Los carlistas y sus guerras

La insospechada y fascinante evoluci¨®n del carlismo en los ¨²ltimos a?os hac¨ªa posiciones ?autogestionarias? ha suscitado una ola de curiosidad en la opini¨®n p¨²blica por esta singular corriente pol¨ªtica, contradictoria en sus or¨ªgenes e interclasista en su militancia. Las ra¨ªces populares del movimiento carlista han sido esgrimidas ¨²ltimamente por sus l¨ªderes como un componente esencial en el pasado, y una potencialidad en el futuro. Mal podr¨ªa dudarse de semejantes ra¨ªces, sobre todo en las provincias vascas y en Navarra. Los historiadores liberales han otorgado muy poca importancia a la participaci¨®n popular -de origen carlista en el levantamiento militar de 1936.Pero no en toda Espa?a el carlismo goz¨® de esta raigambre popular, ahora reivindicada. En Galicia, por ejemplo, ?jam¨¢s fue un fen¨®meno de masas, y la negativa rotunda por parte del campesinado ante su llamada se tradujo en una falta alarmante de fuerza num¨¦rica de base, lo que condicion¨® y apoyo desde el principio su fracaso?.

Este descubrimiento -las ra¨ªces ultramontanas y el¨ªtistas del carlismo en Galicia- se debe a una joven historiadora, Mar¨ªa Francisca Castroviejo Bolibar, prematuramente desaparecida. Su tesis de licenciatura en la Universidad de Barcelona, ahora publicada con el t¨ªtulo de ?Aproximac¨ª¨®n sociol¨®gica al carlismo gallego?, podr¨ªa constituir un verdadero hito en la investigaci¨®n del siglo XIX gallego, que, adem¨¢s, es tambi¨¦n la etapa de la historia de Galicia mejor estudiada. Hasta ahora, y pese a ser relativamente frecuentes tambi¨¦n los estudios sobre el carlismo gallego nad¨ªe se hab¨ªa atrevido a enunciar taxativamente estas hip¨®tesis. Al contrario, se afirmaba que el movimiento carlista en Galicia hab¨ªa sido el resultado del descontento campesino y del cen tralismo agobiante. Seg¨²n el libro que comento, ambas cosas son decididamente falsas.

Mar¨ªa Francisca Castroviejo utiliz¨® para su investigaci¨®n un conjunto heterog¨¦neo de documentos, propiedad del archivo familiar (el archivo Castroviejo-Blanco Cicer¨®n, que posee considerables fondos). Pero la ?aproximac¨ª¨®n sociol¨®gica? propiamente dicha se basa en el estudio de 215 causas procesales instruidas a otros tantos guerrilleros carlistas gallegos o a sus colaboradores. El an¨¢lisis pormenorizado de estas causas demuestra que, al menos en Galicia, ?el carlismo represent¨® un car¨¢cter de respuesta por parte de los estamentos priviligiados del antiguo r¨¦gimen contra los disturbios ocasionados por la acometida del liberalismo a las viejas sociedades agrarias?, porque, ?aunque fuera por simple instinto de conservaci¨®n, el campesino.no pod¨ªa tornar partido en Galicia a favor de una reinstauraci¨®n inmovil¨ªsta?. Claro que tampoco con el Estado liberal las cosas le s ir¨ªan mejor a los campesinos gallegos. Pero eso, en aquel momento, no lo sospechaban.

Es muy probable que las brillantes intuiciones y las escogidas s¨ªntesis de Mar¨ªa Francisca Castroviejo exijan una investigaci¨®n m¨¢s estricta. Pero, por ahora, sirven para desmitificar un tema hist¨®rico, corro¨ªdo por las inquietudes actuales. Y, desde luego, para poner las cosas en su sitio.