Hugh Thomas estudia ahora el fen¨®meno de Venezuela

Hugh Thomas ya no es profesor universitario. El historiador de la guerra civil espa?ola es ahora lo que los ingleses llaman un escritor independiente, una definici¨®n que no tiene ning¨²n contenido pol¨ªtico, aunque en el caso de Thomas en este momento podr¨ªa adjudic¨¢rsele tal significado.El ex profesor de la Universidad de Reading, ha dejado recientemente el partido al que siempre perteneci¨®, el laborista, para integrase en este terreno de nadie en el que militan, sin l¨ªderes, los brit¨¢nicos que estiman, como Thomas, que ?el partido laborista ha abandonado por completo cualquier intento de crear un movimiento independiente de los sindicatos?. Su decepci¨®n laborista cristaliz¨® cuando Roy Jenins, el hombre al que m¨¢s admiraba dentro del partido, parti¨® para Bruselas, a presidir la comisi¨®n de la CEE. Ahora, fallecido Anthony Crosland, el otro intelectual socialdem¨®crata de la organizaci¨®n laborista, los personajes como Hugh Thomas han perdido a¨²n m¨¢s su fe en una reconstrucci¨®n laborista en el sentido centrista que ellos prefieren.

Cuando se habla de Thomas en espa?ol, el tema que primero surge sigue siendo la guerra civil, aunque este escritor independiente empieza a preferir el tratamiento de la actualidad espa?ola. ?Yo no creo que vuelva sobre la historia de la guerra civil, tras la reedici¨®n corregida y aumentada que acaba de aparecer tanto en Inglaterra como en Espa?a. Creo que ya est¨¢ casi todo dicho, por lo que a mi respecta. Supongo que lo que queda sin publicar formar¨¢ parte alg¨²n d¨ªa de algunos ensayos, con m¨¢s perspectiva a¨²n, sobre lo que fue la guerra civil en su contexto, pero no me parece que sea precisa otra edici¨®n de este mismo libro.?

Desde 1961, fecha en que se public¨® por primera vez, La guerra civil espa?ola ha sido una fuente consiante de pol¨¦micas. Para Thomas, estos diecis¨¦is a?os han sido de aprendizaje. Por eso, ?mi impresi¨®n es que los or¨ªgenes de la guerra est¨¢n mejor tratados en esta ¨²ltima edici¨®n, porque desde 1961 hasta ahora he podido seguir consultando archivos, como los del Quai d'Orsay, en Par¨ªs; he le¨ªdo memorias, y he tenido ocasi¨®n de recoger otros materiales de primera mano. As¨ª que de alguna manera La guerra civil espa?ola ha quedado de verdad reestructurada?.

Thomas, considera que de todos los personajes de la guerra civil que ¨¦l ha estudiado ?Aza?a es el m¨¢s impresionante. Es una clave para todos los historiadores, porque nos da la impresi¨®n personal de un verdadero hombre de estado sobre la tragedia que estaba viviendo. Creo que sus memorias son el ¨²nico diario pol¨ªtico hecho por un espa?ol desde que J¨®vellanos escribi¨® sus comentarios.?

Por otro lado, un reflejo de que ya Espa?a ?no debe verse con los ojos de la guerra? est¨¢ en el cambio operado por la historia en protagonistas de aquel acontecimiento. ?Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Robles, dice Hugh Thomas, es una persona completamente distinta ahora a la que yo estudi¨¦ en mi trabajo.?

La Espa?a de hoy

La ¨¦poca tambi¨¦n es distinta. ?Creo que la Espa?a de hoy es una Espa?a madura. Es muy diferente a la de la preguerra. Esta es una Espa?a que detesta la demagogia, los discursos magn¨ªficos, la ret¨®rica. La de su generaci¨®n -nos dice- es una Espa?a que va al grano.??Qu¨¦ va a pasar en el futuro?, le preguntamos al historiador. ?Por fin eso lo podr¨¢n decir las urnas y no los comentaristas. Todo el mundo anda diciendo por ah¨ª yo soy, Espa?a, yo represento el verdadero sentimiento de los espa?oles. Esas expresiones van a ser derrotadas en las elecciones que espero que ustedes tengan este mismo verano. Supongo que la violencia no se extirpar¨¢ de inmediato, pero ¨¦sto parece inevitable en una transici¨®n como la que se vive. Lo m¨¢s dif¨ªcil de resolver ser¨¢ el tema de las regiones. Creo que una soluci¨®n autonomista es lo que le conviene a Espa?a. Por ejemplo, no creo que haya demasiada gente en el Pa¨ªs Vasco, que hable de la necesidad de una independencia total. A mi me parece que una Espa?a de regiones podr¨ªa ser una Espa?a fuerte, mientras que una Espa?a de naciones podr¨ªa debilitarse considerablemente.?

Una tentaci¨®n f¨¢cil que se le ha propuesto a Thomas es el estudio de la figura de Franco, que en Gran Breta?a ha tenido a varios bi¨®grafos, con suerte desigual ?S¨ª, he pensado en un estudio sobre Franco, pero no acerca del personaje en s¨ª, del que tan poco se sabe, sino de la ¨¦poca interna cional en la que vivi¨®. Yo creo que si para Espa?a la ¨¦poca de la p¨¦rdida de Cuba marc¨® un per¨ªodo hist¨®rico cr¨ªtico, la presencia de Franco marc¨® tambi¨¦n un hito en la recuperaci¨®n de su pa¨ªs. Me parece que es necesario aceptar eso, conceder que ¨¦l ha jugado un papel fundamental muy ¨¢gil, sobre todo de cara a las relaciones internacionales.?

El historiador de Cuba y de la guerra civil espa?ola, tiene ahora puestos sus cinco sentidos en Venezuela. Por una vez, su tema va a ser optimista, seg¨²n su propio criterio. ?Quiero estudiar el proceso democr¨¢tico de Venezuela, investigar sobre las condiciones que se han dado para que un pa¨ªs que hace s¨®lo una generaci¨®n era el pa¨ªs de Am¨¦rica del Sur con menos libertades democr¨¢ticas sea ahora el ejemplo democr¨¢tico de aquel continente. Sin duda, Venezuela es en este momento, el pa¨ªs m¨¢s estable y m¨¢s fijo de Am¨¦rica del Sur. Y no ha sido s¨®lo el petr¨®leo el que ha cambiado el car¨¢cter de esa naci¨®n, sino personajes decisivos, de primer rango, como por ejemplo R¨®mulo Bethencourt.?

Thomas no se resiste a dar su pron¨®stico electoral espa?ol. ?Veo dos grupos, uno de la izquierda, en el que se alinean Gonz¨¢lez, Tierno y Carrillo, otro del centro-derecha, en el que est¨¢n Cabanillas y Areil?a. No se cu¨¢l ser¨¢ el futuro de Alianza Popular, porque tengo la impresi¨®n, por lo que lo conozco, que Fraga es m¨¢s de centro que de derechas, y no se cuantos a?os va a durar con sus actuales aliados. Para m¨ª la Alianza Popular ha sido, una sorpresa. No se por qu¨¦ Fraga se ha salido con esta Alianza. Yo creo que ¨¦l quiere mandar y que todo es un reflejo de un problema de personalidades. De todos modos, el hecho que hay que destacar es la determinaci¨®n del Gobierno de la monarqu¨ªa de garantizar unas elecciones libres y limpias, de las que salga un gobierno capaz de frenar la peligrosidad de la situaci¨®n actual?.

A las elecciones, dice Thomas, que ya se levanta de la mesa gigante que ocupa en su casa de un barrio residencial de Londres, rodeado de fichas venezolanas, cubanas y espa?olas, ?tendr¨¢ que participar el Partido Comunista de Carrillo, porque si no jam¨¢s se va a saber cu¨¢l es su fuerza real. Parte del poder¨ªo que parece tener el PCE es culpa de Franco, que lo coloc¨® es una posici¨®n ilegal de tanto privilegio?.

En su propio pa¨ªs, Thomas ve la posibilidad de que la izquierda reduzca pronto su influencia social y habla con notable esperanza de la posibilidad de que surja un gran partido de centro en el que ¨¦l se sentir¨ªa muy feliz.