Carnaval fant¨¢stico
Bioy Casares va siendo conocido del lector espa?ol gracias a la aparici¨®n sucesiva de sus obras -La intervenci¨®n de Morel,, La guerra del cerdo, Historias fant¨¢sticas-, que se acrecienta ahora con una de sus mejores novelas, que en m¨¢s de un sentido se puede calificar de sorprendente.El relato entra de lleno en la literatura fant¨¢stica, pero ese car¨¢cter no s¨¦ descubre sino bien entradala novela, cuando la l¨ªnea argumental desciende hacia su soluci¨®n. El planteamiento y el desarrollo, la ambientaci¨®n y las escenas son plenamente realistas, ajustadas a eso que tanto se valor¨® como ?color local?, situable topogr¨¢ficamente y con veros¨ªmil actuaci¨®n de los personajes. Un grupo de muchachos de barrio, en un deambular carnavalesco que le da -como los disfraces- el alejamiento de las disciplinas del trabajo y de la vida diaria, un cierto tono de irrealidad. Una asociaci¨®n de recuerdos hace pasar por nuestra mente aquella atolondrada pandilla de Los arrabales de Cannery, de Steimbeck. Pero,aqu¨ª, todo ser¨¢ confluyente en unos fines argumentales que todav¨ªa no se nos alcanzan. El tono de la narraci¨®n consigue una leve envoltura irreal, que armoniza con la perplejidad obsesiva del personaje que ha olvidado en qu¨¦ actos culminan las alocadas p¨¦ripecias de un carnaval. Es en otro carnaval, tres a?os despu¨¦s, cuando el lector advierte, repentinamente, que todo toma otra nueva luz, que nos instalamos en un mundo de maravilla, que algo va a revelarse, que tenemos el prodigio a la vuelta de una de las esquinas, que en la repetici¨®n de su deambular, como tres a?os antes, doblan los muchachos en busca de diversi¨®n.
Adolfo Bioy Casares
El sue?o de los h¨¦roes Madrid. Alianza Editorial El libro de bolsiffo, 1977.
La realidad ha mostrado lo que de fant¨¢stico puede haber en ella. Una maestr¨ªa constructiva de Bioy Casares ha dejado una laguna en su narraci¨®n, vac¨ªo que tambi¨¦n existe en la mente del protagonista y que ¨¦ste trata de rellenar. La cotidianidad de la vida y los actos del protagonista toman un nuevo sentido, el de la b¨²squeda del propio pasado, la recuperaci¨®n de una parte de s¨ª mismo.
El momento se repite, los hechos tienen lugar de nuevo. El tiempo de 1927 y el de 1930 confluyen. Una repetici¨®n c¨ªclica, un entorno circular, hacen- surgir de la borrachera prolongada el desaraigo de las ocupaciones cotidianas y la alienaci¨®n del mundo real el secreto oculto m¨¢s all¨¢ del pensar consciente. El secreto se descubre cuando ya la marcha del destino es irreversible y la tragedia llegar¨¢ junta con el descubrimiento de la verdad.
Imposible es hablar de Bioy Casares sin tener presente a Borges. La influencia es mutua, y m¨¢s que influencia, comunicaci¨®n constante de temas y problemas literarios.
Babelia
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