El Alav¨¦s perdi¨® un punto en Las Margaritas

Al Alav¨¦s le sobraron seis minutos para llevarse los dos puntos de Las Margaritas. El Getafe, descuartizadas todas sus l¨ªneas, libr¨® un positivo merced a la potencia y habilidad de N¨¢rriz en la ejecuci¨®n de las faltas directas. El interior estrell¨® dos balones en los postes; en su tercer intento lleg¨® el gol, aunque para ello contara con el colaboracionismo de Rodri.Frente a un Alav¨¦s ordenado, tranquilo y eficaz en defensa, el Getafe dispuso en Las Margaritas un esquema en el que s¨®lo Alfonso era capaz de encauzar el juego ofensivo. Lesionado ¨¦ste, sobre el campo qued¨® un plantel de jugadores practicando f¨²tbol sin orden ni concierto.

El Alav¨¦s situ¨® una defensa en l¨ªnea en la que Morgado y Bea abortaban el juego a¨¦reo del Getafe. Como este cuadro dispusiera que Amun¨¢rriz se convirtiera en la sombra de Baena, Chiqui en la de Urqu¨ªa, y Zambrano en la de Ortigosa, Cruz, que se encontraba desplazado en un centro del campo al que se incorporar¨ªa Chiqui para dejar a Guti en el lateral derecho. Ante el desconcierto de jugadores y la ausencia de ideas ofensivas, el Alav¨¦s se limit¨® a hacer su partido.

F¨²tbol de calidad no s¨®lo no se vio, sino que tampoco hubo motivos para pensar que se pudiera llegar a ver. El Alav¨¦s, en su parcela resultaba inexpugnable. El Getafe, entonces, se dedic¨® a bombear balones sobre un ¨¢rea en la que no se permitieron florituras. Y all¨ª, Romero, se enontraba demasiado asistido como para competir con Bea y Morgado.

El Getafe encontr¨® una salida, la ¨²nica que ten¨ªa a su alcance: la lucha pertinaz, el derroche de energ¨ªas. El empe?o se vio acompa?ado por la suerte, que en la primera mitad del encuentro se hab¨ªa negado al cuadro de Las Margaritas. El Alav¨¦s, sobresaliente en defensa, result¨® ser nulo en ataque durante los ¨²ltimos 45 minutos. Sus incursiones ten¨ªan como meta el borde del ¨¢rea, y su empe?o se reduc¨ªa a frenar los incontrolados balones que por la zona ancha del campo lanzaban con asiduidad los hombres del Getafe.

La ?¨¦poca de los barros?, bien preparada en Ligas anteriores por el Getafe de Tercera, ha destrozado a medio equipo esta temporada. Continuidad de juego no tiene el cuadro de Jos¨¦ Antonio Segura; fuerza f¨ªsica le sobra; las ideas van, vienen y desaparecen. Bajo este aspecto, el empate frente al Alav¨¦s result¨® ser un triunf¨® para el Getafe.