Los Ni?os de Dios, a la conquista de la calle
Ultimamente se ve por distintos puntos de Madrid a unos j¨®venes que recorren las calles y los andenes del Metro para dedicar una palabra de amor a las personas con quienes se cruzan y darles tambi¨¦n, a cambio de la voluntad, unas hojitas impresas con la palabra de Mois¨¦s David, el fundador de lo que ellos llaman un movimiento cristiano, una familia internacional cristiana, Los Ni?os de Dios.
Dos cad¨¢veres hallados en la ciudad belga de Namur pusieron en candelero en Europa a Los Ni?os de Dios. En diciembre del 75 fue encontrado muerto el joven Jean Paul Meurice, de veinti¨²n a?os, y en febrero del 76 se descubri¨® tambi¨¦n muerto a Michel Piersotte, de veinte a?os. Se dijo que eran de Los Ni?os de Dios. Su muerte no se ha esclarecido. Presentaban s¨ªntomas de haber sufrido sus v¨ªsceras una fuerte compresi¨®n contra la columna vertebral, a pesar de que no se advert¨ªan se?ales exta?as de violencia. El caso se consider¨® un doble crimen. Se especul¨® con que hab¨ªan sido asesinados por sus propios compa?eros de secta para impedirles que abandonaran ¨¦sta.
Los miembros de este movimiento con quienes hemos hablado en Madrid niegantal posibilidad. ?C¨®mo son estos j¨®venes en Madrid?
Reuniones, en el Retiro
Los s¨¢bados, a eso de las cinco o las seis de la tarde, Los Ni?os de Dios y sus simpatizantes se re¨²nen en el parque del Retiro, junto al palacio de Cristal, al pie de su escalinata y al lado de un buc¨®lico lago.
Los Ni?os de Dios, j¨®venes entre los quince y veintitantos a?os, conversan entre s¨ª, leen y comentan la Biblia o los impresos que edita Mois¨¦s David, o cantan por grupos, al son de sus guitarras, canciones de amor y paz. En todos los rostros luce la misma sonrisa beat¨ªfica, como de muchachos excelentes que, verdaderamente, s¨®lo desearan amor a Dios y a su pr¨®jimo. Por cualquier nimiedad te dicen gracias, o te queremos mucho, o Jes¨²s te ama. Podr¨ªa decirse, a simple vista, que son deliciosamente amables, casi hasta empalagar.
Si usted quiere ponerse en contacto con estos j¨®venes para conocerles m¨¢s a fondo, sepa que no puede localizarlos en un domicilio social: no tienen. Para cualquier tipo de comunicaci¨®n con ellos hay que irse al Retiro los s¨¢bados o entablar conversaci¨®n en plena calle. O bien escribir a un apartado de Correos, que, en Madrid, es el que corresponde a Royal Dave 14.353.
Desde USA con amor
Los Ni?os de Dios llegaron a Espa?a hace unos tres a?os.
Si se pregunta a cualquier muchacho o muchacha de los que reparten folletos por la calle, s¨®lo se consigue una sonrisa, una palabra amable y unas cuantas evasivas al tema central.
El portavoz, delegado al efecto, en cambio, ya es m¨¢s expl¨ªcito: ?Una cuesti¨®n como esta de hablar a la prensa se suele consultar entre todos. De ese consejo sale la persona indicada para ser el port¨¢voz. Puede suceder que esa persona tenga que viajar a algunas ciudades para establecer contacto con otras colonias y se produzca un retraso en la infor.maci¨®n. Pero eso es todo?, explica Gabriel, joven norteamericano y portavoz que nos ha correspondido.
Y luego pasa a la exposici¨®n de datos:
?Mois¨¦s David, cuyo nombre antiguo era el de David Berg, que hoy tiene 57 a?os y cuatro hijos, y que era pastor de la Alianza Cristiana, fue el fundador de Los Ni?os de Dios, en California (USA), en 1968. El quiso iniciar a sus hijos a seguir a Jes¨²s seg¨²n la Biblia. Viajaba con ellos, de pueblo en pueblo, haciendo apostolado. Cuando sus hijos eran ya adolescentes, en 1968, un d¨ªa encontraron a otro joven que les pregunt¨® si pod¨ªa ir con ellos, y Mois¨¦s David lo admiti¨® porque vio que era sincero. Viv¨ªan de las ayudas de la gente con la que realizaban apostolado. Poco a poco se les fueron uniendo m¨¢s j¨®venes y Mois¨¦s David se pregunt¨® c¨®mo iban a poder vivir. Encontr¨® la respuesta en la Biblia: como los cristianos primitivos, seg¨²n relatan los hechos de los Ap¨®stoles, en comunidades.?
Llegaron a Espa?a, ?entre los setenta pa¨ªses en que hoy est¨¢n establecidos, sumando un n¨²mero aproximado de 5 ¨® 6.000 hermanos?, seg¨²n precisa el joven norteamericano Gabriel, que un d¨ªa, cuando buscaba una raz¨®n para su vida, encontr¨® a varios miembros de esta familia y se uni¨® a ellos, dejando en el olvido su ejercicio profesional como licenciado en Filosof¨ªa y Letras, y dedic¨¢ndose exclusivamente al apostolado.
Manera de vida
La base de este movimiento o ?manera de vida? -corno ellos dicen- est¨¢ en la religi¨®n cristiana, ?m¨¢s cerca del catolicismo -que del protestantismo ?. Creen en las leyes de Mois¨¦s, ?pero Jes¨²s dijo que todo eso se cumpl¨ªa en el amor a Dios y al pr¨®jimo?.
Los Ni?os de Dios tienden a vivir en comunidades o colonias, y en Espa?a las tienen en Canarias, Barcelona, Valencia, Sevilla y Madrid. Pero tambi¨¦n son Ni?os de Dios los hermanos que residen con sus familias o independientemente, los cuales construyen las catacumbas del movimiento.
Para vivir en colonias se preci sa ser mayor de edad o tener permiso paterno.
La vida en la colonia -una vivienda alquilada, pues no tienen propiedades inmobiliarias, al menos en Madrid- se nutre, econ¨®micamente, de la venta de folletos y de la venta de discos grabados con voces corales de los propios, Ni?os de Dios o de artistas m¨¢s o menos famosos que, colabor¨¢n con ellos, la ayuda de los padres de los j¨®venes integrados en la familia, "que se muestran muy contentos al ver que sus hijos son felices? -dice Gabriel-, y la ayuda de algunos de los integrantes de la colonia, que trabajan, si bien la mayor parte de ellos se dedica, exclusivamente al apostolado.
En las colonias se comparte todo, a excepci¨®n de la relaci¨®n sexual entre los miembros no casados. En cada colonia suele haber un matrimonio, por lo menos.
Aunque no tienen vinculaci¨®n con ninguna otra religi¨®n, a veces colaboran con la cat¨®lica, especialmente en Espa?a.
Aunque huyen de las normas convencionales, han arbitrado unajerarquizaci¨®n propia.
La cabeza suprema es Jesucristo -dicen- Pero en la Tierra, la cabeza suprema es Mois¨¦s David. La escala jer¨¢rquica, de abajo a arriba, est¨¢ formada por los pastores, los pastores relgionales, los obispos y los arzobispos.
Cada colonia tiene un pastor. Este suele ser elegido por los miembros de la misma y se busca que sea, principalmente, una persona responsable. Generalmente, el pastor ust¨¢ casado.
Tampoco tienen actos lit¨²rgicos, con una excepcion: comulgan. Esta comuni¨®n se efect¨²a con car¨¢cter de conmemoraci¨®n del reparto de pan por Jesucristo a sus Ap¨®stoles. As¨ª, el pastor de la colonia toma un pan normal y corriente y hace trozos, que reparte a los dem¨¢s hermanos. Tal acto puede repetirse al d¨ªa cuantas veces se desee.
Por otra parte, como la procedencia religiosa de Los Ni?os de Dios es muy diversa, cada uno es libre de asistir o no a los cultos propios de la religi¨®n a quepertenecia. Una joven espa?ola nos dec¨ªa que ella, antes, iba mucho a misa, que era de comuni¨®n diaria, etc¨¦tera, pero no encontraba ?la verdadera uni¨®n que ella anhelaba entre los chicos y chicas cat¨®licos con los que sol¨ªa tratar?, y precisa: ?Esta uni¨®n la he encontrado aqu¨ª. Ahora, cuando asisto a una iglesia cat¨®lica y oigo misa o comulgo, lo hago de otra forma.?
Su actividad ritu¨¢l, aparte lo dicho, queda configurada por la oraci¨®n -individual o colectiva y sin sometimiento a normativu fija- y la memorizaci¨®n, de versiculos de la, Biblia.
El esquema organizativo queda perfilado -seg¨²n nos dicen- por criterios de independencia local, a tenor de las peculiaridades de cada uno de los lugares donde se instalan. ?De Mois¨¦s David s¨®lo se reciben ep¨ªstolas y los folletos destinados a la difusi¨®n.?
Como el n¨²mero de hermanos aumenta, Los Ni?os de Dios se han planteado la necesidad de e ducar a sus hijos dentro de los fundamentos de vida que ellos siguen. Por tanto, una de sus preocupaciones m¨¢s hondas es la de crear escuelas propias. En Madrid, dentro de unos meses, contar¨¢n con una, la primera, y a ella podr¨¢n asistir tambi¨¦n otros ni?os que no pertenezcan a la familia.
Apol¨ªticos
Se dicen apol¨ªticos, ?aunque no podemos dejar de admirar a algunos l¨ªderes que nos ayudan a ayudar a los dem¨¢s, como Indira Gandhi o Jimmy Carter. Lo m¨¢s dif¨ªcil para nosotros es ir a pa¨ªses comunistas, aunque estamos en algunos, como Yugoslavia o Polonia?.
Dicen que ?para cambiar el mundo hay que cambiar el coraz¨®n del hombre, y que hay que llevar a los hombres el mensaje del amor entendido c¨®mo igualar la vida de los hombres. Repartir. Compartir?.
Ante disyuntivas como capitalista o socialista, conservador o revolucionario, derecha o izquierda, se sonr¨ªen y dicen que est¨¢n por el pueblo. ?Queremos lo mejor para el pueblo. Seg¨²n los sitios, unas cosas son mejor que otras para el pueblo.?
Ante una elecci¨®n entre Allende y Pinochet, se quedan con el primero. Entre Fidel Castro y John F. Kennedy, tomar¨ªan de aquel ?lo que est¨¢ haciendo por el pueblo?. y de ¨¦ste ?sus ideas sobre Dios ?.
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