Ser¨ªa pernicioso que la Iglesia apareciese interesada por el poder

?La Iglesia no puede aparecer nunca como interesada en la conquista del poder. En las circunstancias actuales ser¨ªa, a mi juicio, pernicioso?, afirma el cardenal Taranc¨®n, en su carta cristiana de esta semana, segunda sobre El poder, ?instrumento de evangelizaci¨®n? Tras se?alar que las ideolog¨ªas pol¨ªticas tratan de conquistar el poder, a?ade que algun.as de ellas tienen concepciones del hombre y de la vida distintas y hasta contrarias, de las de la Iglesia.

?Esta ha sido la raz¨®n -a?ade- por la que la Iglesia ha sido algunas veces beligerante en ese campo y por la que bastantes cat¨®licos en nuestros d¨ªas consideran que el poder econ¨®mico o pol¨ªtico puede ser instrumento eficaz de evangelizaci¨®n, ya que ¨¦sta ha de procurar tambi¨¦n el reconocimiento de los derechos de la persona.?

?El hecho de que el poder p¨²blico deba respetar y defender esos derechos que la Iglesia proclama incesantemente, no da pie para pensar que el poder pol¨ªtico sea instrumento de evangelizaci¨®n, ni tiene como misi¨®n reforzar positivamente la tarea evangelizadora. La connivencia con el poder -sea econ¨®mico o pol¨ªtico-, aunque sea con los fines m¨¢s sublimes -a?ade-, siempre coarta la libertad y condiciona la actuaci¨®n de quienes se sirven de ¨¦l. En pol¨ªtica los servicios se pa gan con servicios y las ayudas se facilitan contando con ayudas rec¨ªprocas. Y la Iglesia necesita de la m¨¢xima libertad de acci¨®n. No debe estar orientada ni condicionada m¨¢s que por Cristo y el Evangelio. Y es ne cesario -concluye- no s¨®lo subrayar te¨®ricamente, sino de mostrarlo con obras, que el campo de la Iglesia es de otro orden que el puramente humano, aunque su acci¨®n se proyecte tambi¨¦n sobre ¨¦ste.?