El Lute&
Y sigue volviendo gente de las sombras. De momento ha vuelto Arias y he vuelto yo. Pero vuelve tambi¨¦n Mar¨ªa Mahor del pasado remoto de los felices sesenta, cuando yo le hac¨ªa entrevistas en su piso del paseo de las Delicias, y me dice que vaya a verla con el ¨®bolo a la mesa de C¨¢ritas que tiene en la Gran V¨ªa.-Que me vengas por la mesa, Paco, que me va a venir mucha gente.
Bello fantasma riente y sonriente del pasado. Y vuelve el Lute. Y vuelve Rafael Conte, y precisamente a este peri¨®dico. Rafael Conte era el cr¨ªtico literario que m¨¢s cre¨ªa en m¨ª y m¨¢s varapalos me aplicaba en aquella d¨¦cada de vinos y rosas. Yo he salido adelante pese al amor literario de Rafael Conte. Pero es un memori¨®n y su presencia se va a notar en estas columnas, que trae de Par¨ªs un v¨¦rtigo de Meniere cultural y una formaci¨®n euroloquesea.El Lute, ya digo. Con Franco todo era m¨¢s de verdad. Ten¨ªamos bandoleros de verdad, como el Lute. Ahora s¨®lo tenemos quinquis del estudio uno de Prado del Rey, o sea Curro Jim¨¦nez, Sancho Gracia tiene mejor voz y Pilar Vel¨¢zquez est¨¢ m¨¢s exquisita que la Chelo, pero lo del Lute era de verdad y esto es de maquillaje. La democracia org¨¢nica no fue sino la continuaci¨®n del siglo XIX en el XX, el continuismo de la tradici¨®n isabelina de los motines, los pronunciamientos, las asonadas y las valleinclanescas bazas de espadas. El siglo XIX termin¨® un 20 de noviembre del siglo XX, y el ¨²ltimo bandido generoso de la Espa?a diferente de don Pr¨®spero fue el Lute, cuando incluso ten¨ªamos una Carmen de Espa?a, que era Carmen Sevilla, hoy recluida en un chalet de El Viso como en un beaterio; Marianita Pineda, de derechas, bord¨¢ndole quiz¨¢ la bandera roja y gualda a Carrillo, que el domingo la cant¨® y defendi¨® en mi Valladolid de entonces.
Vuelve el Lute con gafas, una carrera y unas memorias de mil folios. Vuelve Rafael Alberti, vuelve Jorge Guill¨¦n, vuelve Rosa Chacel y vuelve Aza?a, cuyo libro El jardin de los frailes (que son las memorias de aquel ni?o de derechas que fue don Manuel en El Escorial), ha reeditado Albia/Espasa y tengo que presentar dentro de unos d¨ªas. Vuelve a completarse poco a poco el rompecabezas de Espa?a. Unos viene brillantes y otros depauperados, hechos unas carrozas, que dir¨ªa Carmen Platero.
Mas, para que Espa?a est¨¦ completa tienen que volver de la ilegalidad los partidos a la izquierda del pec¨¦. Tenemos que estar todos: la izquierda, la extrema izquierda, la derecha, el centro, el Lute, Rafael Conte y Mar¨ªa Mahor. Con el franquismo, el Lute fue el ¨²ltimo bandolero folkl¨®rico escapado del XIX, porque el hombre anda siempre revestido de su circunstancia, y Espa?a era decimon¨®nica, absolutista, chispera, diferente, manola y typical, como bien cantaba Marisol:
-Con mucho typical, typical spanish, i ay!, con mucho typical
Y hasta Marisol se ha hecho roja, socialista de Gades y libertaria de Altea. Pero la transformaci¨®n del Lute es para m¨ª el mejor signo de la reforma o ruptura en que andamos metidos: los totalitarios se hacen dem¨®cratas, los verticalistas van los domingos a o¨ªr misa al mitin de la UGT, Carrillo se envuelve en la bandera nacio nal como en el capotillo del paseo preelectoral y el Lute se pone gafas. Los ¨²ltimos y ¨²nicos ves tigios del franquismo decimon¨®nico son ya Curro Jim¨¦nez y Alianza Popular.
Por eso salen tanto por la tele Curro Jim¨¦nez y Mart¨ªnez Esteruelas. Porque la tele es la Cifesa de los a?os setenta y cultiva una Espa?a de ¨¦poca, un cine de ¨¦poca y una pol¨ªtica de ¨¦poca. MIENTRAS Su¨¢rez va a Am¨¦rica para vender una imagen democr¨¢tica de Espa?a, RTVE vende el serial Curro Jim¨¦nez a las rep¨²bl¨ªcas hermanas que alumbrara S¨¢nchez-Bella. Todos hemos sido bandidos generosos de zarzuela durante cuarenta a?os, espa?oles pintorescos, coros del g¨¦nero chico, extras de una Espa?a, coreogr¨¢fica. El Lute es el primero que se ha reciclado de s te?or corriente sin esperar a las elecciones. A ver ahora los dem¨¢s.
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