Origen y desarrollo del feudalismo

Pasados apenas cuatro meses desde la aparici¨®n de la edici¨®n espa?ola del libro de Duby, ha sido necesario ofrecer a los lectores la segunda edici¨®n de la obra. Cabe preguntarse por qu¨¦.No es dif¨ªcil dar una respuesta. En esta obra de G. Duby el lector encuentra una explicaci¨®n al apasionante problema de la formaci¨®n de la sociedad feudal. Esa explicaci¨®n se ofrece, adem¨¢s, sin el aparato erudito que habitualmente hace enojosa la lectura de temas hist¨®ricos.

Aclaremos ya nuestro punto de vista al respecto: G. Duby, claro est¨¢, lo comparte, su libro es la prueba.

No existe la ?historia as¨¦ptica? (ni la historia, ni las otras ciencias humanas), no existe ?la historia erudita?, fr¨ªa y destinada a mostrar, a describir, separada de una problem¨¢tica, de una ideolog¨ªa. Quienes dicen practicar esta histo ria se enganan a s¨ª mismos.

La historia debe ofrecer una explicaci¨®n, dar una respuesta a una problem¨¢tica. G. Duby lo sabe, lo hace.

S¨ªntesis

Llama ¨¦l a este libro: ensayo. Dir¨ªamos mejor que es una s¨ªntesis reflexiva construida sobre la base de un enorme conocimiento del tema, de una impresionante erudici¨®n (de la que puede prescindir en la hora de la reflexi¨®n).Ya en la primera p¨¢gina G. Duby ubica los t¨¦rminos de la problem¨¢tica que abordar¨¢. M¨¢s que una historia econ¨®mica quiere reflexionar sobre una evoluci¨®n muy amplia, cuyo mecanismo intenta poner en descubierto. Lo har¨¢ adem¨¢s a partir del terreno que mejor conoce: la historia del mundo rural franc¨¦s. Sin embargo, el ¨¢rea geogr¨¢fica que en realidad abarca su estudio es la que cubri¨® ?el cristianismo de rito latino?, por lo que queda incorporada la que llama ?Europa salvaje?; la germano-eslava, que se identifica con la dominada por los ?b¨¢rbaros?, zona de inmadurez, de juventud, de acceso progresivo a las formas superiores de la civilizaci¨®n. A ella se enfrenta otra zona de incultura (concepto que se opone al desarro llo de las ¨¢reas dominadas por Bizancio y el Islam), la dominada por la decrepitud, en la que acaban de degradarse las supervivencias de la civilizaci¨®n romana, la zona mediterr¨¢nea.

Entre ambas, entre esos dos mundos, se sit¨²a la zona formada por la cuenca parisiense las orillas del canal de la Mancha, Borgo?a, Alemania y Baviera, ?en la que se da m¨¢s activamente que en otraspartes el contacto entre las fuerzas j¨®venes de la barbarie y los restos del romanismo?.

Tambi¨¦n aclara el autor que para comprender la sociedad de los primeros siglos medievales, sobre todo cuando se refiere a la zona de mayor barbarie, son menos ¨²tiles los conocimientos y las t¨¦cnicas de la econom¨ªa que los que brindan actualmente las reflexiones de los etn¨®logos y la arqueolog¨ªa.

Tres partes

La obra se divide en tres partes: La primera, llamada Las bases (siglos VII y VIII); la segunda, Los beneficios de la guerra (siglos X-mediados del XI); la tercera, Las conquistas campesinas (mediados del siglo XI-fines del XIl).Son tres etapas que jalonan la estructuraci¨®n de la sociedad feudal hasta llegar al momento de su mayor despliegue, de su ?despegue? (fines del siglo XII), como la llama Duby utilizando la expresi¨®n rostowiana.

La primera ¨¦poca, de contracion econ¨®mica, retracci¨®n demogr¨¢fica, etc¨¦tera, es en la que tienen lugar dos procesos particularmente importantes -agreguemos que poco conocidos y escasamente estudiados-: el de la transformaci¨®n de la esclavitud, como sistema econ¨®mico-social, en lo que puede llamarse pre-servidumbre. Duby destaca al respecto la importancia que tuvo la radicaci¨®n del esclavo en una parcela conjuntamente con el reconocimiento del derecho de tener una familia (forma a trav¨¦s de la cual los terratenientes se aseguraban la mano de obra).

El segundo proceso, paralelo y a la vez imbricado con el anterior, es el de la transformaci¨®n de las estructuras tribales de los pueblos germanos en formas pol¨ªticas m¨¢s amplias y en formas sociales m¨¢s complejas que conllevan, en primer t¨¦rmino, a la formaci¨®n de una aristocracia.

En la formaci¨®n de este mundo nuevo juegan como agentes primordiales la guerra y el saqueo. Ambos Proveen al mundo feudal en formaci¨®n de hombres -el comercio m¨¢s importantes es todav¨ªa el de los esclavos- y de riquezas, muebles de tesoros.

Duby destaca con gran acierto la importancia del sistema de intercambio de regalos como primera etapa del desarrollo del comercio, y, en el mismo sentido, la relevancia que tuvo, como consecuencia de la evangelizaci¨®n de los germanos, el abandono de los enterramientos de los grandes guerreros rodeados de sus riquezas, de sus tesoros, costumbre que fue reemplazada por los donativos a la Iglesia. Con ello se logr¨® incorporar importantes cantidades de metales est¨¦rilmente sustra¨ªdos a la esfera de los bienes temporales.

Para la ¨²ltima ¨¦poca en estudio el motor ser¨¢ otro. Asentadas las fronteras, es decir, la capacidad expansiva de la sociedad en formaci¨®n, las aristocracias ¨¢vidas de lujos, de bienes de todo tipo, acent¨²an la presi¨®n sobre el campesinado productor. De all¨ª los cambios que se logran a partir del siglo XI, que culminar¨¢n en lo que el autor llama el ?despegue? del siglo XIII. Como toda obra que dice algo, que explica, un problema, ¨¦sta incita a pensar, a reflexionar, a discutir. Entendemos que cumple plenamente con lo que el autor se propuso, de all¨ª su enorme inter¨¦s.

Justamente porque es as¨ª no escapamos a la tentaci¨®n de hacer alguna reflexi¨®n nuestra. Nos preguntamos si el hecho de que el autor apoye sus tesis en la historia de la zona franco-alemana, no le lleva a ubicar m¨¢s tard¨ªamente el proceso de tmnsformaci¨®n del esclavismo, dado que, visto desde las zonas m¨¢s romanizadas, dicho proceso aparece como muy anterior.

Por otra parte, en toda la obra historiogr¨¢fica de Duby se pone el acento en la nobleza laica y en el papel hist¨®rico que ella protagoniz¨®.