Semana Internacional de Teolog¨ªa
Sobre Jes¨²s y la crisis de Dios en nuestro tiempo habl¨®, en la Fundaci¨®n Juan March, el profesor Christian Duquoc, catedr¨¢tico de Teolog¨ªa Dogm¨¢tica de la facultad Teol¨®gica de Lyon y autor de una ?Cristolog¨ªa?. La conferencia, construida con admirable l¨®gica y nitidez ejemplar en su desarrollo, se inici¨® con una cita de Merleau-Ponty sobre el poder subversivo del cristianismo. Frente a la objetividad petrificada de un Dios abstracto, la aparici¨®n de un Dios concreto y humano significa, para el fil¨®sofo franc¨¦s,?una revoluci¨®n trascendental?. De esta cita dedujo el profesor Duquoc, una antimonia dial¨¦ctica entre Dios y Cristo, entre el Padre y el Hijo. Luego esboz¨® el proceso de la decadencia, sobre la idea de Dios. Comenz¨® por afirmar que las iglesias impusieron el dogma de un Dios objetivo como algo heter¨®nimo al hombre mismo, identific¨¢ndose con la moral y el poder pol¨ªtico. Esta IglesiaConstantina convirti¨® al hombre, como dijo nuestro fil¨®sofo Garc¨ªa Bacca, ?en el pordiosero de Dios?. Contra esta enajenaci¨®n se rebel¨® el de¨ªsmo y el ete¨ªsmo y se cre¨® un Dios de la raz¨®n cada vez m¨¢s lejano e invisible, hasta llegar a ?Dios, hip¨®tesis in¨²til?. El profesor Duquoc justific¨® esta rebeld¨ªa del hombre, necesaria para crear su autonom¨ªa, pero que termin¨® por darnos una imagen de Dios abstracta y lejana. La segunda etapa de esta crisis la inici¨® Hegel, para quien Dios muere en Jes¨²s, anticip¨¢ndose as¨ª a la moderna teolog¨ªa anglosajona sobre la muerte de Dios. Hegel rechaza la objetividad de Dios porque ?Dios est¨¢ en la Historia y la Historia es Dios.? Jes¨²s es el s¨ªmbolo concreto de esta unidad dial¨¦ctica. M¨¢s tarde, el profesor Duquoc analiz¨® con sagacidad y penetraci¨®n, la obra ?Ateismo y Cristianismo? de Ernst Bloch. Para este fil¨®sofo marxista, Cristo es el Mes¨ªas que lucha por lograr la Ciudad Fraternal y cuyo mensaje persistir¨¢, en una eternidad hist¨®rica, a trav¨¦s de los siglos, hasta que se realice en una sociedad comunista. As¨ª como para Hegel, Dios muere en Cristo, para Bloch muere en la revoluci¨®n, dice el Profesor Duquoc. Sin embargo, ninguna de estas tendencias, expresa la realidad de Jes¨²s? quien a la vez que hombre invoca y reconoce a Dios Padre. Este reconocimiento de Dios signific¨® una ruptura con la ley mosaica, lev¨ªtica, pues el Dios que reconoce Cristo es el de la justicia y acoge a todos los pecado res y explotados de la tierra. ?El Reino de Dios que anuncia Jes¨²s es el de la liberaci¨®n de los hombres?, sigue diciendo el profesor Duquoc, pero advierte que de la unidad de Dios y Cristo puede surgir una nueva antinomia, si se acent¨²an, por ejemplo, el reconocimiento de Dios o su invocaci¨®n, hasta crear una nueva objetividad. Finalmente, nos ha sorprendido, a trav¨¦s de esta conferencia, la influencia del pensamiento marxista en la teolog¨ªa contempor¨¢nea.
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