Un proyecto de quiniela taurina
Los empresarios taurinos ten¨ªan puestas sus ilusiones en la ?quiniela taurina?. Hab¨ªan avanzado mucho en sus gestiones y abrigaban la esperanza de que ya entrar¨ªa en vigor en esta temporada que empezar¨¢ en breve. Sin embargo, la Administraci¨®n, a¨²n no ha dado su conformidad.Desconocemos las particularidades del proyecto de quiniela que propon¨ªan los, empresarios, pero ahora nos llega otro -?o quiz¨¢ el mismo?- que nos remite su autor, Vicente Charro S¨¢nchez-Tabernero, abogado y economista, encargado de c¨¢tedra de la Universidad de Valladolid. Este proyecto ha sido legalmente inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual.
Prev¨¦ variantes, en raz¨®n al n¨²mero de toreros (concretamente, novilleros) o al n¨²mero de festejos que podr¨ªan recogerse en el boleto correspondiente a cada jornada. Y tambi¨¦n el de signos.. Una de ellas es, por ejemplo, siete novilleros seleccionados entre otros tantos festejos, con distinci¨®n de resultados en el primero y segundo novillo, lo que hace un total de catorce resultados. Los signos ser¨ªan 1 y 2, que expresan el n¨²mero de orejas cortadas, y X sino hubo trofeos.
Propone la distribuci¨®n de ingresos de la siguiente forma: 55 % para premios, 12% de administraci¨®n, 5 % autores y 28% de obras ben¨¦ficas. Y calcula que si la temporada quiniel¨ªstica transcurre entre el 29 de junio (San Pedro) y el 21 de septiembre (San Mateo), con doce jornadas, la recaudaci¨®n aproximada podr¨ªa ser de unos 3.000 millones de pesetas.
Es un estudio interesante, muy concienzudo, cient¨ªficamente v¨¢lido y con amplia casu¨ªstica, que deber¨ªa ser. conocido por los valedores de la f¨®rmula quiniel¨ªstica en el mundillo taurino. Por nuestra parte, no obstante, le vemos el inconveniente ya apuntado otras veces en estas mismas p¨¢ginas: el escaso (o al menos discutible) rigor que hay en el resultado art¨ªstico de una corrida de toros. En el f¨²tbol la quiniela es, en lo que cabe irreprochable, pues, su m¨¢s importante factor es el gol, que se produce sin intervenci¨®n alguna del p¨²blico. Once hombres juegan contra otros once con este ¨²ltimo objetivo.
En los toros, en cambio, la oreja (es decir, el gol taurino) se produce por una concurrencia de circunstancias dispares; aunque el presidente es el ¨²nico encargado de otorgarla formalmente, la soberan¨ªa la tiene el p¨²blico, que la pide por aprecia ciones subjetivas, a veces (y no pocas), por razones que no tienen que ver con el desarrollo t¨¦cnico y art¨ªstico de la lidia. Si a estos factores, Por lo com¨²n emocionales, se a?adiese el inter¨¦s de la quiniela, la corrida de toros podr¨ªa verse abocada a un puro desprop¨®sito Quiz¨¢ lo que se ganara en ingresos se perdiese en autenticidad. Y est¨¢ muy claro que la crisis del toreo se ha producido precisamente por la progresiva falta de autenticidad que ha venido ofreciendo durante a?os.
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