"El Gobierno que salga de las elecciones debe ser el interlocutor de la Comunidad"

Pierre Duch?teau, director en la Direcci¨®n General de Relaciones Exteriores de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE), tiene a su cargo directamente las relaciones hispano-comunitarias y puede considerarse como el m¨¢s experto ?eur¨®crata? en el tema espa?ol. Ha venido a Madrid para mantener un coloquio con empresarios espa?oles y aprovecha su via je para entrevistarse con autoridades y l¨ªderes de partidos pol¨ªticos. Esta tarde ser¨¢ recibido por el presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez, el hombre sobre quien reposa, en definitiva, la decisi¨®n a adoptar por Espa?a con relaci¨®n a la CEE. ha recogido sus impresiones.

EL PAIS. ?Cu¨¢les son, a su juicio, las perspectivas inmediatas de las relaciones hispano-comunitarias?Pierre Dueb?teau: Seg¨²n est¨¢ previsto, el vigente acuerdo preferericial Espa?a-CEE de 1970, s¨®lo abarcar¨¢ hasta el pr¨®ximo primero de julio. Se impone, pues, adaptar dicho acuerdo a la nueva realidad comunitaria de nueve miembros.

EL PAIS: Esta adaptaci¨®n, ?qu¨¦ calendario y mecanismos deber¨¢ tener?

P. D : Entre las diversas posibilidades que la Comunidad ha contemplado en estas ¨²ltimas semanas, se considera ¨®ptima la readaptaci¨®n de las relaciones entre Espa?a y la Comunidad ampliada en dos etapas: la primera de ellas entrar¨ªa en vigor el pr¨®ximo primero de julio y s¨®lo contemplar¨ªa los necesarios reajustes t¨¦cnicos del Acuerdo de 1970. A lo largo de estos primeros contactos, ambas partes se pondr¨ªan de acuerdo para iniciar una segunda etapa, en la que habr¨ªa de estudiarse la adaptaci¨®n econ¨®mica en los terrenos industrial y agr¨ªcola.

EL PAIS: Esta segunda etapa ?cu¨¢ndo podr¨ªa iniciarse?

P. P.: Ser¨ªa deseable que para el pr¨®ximo oto?o.

EL PAIS: En muchos medios espa?oles se considera poco favorable para nuestro pa¨ªs esta readaptaci¨®n en dos etapas.. Se piensa que el aplazamiento hasta el oto?o act¨²a en favor de Bruselas y en contra de Madrid.

P. D.: No lo creo as¨ª. La primera fase se hace necesaria por el corto espacio de tiempo que nos separa del primero de julio. En cuanto a la segunda, que contempla aspectos de gran trascendencia pol¨ªtica, pienso que es preferible para ustedes que negocie con Bruselas el Gobierno que salga de las pr¨®ximas elecciones. Mientras tanto, podr¨ªa estudiarse una soluci¨®n ad hoc para asegurar a ciertos productos agr¨ªcolas no cubiertos por el Acuerdo readaptando su penetraci¨®n habitual en el mercado de los nuevos Estados miembros: Gran Breta?a, Dinamarca e Irlanda.

EL PAIS: ?No ve usted a corto plazo otras posibilidades que esta simple adaptaci¨®n t¨¦cnica del Acuerdo de 1970?

P. D.: No, evidentemente. Las dificultades que afrontan ambas partes son grandes. Espa?a debe definir sus ofertas Y, una vez que ¨¦stas sean aceptadas por la Comunidad, ser¨¢ preciso una adaptaci¨®n, hasta en el plano jur¨ªdico, de sus normas internas. Piense, por otra parte, que ante unas elecciones generales, el Gobierno de Madrid no puede tomar decisiones en profundidad que han de afectar seriamente a los sectores industrial y agr¨ªcola.

EL PAIS: Ah¨ª est¨¢ precisamente la antinomia. En Espa?a muchos consideran que la Comunidad puede Conllevar la ruina de la agricultura o la de la industria, seg¨²n los intereses que se sacrifiquen.

P. D.: Bien. He de decirle que la Comunidad no aspira, en modo alguno, a ahogar ning¨²n sector econ¨®mico de un pa¨ªs que, en definitiva, va a integrarse en su seno. Pero supongo que, en efecto, habr¨¢n de present¨¢rseles a ustedes problemas, tal como nos ha pasado y nos sigue pasando a nosotros.

EL PAIS: ?Cree que podr¨ªa haber interferencias de intereses pol¨ªticos en la actitud a adoptar por Espa?a a la hora de rebajar sus aranceles y de elegir el sector o los sectores afectados?

P. D.: Todos los Gobiernos se ven sometidos a grandes presiones pol¨ªticas de sus electores, Todos tienen agricultores a los que contentar para que no corten las carreteras con sus tractores. Y todos tienen tambi¨¦n que velar polos intereses de los dem¨¢s sectores econ¨®micos.

EL PAIS: La Comunidad acaba de decidir tratar globalmente el tema de los acuerdos preferenciales. Quedamos as¨ª englobados con Portugal y Grecia. ?Por qu¨¦ esta globalizaci¨®n?

P. D.: Esta es una apreciaci¨®n del problema que presentan los terceros pa¨ªses a la Comunidad. Tenga en cuenta que se nos plantean problemas, no s¨®lo agr¨ªcolas e industriales, sino tambi¨¦n financieros laborales. Procedentes de pa¨ªses mediterr¨¢neos trabajan actualmente en la Comunidad unos trece millones de personas, cifra an¨¢loga a la poblaci¨®n de alg¨²n pa¨ªs miembro. Esto nos hace contemplar estas cuestiones desde un punto de vista global, lo que no habr¨¢ de impedir, por supuesto, que a posteriori cada pa¨ªs sea tratado conforme a sus caracter¨ªsticas espec¨ªficas.

EL PAIS: Suponiendo un normal desarrollo del proceso pol¨ªtico espa?ol, ?para cu¨¢ndo cree usted que Espa?a podr¨ªa convertirse en miembro de pleno derecho de la CEE?

P. D.: La Comunidad conf¨ªa en que tal proceso evolucionar¨¢ favorablemente. Tienen ustedes a la vista unas elecciones y libertad sindical y de partidos pol¨ªticos. Creo que es una hip¨®tesis razonable pensar que para oto?o de 1978 Espa?a pueda solicitar su adhesi¨®n y que ¨¦sta llegue a materializarse de 1982 a 1985.