Mi¨¦rcoles europeo para aliviar la tensi¨®n de la Liga
Una vez celebrado el partido entre el Barcelona y el Atl¨¦tico, puede decirse que ha pesado el fragor producido por la expulsi¨®n de Cruyff. Esta semana las competiciones europeas pueden servir para descargar bastante la tensi¨®n ambiental en torno a la Liga, pero no hay que olvidse que el titulo sigue, pese a todo, sin decidir, y que quedan por delante diez jornadas que pueden resultar muy movidas.
Por fortuna, el partido del s¨¢bado en el Camp Nou no fue m¨¢s que un duro y partido; tenso, emocionante, pero nada m¨¢s que un partido, desarrollado entre una gran expectaci¨®n, pero sin incidentes. El empate del Atl¨¦tico, aparte de ser, de momento, un chasco para Montal, no resuelve mucho, porque deja a los dos equipos con dos puntos de diferencia cuando a¨²n quedan veinte por jugar.Esta semana los dos equipos tendr¨¢n que olvidarse moment¨¢neamente de la Liga para defender su prestigio europeo. El Atl¨¦tico se march¨® ayer hacia Sof¨ªa, donde tratar¨¢ de mantener su imbatibilidad en la actual Recopa, y el Barcelona hace un viaje mucho m¨¢s corto, a San Mam¨¦s, pero igual de dif¨ªcil, porque sus jugadores tienen muy fresco el recuerdo de los dos goles que los bilba¨ªnos les marcaron en el Camp Nou hace nueve d¨ªas. Pero ahora ser¨¢ distinto, porque el Barcelona cuenta con Cruyff, del que ha quedado bien claro estas semanas que es mucho, en el Barcelona.
Hablando de Cruyff, hay que convenir en que los ¨²ltimos sucesos no le han venido del todo mal. El equipo, en su ausencia, ha conseguido un punto de seis disputados, y eso habla bien a las claras de lo necesario que es. Si, como se asegura, esta temporada cobra 48 millones, muy posiblemente estar¨¢ echando sus cuentas para la pr¨®xima. Es el imprescindible dentro del campo y el s¨ªmbolo fuera de ¨¦l. A Montal le va a costar mucho negarle lo que pida, y ya es sabido que Cruyff, cuando se trata de pedir dinero, echa el resto. Lo de que se gane o no la Liga, para ¨¦l es, econ¨®micamente, menos importante que para sus compa?eros, pues no cobra primas. A Montal, que dirige un club con una enorme deuda, se le avecina un buen problema, porque los dem¨¢s jugadores tambi¨¦n querr¨¢n Ia mejora salarial.
Pero lo peor de todo acaso sea que los problemas no hayan finalizado, porque a la vuelta de sus partidos europeos, Barcelona y Atl¨¦tico se encontrar¨¢n con que restan diez jornadas de Liga. Diez jornadas son veinte puntos. Se cruzaran las primas a terceros, se discutir¨¢n las de la moviola y seguir¨¢n las almohadillas sobre los campos. Y, al final, que Dios reparta suerte. Al Atl¨¦tico no todo le sonr¨ªe tanto, porque ahora va a tener que prescindir de Pereira, su jugador, que se marcha a Brasil a jugar con la selecci¨®n de su pa¨ªs. Y, aunque, en principio, s¨®lo va a estar ausente para un partido, el de la visita al H¨¦rcules, el tute de partidos y viajes que se va a dar ha de acusarlo por fuerza.
?Y el Madrid? El Madrid, mientras, prepara tristemente su LXXV aniversario, hundido en el octavo puesto de la tabla, con la permanencia en la Copa muy comprometida y con el peligro de no llegar ni a una de las plazas de la Copa de la UEFA. Pero el Madrid mantiene su vocaci¨®n internacional, y pasado ma?ana recibe la visita de la selecci¨®n sueca, que se ha venido a Espa?a para pasar, en la Costa del Sol el invierno, en busca de un clima m¨¢s benigno que el que hubieran tenido que sufrir en su pa¨ªs. Mi1janic y sus jugadores, para quienes cada partido significa pasar un mal rato, tendr¨¢n que dar la cara otra vez ante una afici¨®n melanc¨®lica a la que, por fortuna, ya han acostumbrado a su mal juego. Pero llega el LXXV aniversario y no hay m¨¢s remedio que poner buena cara.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.