Brote intenso de sarampi¨®n en Madrid

Durante el pasado mes de febrero se denunciaron en Madrid 5.599, casos de sarampi¨®n y la tendencia es a aumentar durante los pr¨®ximos d¨ªas. Asimismo, la poblaci¨®n madrile?a est¨¢ pasando la cuarta onda gripal, seg¨²n asegur¨® el doctor Fern¨¢ndez Tur¨¦gano, jefe provincial de sanidad a la agencia Cifra.

Acerca de la incidencia actual de hepatitis, el se?or Fern¨¢ndez Tur¨¦gano asegur¨® que no hab¨ªa razones para alarmarse, ya que los 308 casos detectados en febrero, son casi todos procedentes de hospitales y la cifra no rebasa a las que se suelen dar otros a?os por estas fechas.El jefe provincial de sanidad explic¨® que la mayor¨ªa de los ni?os que sufren sarampi¨®n han sido contagiados en los colegios por otros compa?eros que portaban la enfermedad pero que el car¨¢cter de la misma es, en la mayor¨ªa de los casos, leve. Los casos de peligro se registran cuando los ni?os tienen disminuidas sus defensas.

En cuanto a las medidas de seguridad para evitar el contagio y prevenir los casos de gravedad, el jefe provincial de sanidad recomienda que, aunque el cuadro cl¨ªnico que presente el ni?o sea benigno, sea atendido por un m¨¦dico y, en caso de complicaci¨®n, trasladado a un hospital infantil.

Respecto a las alarmas surgidas ante una posible epidemia de hepatitis, adem¨¢s de lo anteriormente mencionado, el jefe provincial de sanidad a?adi¨® que es la enfermedad que m¨¢s dificultades les causa, ?especialmente en los barrios del cintur¨®n de Madrid, donde en algunas guarder¨ªas y colegios han surgido brotes hepat¨ªticos. No obstante, y a pesar de no haber prevenci¨®n ni tratamiento espec¨ªfico -a?adi¨®- es conveniente extremar todas las medidas higi¨¦nicas posibles.

Finalmente, el se?or Fern¨¢ndez-Tur¨¦gano explic¨® que ?la incidencia de casos hepat¨ªticos va paralela al desarrollo sanitario de las poblaciones. En aquellas comunidades en las que las infraestructuras sanitarias est¨¢n resueltas, la incidencia, o ha desaparecido, o es m¨ªnima. La raz¨®n de que persista es que el virus se contagia por inyecci¨®n, al utilizar jeringas no desechables y, frecuentemente, por medio de transfusiones de sangre cuando no se ha vigilado previamente la existencia de virus en la sangre del donante.