del El Pilar para orar ante la imagen de la Virgen, y, en el camar¨ªn, escucharon unas palabras de monse?or Cantero Cuadrado. A ¨²ltima hora de la tarde regresaron por v¨ªa a¨¦rea a Madrid.