Sin ¨¢nimo de polemizar

Sin deseo de polemizar, pues ¨¦l est¨¢ conforme en casi todo conmigo, y yo con ¨¦l, quisiera hacer algunas puntualizaciones a la ? Carta al director? de don Julio Sanz Pascual (EL PAIS de 21 de abril). Supone el se?or Pascual, aunque yo en mi art¨ªculo nada digo, que soy partidario de la selectividad, que al hacerse injustamente y por recomendaci¨®n, supone un tremendo cl¨¢sismo. En primer lugar le dir¨¦, y para que salga de dudas, que s¨ª soy partidario de la selectividad, pero como medida de urgencia y provis ional, para resolver un grav¨ªsimo problema inmediato. La soluci¨®n buena es que la selectividad la haga el bachillerato. Pero para esto tendr¨ªamos que tomarnos la ense?anza secundaria mucho m¨¢s en serio, como en casi todos los pa¨ªses civilizados se hace, y no dar buenas notas, s¨®lo para que los padres est¨¦n contentos. Esto s¨ª es clasismo, pues el hijo de un padre ?importante? es seguro que tendr¨¢ en el colegio mejores notas que el hijo de un hombre cualquiera. Una selecci¨®n justa, como la que se est¨¢ intentando hacer al menos en mi universidad, y en la que yo para nada intervengo, pero que me consta que se hace con tremendo rigor, total anonimato y, por tanto, imposibilidad de recomendar -y el rector podr¨ªa dar a este respecto mayores precisiones-, es una garant¨ªa contra el clasismo.Dice el se?or Pascual que no ve por qu¨¦ un hombre por el hecho de tener un t¨ªtulo universitario deba tener privilegios. Privilegios: ninguno, de acuerdo. Pero en todos los pa¨ªses del mundo, tambi¨¦n en los socialistas -y no parece necesario que le recuerde el principio, ?a cada cual, seg¨²n su trabajo, versus, a cada cual, seg¨²n sus necesidades?, que distingue el socialismo del comunismo ideal- la cualificaci¨®n del trabajo, y tambi¨¦n del manual, conlleva un diferente trato econ¨®mico, aunque las diferencias puedan llegar a ser peque?as, como de hecho en Espa?a est¨¢ sucediendo. Lo que ocurre es -en esto si que le doy toda la raz¨®n- que la sociedad espa?ola padece del vicio de la ?titulitis? como ¨¦l acertadamente dice. Se ha dicho, que el proceso educativo no ser¨¢ bueno hasta que el hijo de un alba?il pueda ser arquitecto y el hijo de un arquitecto -y esto es lo importante-, alba?il, y todos sigan tan contentos. Lo cual supone un grado de cultura b¨¢sica igual para los que cultivan las ?artes mec¨¢nicas? y las ?artes liberales?.