Recital Bach de Antonio Baciero

La interpretaci¨®n de la m¨²sica del per¨ªodo barroco sigue siendo todav¨ªa motivo de pol¨¦mica. Los problemas que esa literatura plantea al ejecutante, empezando por el de los instrumentos musicales a utilizar, seguir¨¢n siendo fuente de discusi¨®n mientras la sensibilidad y el temperamento de cada persona sean diferentes. Lo que no creo es que asistente alguno al concierto de Antonio Baciero ponga en duda, una vez admitido el piano como instrumento capaz para interpretar la m¨²sica de teclado de Bach, es que ese Bach, en el piano, no puede tocarse mejor.La presentaci¨®n de Antonio Baciero en Viena, hace quince a?os con las seis Partitas de Juan Sebasti¨¢n Bach, marc¨® el inicio de su carrera internacional como concertista. Desde entonces, en recitales, conciertos y grabaciones, en medio de sus importantes tareas musicol¨®gicas, Baciero ha tenido siempre como timbre de gloria su especialmente puro, perfecto Bach.

El programa presentado en Cantar y Ta?er era ya de por s¨ª enormemente complejo y arriesgado para una sola sesi¨®n: dos ?suites? inglesas, una ?suite? francesa y seis peque?os preludios. Baciero lo fue desgranando con musicalidad y precisi¨®n incre¨ªbles. Ni una duda, ni un fallo. Exacta la din¨¢mica, elegante el fraseo, el Bach de Baciero tiene adem¨¢s esa intensidad expresiva y esa concentraci¨®n que s¨®lo un gran artista puede conseguir. El estilo es el ideal, y, se comprende sea as¨ª en quien ha llegado a ¨¦l tras un minucioso y prolongado estudio de las mejores m¨²sicas para el teclado, contempor¨¢neas a Bach y anteriores a ¨¦l.

As¨ª lo comprendi¨® el p¨²blico que gusta de Bach en el piano y el que hubo de ser convencido de que una realizaci¨®n de esta categor¨ªa, en un Steinway moderno, rebasa con mucho las obtenidas en c¨ªmbalos y clavicordios para los que fueron escritas y, sobre todo, est¨¢n m¨¢s cerca de la sensibilidad actual. Esos pian¨ªssimos, esa forma de cantar con la mano izquierda del pianista burgal¨¦s dejan con la boca abierta al m¨¢s avezado.

Ante los prolongados aplausos, Baciero a?adi¨® a su programa la courante de la 5.? Partita y la zarabanda de la Suite Inglesa n.? 6, rematando la admirable actuaci¨®n con un tiento de Antonio de Cabez¨®n, aquel que glosa la canci¨®n de Ockeghem Malheur me bat, en el que consigui¨® el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa de emocionar al auditorio tocando al piano una m¨²sica del siglo XVI.