Cr¨ªtica de los Sindicatos y cautela de la oposici¨®n ante el presupuesto laborista
El presupuesto que present¨® ayer el Gobierno brit¨¢nico ha dejado insatisfechos a los sindicalistas, no ha irritado a los empresarios y ha recibido una cautelosa respuesta de la oposici¨®n conservadora.
En el presupuesto, anunciado en el Parlamento por el ministro de Hacienda, Denis Healey, se incluyen reducciones en los impuestos sobre la renta, que previamente se situaban en un 35% de los salarios y que ahora ser¨¢n s¨®lo de un 33%.La reducci¨®n es la m¨¢s importante que introduce un Gobierno laborista desde que acab¨® la segunda guerra mundial. No se podr¨¢ en pr¨¢ctica hasta que los sindicatos aprueben la nueva fase de control salarial que se quiere asegurar la presente Administraci¨®n.
El car¨¢cter condicional de la reducci¨®n de los impuestos directos ha indignado a algunos l¨ªderes sindicales, como Jack Jones, del sindicato general de trabajadores, que dijo que sus colegas tendr¨ªan ahora que pensar dos veces antes de aceptar una negociaci¨®n con el Gobierno sobre el alcance de las pr¨®ximas restricciones salariales.
Sin embargo, otros representantes de los Trade Unions, como el secretario general, Len Murray, vieron en el presupuesto anunciado ayer una ?buena plataforma de discusi¨®n?, porque Denis Healey no cit¨® ninguna cifra tope a partir de la cual los trabajadores no puedan exigir un mayor porcentaje de aumento. El a?o pasado se cit¨® esa cifra y las negociaciones entre el Gobierno laborista y los sindicatos fueron muy dif¨ªciles. En la actualidad, los aumentos salariales tienen un tope fijo de un 4% anual.
En el nuevo presupuesto Denis Healey no introdujo tampoco ninguna estrategia de control de importaciones, lo que tambi¨¦n puede dificultar las relaciones con los sindicatos, que consideran que la inflaci¨®n y el desempleo se pueden reducir estimulando la producci¨®n local y evitando la competencia extranjera.
Con la reducci¨®n en los impuestos sobre la renta el Gobierno renuncia a casi 2.500 millones de libras, que espera compensar con el incremento de los impuestos indirectos.
El presupuesto fue llamado por el l¨ªder de los liberales David Steel, ?el presupuesto de la esperanza?.
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