YMCA: flecos de un esc¨¢ndalo financiero
El motivo principal de esta vuelta a la actualidad de la Young Mens Christian Association, comenz¨® hace unos cuatro meses, a partir del momento en que numerosos ex socios empezaron a recibir cartas de una financiera, Fiberica SA, por las que se les exig¨ªa el pago de unas letras protestadas y firmadas el d¨ªa en que estos socios, cuyo n¨²mero se calcula "en m¨¢s de mil, decidieron ingresar ?en algo m¨¢s que un club deportivo ?.Las personas que se pusieron en contacto con la citada financiera ante el temor anunciado en las cartas ?de que se inicien las acciones judiciales correspondientes con los gastos y tasas judiciales a ello inherentes?, se encontraron con grandes facilidades para realizar el pago de las letras ya protestadas o de otras nuevas, si era ese su deseo. Las razones explicadas por la mayor¨ªa de los antiguos socios para no pagar no encontraron respuesta. ?Ellos aceptaron las letras y por tanto tenemos derecho a cobrarles. Lo ¨²nico que pueden hacer es pagarnos y reclamar a YMCA?, manifest¨® a EL PA?S el director de la citada financiera, se?or Del Campo.
Estas razones eran y son las siguientes: la Asociaci¨®n Cristiana de J¨®venes (YMCA), creada en 1969 en Espa?a ?para la organizaci¨®n de actividades deportivas, sociales y culturales, cuidando especialmente con respecto a j¨®venes y menores que tengan un contenido formativo y educacional con base cristiana ecum¨¦nica?, comenz¨® una campa?a de publicidad que en 1974 llegaba a numerosas empresas de ¨¢mbito nacional e internacional. La organizaci¨®n, avalada por entidades en 82 pa¨ªses, 9.000 unidades polideportivas y seis millones de socios, ofrec¨ªa instalaciones deportivas, programas culturales, y un largo etc¨¦tera de medios de distracci¨®n, recreo y formaci¨®n en los once locales existentes de YMCA, no s¨®lo en Madrid, sino tambi¨¦n en distintas localidades de la provincia.
Cuota de mantenimiento
El precio del t¨ªtulo patrimonial ?v¨¢lido para toda la familia? ascend¨ªa a 66.000 pesetas, a pagar en letras de 1.500 pesetas por mes, sin entrada. Posteriormente, las cl¨¢usulas de pago cambiaban a 38 letras de 1.850 y una entrada de, 3.700 pesetas m¨¢s. Como reclamo para captar socios, aceptar estas condiciones hasta el 1 de julio de 1974, conllevaba ?quedar exento del pago de la cuota de mantenimiento durante 38 meses, que es el per¨ªodo de pago del patrimonio?.Esta condici¨®n beneficiosa para los nuevos socios se alarga hasta el mes de agosto, fecha en que se comienza a cobrar una cantidad de cuatrocientas pesetas a los que se inscriben desde entonces.
Sin embargo, en carta fechada el 21 de diciembre del mismo, a?o y enviada a los socios, se les comunica que debido a que ?durante el presente a?o se han agravado nuestras dificultades financieras, hasta el punto de que en estos momentos tenemos que hacer frente a una situaci¨®n enormemente delicada?, se ha decidido en asamblea extraordinaria celebrada cuatro d¨ªas antes tomar el acuerdo, ratificado posteriormente por la junta directiva, ?de implantar a partir del 1 de enero de 1975 una tasa de mantenimiento de seiscientas pesetas por familia ?.
Dicha junta directiva, entonces formada por. el actual presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez, e integrada por Enrique Thomas de Carranza, como vicepresidente, V¨ªctor Mar¨ªa Tarruella, yerno de Lucas Mar¨ªa Oriol y consejero del peri¨®dico Nuevo Diario, Juan Gich, entonces delegado nacional de Educaci¨®n F¨ªsica y Deportes, Enrique Miret Magdalena, Jos¨¦ Antonio Sobrino S. J., Jos¨¦ Galeote, y otros, tienen que hacer frente a la protesta de numerosos socios que no aceptan esta tasa, ?de la que hab¨ªamos quedado eximidos a la entrada en el club?.
Nuevas asambleas
Ante la grave situaci¨®n econ¨®mica, y la necesidad del. club de cobrar la tasa de mantenimiento como principal fuente de ingresos, se celebran nuevas asambleas, el 11 de abril de 1975, y el 6 de mayo del mismo a?o, donde se tratan dos propuestas: admitir la tasa de seiscientas pesetas al mes o dejar al socio en libertad de elegir otra cuota de cuatrocientas pesetas-mes y pago de ticket de entrada a los centros de YMCA por un valor de veinte pesetas persona y d¨ªa. En el acta firmada de la ¨²ltima de las asambleas citadas figura como aprobada por el 73 % de los socios electores la primera de las propuestas. La comisi¨®n especial surgida para estudiar el tema, confecciona adem¨¢s, y en vista del des¨¢nimo existente, las siguientes opciones para los socios: darse de baja de YMCA, en carg¨¢ndose ¨¦sta de la venta del t¨ªtulo, seg¨²n las posibilidades del mercado y por riguroso orden de pedido, congelar la participaci¨®n por per¨ªodos completos de un a?o y, en tercer lugar, la suma de las dos posibilidades anteriores, congelando la participaci¨®n hasta el momento de la venta.
Desmoronamiento del club
A partir de esa fecha, los socios comienzan a darse de baja, unos mediante la petici¨®n a la asociaci¨®n de la venta de su t¨ªtulo provisional, otros, la mayor¨ªa, a trav¨¦s de una carta a sus respectivos bancos en los que se ruega no hacer efectivo el pago de las letras ?por incumplimiento de las condiciones del contrato ?.La junta directiva, presidida por Luis Angel de la Viuda, que hab¨ªa sustituido a Adolfo Su¨¢rez, convoca una asamblea el 28 de febrero del pasado a?o. En ella participaron unos seiscientos socios, ¨²nicos que de los 3.000 existentes ten¨ªan al d¨ªa el pago de sus cuotas. En dicha asamblea se tomaron diversos acuerdos entre los que destacaban tres en su relaci¨®n con la situaci¨®n actual: aumento de la tasa de mantenimiento a mil pesetas mensuales, ?los socios que durante tres meses no hagan frente al pago de las letras ser¨¢n dados autom¨¢ticamente de baja, perdiendo todos los derechos adquiridos?, y entender como voluntaria la baja de aquellos socios que tuvieran tres meses de falta de pago en la tasa de mantenimiento?. En la misma reuni¨®n, y seg¨²n inform¨® d¨ªas, despu¨¦s la revista Dobl¨®n (13-3-76), se habl¨® de un contrato firmado hac¨ªa tiempo con una sociedad, Corporaci¨®n Europea de Marketing, para la captaci¨®n de nuevos socios. Esta sociedad, en cuya junta de constituci¨®n figuraban V¨ªctor Mar¨ªa Tarruella y Jos¨¦ Galeote, integrantes, asi mismo, de la junta directiva de YMCA, recib¨ªa un 3,5 % en concepto de comisiones y un 40 % en otros conceptos ?nunca claramente explicados?, seg¨²n se public¨® en algunos medios de informaci¨®n.
Protestas de los socios
?Esta asamblea nos llev¨® a muchos a dejar YMCA, ya que no ve¨ªamos, claro nada de lo que se nos hab¨ªa prometido.? ?Quise vender mi t¨ªtulo y me dijeron que lo enviara junto a las fotocopias de las letras y el carnet. Lo mand¨¦ todo y no he vuelto a ver un duro.? ?Yo pagu¨¦ durante dos a?os hasta que en vista que no me serv¨ªa de mucho, fui a la oficina de YMCA, en la calle de Vel¨¢zquez. All¨ª me dijeron que se hab¨ªan ido y nadie sab¨ªa d¨®nde estaban las nuevas oficinas. Hace seis meses me llamaron de YMCASUR y me dijeron que si pagaba el resto de las letras no me cobrar¨ªan recargo. Les dije que quer¨ªa vender mi t¨ªtulo provisional, aunque todav¨ªa no me lo hab¨ªan enviado, y desde entonces no he vuelto a saber nada sobre el asunto.? Estas y otras manifestaciones similares fueron comunicadas a EL PAIS en el transcurso de una mesa redonda con algunos de los socios afectados. Problemas como el de no recibir el t¨ªtulo Provisional, de ver irrealizada la venta del citado t¨ªtulo o el de dejar de pagar ?sin que me hayan llamado nunca por ese motivo.?, no son los m¨¢s frecuentes. A parecer, lo normal es que los socios que abandonan YMCA, dando por perdido el dinero entregado, hayan recibido ahora la orden de pago de las letras que les restaba para adquirir el t¨ªtulo.El pasado d¨ªa 16 del mes de enero, un anuncio en EL PAIS solicitaba informaci¨®n de las personas que tuvieran alg¨²n problema con YMCA-Espa?a. Desde entonces, un peque?o grupo de socios ha rec¨ªbid¨® cerca de doscientas cartas en las que la mayoria se encuentra en la mis ma situaci¨®n. ?Hace unos meses, en noviembre, recib¨ª una carta de una financiera que se llama Fiberica. Me dec¨ªan que si no pagaba las letras que deb¨ªa, sobre el asunto YMCA, podr¨ªa hasta ser embargado. Yo, como tantos otros, que est¨¢bamos exentos de pagar la cuota de mantenimiento, me acog¨ª a una opci¨®n, aprobada en una asamblea que se celebr¨® el 28 de febrero de 1976, por la que si no pagaba durante tres meses se me daba de baja. Desde entonces no he tenido ninguna relaci¨®n con YMCA, hasta ahora que me dicen esto?, manifest¨® uno de los socios que forman el 60 % de los que no pagaron desde aquella fecha.
La financiera Fiberica, creada en 1968, firm¨®, seg¨²n manifest¨® su director a EL PAIS, un contrato con Corporaci¨®n, Europea de Marketing hace unos tres a?os. ?Un a?o despu¨¦s empezamos a soportar unas deducciones ?mpresionantes, ya que ha habido ¨¦pocas en las que no han pagado hasta un 90 % de los socios.? Al parecer, el capital en letras ascendi¨® entre Fiber¨ªca y Serv¨ªsa, sociedad. fundada como financiera por las mismas personas que crearon Fiberica, a unos cuarenta millones de pesetas. ?Actualmente tenemos, unos once millones de pesetas pendientes de pago y otros nueve en papel devuelto. Como comprender¨¢, y lo que quiero es que vengan a verme, que lleguemos a un acuerdo y como no podemos perdonar y resignarnos a perder el dinero, que paguen, ya que el que acepta una letra debe pagarla. ?
Entretanto, las ?acciones judiciales correspondientes? han comenzado a realizarse para algunos socios. El n¨²mero de demandas conocidas ascend¨ªa, seg¨²n las ¨²ltimas informaciones, a veinticinco y once personas hab¨ªan sido embargadas.
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