El Atl¨¦tico, semifinalista de la Recopa ante un mec¨¢nico Levski
El Atl¨¦tico de Madrid, de acuerdo con lo previsto, elimin¨® al Levsk¨ª b¨²lgaro de la Recopa, y no s¨®lo con un 1 -0, que hubiese bastado tras el gol rojiblanco de Sof¨ªa, sino con dos, y ambos de penalti. Ello quiere decir al mismo tiempo que no hubo duda en el paso a las semifinales del campe¨®n espa?ol, pero que tampoco lo hizo con brillantez, sin poder marcar ning¨²n gol de jugada. Fue una suerte para el Atl¨¦tico, desde luego, que la primera pena m¨¢xima llegara nada m¨¢s empezar el partido. Aunque el Levski no vari¨® su sistema de juego, con unos marcajes f¨¦rreos y s¨®lo un hombre de punta, Milanov; indudablemente eso seren¨® el juego local, cuya principal preocupaci¨®n, a partir de ese momento, fue ya la de no encajar ning¨²n gol para clasificarse. Si de paso aprovechaba alg¨²n contraataque, mejor que mejor.El problema, sin embargo, fue que la defensiva b¨²lgara se bast¨® siempre para estorbar el juego atl¨¦tico, cuyas jugadas mor¨ªan sin pena ni gloria, pese a iniciarse rriu chas veces con visos de calidad. El equipo de Luis se empe?¨® enjugar demasiado por el centro, y aparte de las vigilancias especial¨ªsimas a que eran sometidos Ayala y Rub¨¦n Cano, la realidad es que al principio no abri¨® juego a las alas. La lucha en el medio campo tuvo en bastantes ocasiones ventaja b¨²lgara, pues la incorporaci¨®n al Levski de su figura, Panov, pese a notar a¨²n su reciente lesi¨®n, dio entidad a sus ofensivas. Jugador alto y de clase, dirigi¨® a su antojo el partido, sobre todo en la primera parte, pues Alberto no pudo casi nunca con ¨¦l. Menos mal que los efectivos en ataque -incluido ¨¦l- eran m¨ªnimos y ni el torpe Milanov, ni el poco inspirado Voinov, sustituido en la segunda parte por Zvetkov, autor del primer gol en Sof¨ªa, estuvieron bien.
De cualquier forma, el peligro de un gol b¨²lgaro presidi¨® m¨¢s, deuna hora de partido, justo el tiempo entre los dos penalties transformados, respectivamente, mal y bien, por Ayala. Reina demostr¨® una vez m¨¢s que le cuesta retener los disparos fuertes,y en los minutos trece, 36 y setenta -este'¨¹ltimo ya con 2-0 en el marcador- dio tres sustos importantes a la afici¨®n luego de saques de falta. Tichanski, el central marcador era el encargado de los lanzamientos lejanos y Panov, al borde del ¨¢rea.
La ¨²nica diferencia de la segunda parte con respecto a la primera fue que el Levski adelant¨® un poco m¨¢s a sus hombres y ya tuvo a tres fijos en punta. El Atl¨¦tico pudo entonces jugar m¨¢s suelto y practicar su temido contraataque. Nuevamente se hab¨ªa comprobado que el cuadro rejiblanco no es especialista en abrir ?cerrejos?. Un pase de Leal a Bermejo termin¨® con un desv¨ªo de ¨¦ste al poste, batido ya Staikov. Era- el minuto 52 y se presagiaba as¨ª que el segundo gol de la tranquilidad atl¨¦tica iba a poder al empate de la clasificaci¨®n para el Levski. Tras un nuevo susto de Panov, que aprovech¨® el fallo deBenegas, pero tir¨® demasiado cruzado, vino la jugada individual de Bermejo y el penalti clar¨ªsimo de Grancharov.. Que poco antes de finalizar el encuentro Aguilar desperdiciara una ocasi¨®n clar¨ªsima ya fue lo de menos. El Levski hab¨ªa apretado al final otro poco m¨¢s -siempre poco a poco- y era un rival ideal en esos momentos para sorprender al contraataque. La defensa atl¨¦tica se mostr¨® siempre firme y un equipo tan mec¨¢nico e inocente enfrente hizo lo dem¨¢s: inquietar lojusto.
El partido, indudablemente, quiz¨¢ hubiese tornado otro cariz de no conseguir el Atl¨¦tico tan pronto su primer gol. Las dificultades de un ordenado Levski -aunque demasiado, por su falta de imaginaci¨®n- es posible que hubiesen planteado- problemas mucho m¨¢ graves. Pero el f¨²tbol es as¨ª y cada partido es una historia, Dentro de las malas noticias que ¨²ltimamente han presidido el noticiarlo rojiblanco, no deja de ser un alivio ser semifinalista de la Recopa, aun con dos penalties y no centrarse en el juego casi nunca.
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