Un plan energ¨¦tico de emergencia / 2
Dentro de las posibles alternativas de un plan de emergencia para el ahorro de energ¨ªa, el Partido Socialdem¨®crata descarta el racionamiento general e indiscriminado, situaci¨®n a la que estima no se debe acudir mas que en ¨²ltimo extremo por las razones siguientes:a) Existen procedimientos que pueden ser efectivos y menos dram¨¢ticos que el racionacimiento general.
b) El racionamiento no puede ser m¨¢s que selectivo, aplicado a los grandes consumidores con capacidad de realizar ahorros y a aquellos consumos que no afecten al sistema productivo, ya que un racionamiento indiscriminado podr¨ªa precipitamos en la recesi¨®n.
c) El racionamiento general implicar¨ªa la necesidad de montar un aparato inspector considerable para evitar el fraude. En una industria donde la unidad de medida es el millar de mill¨®n de pesetas, se crear¨ªa un importante mercado negro con un coste social enorme para el pa¨ªs.
Las medidas de emergencia que propone son de tres tipos:
a) Medidas a corto plazo para ahorro de energ¨ªa.
b) Medidas a corto plazo para sustituci¨®n de energ¨ªa cara por energ¨ªa m¨¢s barata.
c) Medidas a medio y largo plazo para ahorrar energ¨ªa y/o sustituir energ¨ªas caras por otras m¨¢s baratas.
Medidas a corto plazo para ahorro de energ¨ªa
La primera medida adoptada en otros pa¨ªses para la reducci¨®n del consumo fue instaurar un sistema de precios realistas, en unos casos, y disuasivo, en otros. Esto ser¨ªa en buena l¨®gica la primera medida a adoptar aqu¨ª. Sin embargo, la situaci¨®n econ¨®mica obliga a plantear este tema con cuidado, dado adem¨¢s que la fuerte inflaci¨®n, har¨ªa disminuir mucho el valor de una subida de precios. No obstante, s¨ª habr¨ªa que completar las recientes medidas de precios eliminando completamente las subvenciones y tomando las medidas complementarias necesarias para evitar que la creaci¨®n de los nuevos tipos de fuel oil (n.? 1 y n.? 2) t¨¦cnicamente justificados, se convierta en una puerta abierta para que el industrial astuto escape al efecto de la subida de precios. Las excepciones en que se ha colocado a algunos sectores deben desaparecer tambi¨¦n, el hecho de que un sector atraviese un momento econ¨®micamente dif¨ªcil no justifica que reciba su energ¨ªa a un coste por debajo del nivel general. Si se le quiere subvencionar por alguna raz¨®n concreta, que se haga directamente, pero nunca rebaj¨¢ndole el precio de su energ¨ªa.
Congelaci¨®n de entregas a las industrias consumidoras de m¨¢s de quinientas toneladas de fuel oil anuales al nivel de 1976, durante el plazo de, quince meses. Estas industrias que representan el 88 % del consumo, no son num¨¦ricamente muchas y su control puede ser sencillo. Dado que la industria espa?ola es muy despilfarradora de energ¨ªa, esto no ser¨ªa un freno a la producci¨®n, sino que obligar¨ªa a la racionalizaci¨®n de los procesos.
Pueden existir algunos casos especiales aislados donde sean necesarias excepciones pero ello s¨®lo despu¨¦s de un detenido estudio. Pasado este periodo todo el fuel oil suministrado por encima de la cantidad congelada, lo ser¨ªa con un impuesto especial del 50 %, y las empresas podr¨ªan recuperar esta cantidad si en el plazo de cinco a?os realizan toda una serie de inversiones que les permitan ahorrar una medida del 15 % de su consumo energ¨¦tico. Las cantidades recaudadas por este concepto se destinar¨ªan a un fondo especial para financiar las inversiones en ahorros de energ¨ªa.
- Congelaci¨®n del suministro de electricidad al nivel de 1976, a industrias medias y grandes, durante el plazo de quince meses. Esta congelaci¨®n es m¨¢s complea que la del fuel oil, y habr¨ªa que establecer una tabla de excepciones m¨¢s amplia, cuya exposici¨®n excede al espacio de este art¨ªculo. Pasado este plazo, se aplicar¨ªa a los excedentes la misma normativa que para el fuel oil.
- Disminuci¨®n en un 20 % de los autoconsumos de las refiner¨ªas, mediante un concierto refiner¨ªas-Administraci¨®n en un plazo de tres a?os. Las refinerias espa?olas no tienen en general autoconsumos elevados, pero su alto nivel tecnol¨®gico har¨¢ posible la reducci¨®n mencionada, si se les facilitan los fondos necesarios para ello.
- Disminuci¨®n de la temperatura en todos los edificios oficiales, empresas, grandes almacenes y lugares que puedan ser controlados, a 17.? C, y obligarlo a cumplir mediante fuertes multas a los infractores. El resto de calefacciones no controlables, recibir¨¢n un 85% del combustible recibido en los ¨²ltimos tres a?os (para edificios huevos se establecer¨ªan baremos adecuados), estas cifras s¨®lo podr¨ªan retocarse en caso de un invierno muy fr¨ªo, con un baremo a establecer en relaci¨®n con el Servicio Meteorol¨®gico Nacional, construido por zonas clim¨¢ticas.
- Reducci¨®n de iluminaci¨®n, con medidas similares a las adoptadas en el invierno 73/74 en numerosas ciudades europeas (eliminaci¨®n de puntos de luz, seg¨²n zonas, limitaci¨®n iluminaci¨®n escaparates, luminosos, etc¨¦tera).
- Limitaci¨®n estricta de venta de aparatos de calefacci¨®n el¨¦ctrica. Estos aparatos desperdician el 80% de las energ¨ªas primarias utilizadas (70 % en la generaci¨®n de electricidad y 10 % en transporte y distribuci¨®n). Por supuesto, la propaganda en todos los medios, fundamentalmente en televisi¨®n, debe ser prohibida.
- Por la misma. raz¨®n anterior, fomentar la sustituci¨®n gradual de electrodom¨¦sticos que calienten el agua el¨¦ctricamente, por otros que tomen el agua caliente de la red, particularmente lavadoras autom¨¢ticas. El sistema de seguir ser¨ªa una mezcla de incentivos- impuestos.
- Obligaci¨®n a los vendedores de electrodom¨¦sticos de expresar en caracteres muy visibles y en forma standarizada por la Administraci¨®n, los consumos de energ¨ªa de cada aparato.
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