El camello y el ojo de la aguja

En las cartas enviadas durante su secuestro y en las entrevistas que ha concedido tras su liberaci¨®n, el se?or Oriol ha hecho siempre una referencia expl¨ªcita a su fe y al importante papel que juega en su vida. No hay raz¨®n alguna para dudar de su sinceridad. Sin embargo, no puedo, como cristiano, dejar de experimentar una cierta desaz¨®n. Al n¨²cleo del Nuevo T¨¦stamento pertenecen frases como las siguientes: ? ?Ay de vosotros los ricos, porque ya ten¨¦is vuestra consolaci¨®n! ? (Lc 6,24); ?No podeis servir a Dios y al dinero? (Mt6,24) , - ?Es m¨¢s f¨¢cil que un camello entre por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos?(Mt 19,24); ?Y ahora vosotros, los ricos, llorad con fuertes gemidos por las desventuras que van a sobreveniros? (Sant 5,1). ?C¨®mo logra el se?or Oriol compaginarlas en su fe con la f¨®rtuna personal y los m¨²ltiples consejos de administraci¨®n de que los peri¨®dicos nos han hablado en estos d¨ªas? Deseo hacer constar que al hacer esta pregunta no me inueve ninguna intenci¨®n de hacer unjuicio sobre la persona del se?or Oriol. Pero el hecho de sus declaraciones p¨²blicas afecta a muchos que nos confesamos miembros de su misma Iglesia, a la que desear¨ªamos ver consecuente con las palabras de su fundador.