En solidaridad

A trav¨¦s de un art¨ªculo de la prensa hemos tenido noticias del procesamiento contra ese, diario, en la persona de su director, por haber incluido en sus p¨¢ginas dominicales cierta supuesta informaci¨®n sobre anticonceptivos.Hoy d¨ªa, que progresamos hacia la ?democracia?, es del dominio p¨²blico la infinidad de mujeres que usan anticonceptivos, la de no tantos m¨¦dicos que los recetan y farmac¨¦uticos que los venden; y qu¨¦ decir de los laboratorios que los fabrican, evitando que su funci¨®n sea ¨²nicamente ?anti?.

A las autoridades de este pa¨ªs nunca les ha interesado reconocer, analizar y actuar en consecuencia de estos datos, ello implicar¨ªa llamar demasiado la atenci¨®n con procesos similares a ¨¦ste y, adem¨¢s, en cantidad, desprestigi¨¢ndose excesivamente y provocando las iras del que m¨¢s; situaci¨®n que les llevar¨ªa a plantearse en serio la vigencia de unas leyes trasnochadas que, en ocasiones conio ¨¦sta, nos hacen ver la realidad de sus capacidades, puestas en su funcionamiento por la denuncia de alguien al que se le indisgest¨® el art¨ªculo en cuesti¨®n y al que no le faltaba memoria jur¨ªdica.

Con estas l¨ªneas quer¨ªamos llamar la atenci¨®n de los grupos de mujeres y dem¨®cratas del pa¨ªs para que mostraran, en la medida de sus posibilidades, su solidaridad con ese diario en las actuales circunstancias y la inviabilidad de algunas normas.

A t¨ªtulo personal, queremos se?alar nuestro agradecimiento y apoyo a ese diario, sinti¨¦ndonos eco de otras muchas personas. Puede parecer poco ortodoxo que escribamos esta carta a trav¨¦s del diario, por as¨ª decirlo, interesado; pero se explica por nuestra noci¨®n del tanto por ciento de posibilidades que esta carta tiene de ser publicada, que, aun asi, pensamos, son pocas.