La Diputaci¨®n debe revalorizar la corrida de Beneficiencia

La Diputaci¨®n Provincial de Madrid, por medio de su vicepresidente, Leopoldo Matos, parece ser que ya tiene perfilado el cartel de la corrida de Beneficencia, que, ser¨¢ en junio. Mucho madrugan en la Diputaci¨®n, y est¨¢ bien que as¨ª sea, pero tampoco se ve la necesidad de que, a estas alturas, cuando la temporada a¨²n est¨¢ en sus balbuceos, ni siquiera han empezado las ferias de Sevilla y San Isidro -las m¨¢s importantes del orbe taurino y -que, marcan el signo de la temporada-, concrete la participaci¨®n de toreros, que, por otra parte, tampoco son Joselito y Belmonte.La reaparici¨®n de Palomo para este festejo puede ser un acierto, si bien nadie pretender¨¢ que se trate de una novedad -pues Palomo,- en Madrid, ya est¨¢ visto de sobra y valorado y quiz¨¢ tambi¨¦n la confirmaci¨®n de alternativa de Macandro, aunque sus actuaciones tras el ¨¦xito que tuvo en Las Ventas cuando se present¨® de novillero, no se han siginificado, precisamente, por su especial brillantez.

Pero habr¨¢ que sopesar si la participaci¨®n de ambos diestros, que seg¨²n rumores ha sido apalabrada, interesa m¨¢s que la de los triunfadores de Sevilla y San Isidro, y esto no se podr¨¢ saber hasta que ambas ferias hayan concluido. Porque si la corrida de Beneficencia la organizaran sociedades mercantiles o empresarios de oficio, al final tendr¨ªamos que aceptar sus decisiones -por comprender, a la larga, sus particular¨ªsimos intereses- pero la Diputaci¨®n est¨¢ obligada a conjugar, a la vez, los fines ben¨¦ficos del festejo, su propio prestigio -que debe ser consecuente con la gran solera de la corrida- y aun los pol¨ªticos, por ser acontecimiento que tradicionalmente preside el jefe del Estado.

La corrida de Beneficencia tiene que recuperar, este a?o ya, aquella categor¨ªa que siempre la distingui¨® como la m¨¢s importante del a?o. Nadie podr¨¢ exigir a sus organizadores resultados no ya triunfales, sino de ning¨²n tipo, porque estos ser¨¢n consecuencia de c¨®mo se desarrolle la lidia, siempre sujeta a innumerables factores. Pero s¨ª unas garant¨ªas b¨¢sicas de planteamiento: los mejores toreros del momento. que puedan contratarse; ganado de casta acreditada, con trap¨ªo impecable y fuerza.