La guerra de Zaire, una trama de enfrentamientos tribales
La ?drole de guerre? de Shaba, expresi¨®n utilizada en Kinshasa para calificar a los acontecimientos que tienen como marco la antigua provincia de Katanga, incluye entre sus motivaciones un aspecto internacional, pero tiene, al propio tiempo, una estrecha implicaci¨®n con el confuso tejido pol¨ªtico y social que caracteriza al Zaire de Mobutu.
El desmoronamiento de las unidades regulares del ej¨¦rcito zaire?o ante los katangue?os, no obedeci¨® a que estos ¨²ltimos fueran superiores en n¨²mero o estuvieran mejor armados, ni tuvo como factor principal la t¨¢ctica empleada, consistente en operar en peque?os grupos, preferiblemente de noche y sobre un terreno en el que pod¨ªan contar con simpat¨ªas entre la poblaci¨®n desde los lejanos tiempos de Tshombe.
Testigos presenciales de la invasi¨®n afirman que en la celeridad del avance de los ex gendarmes fue determinante, tanto la escasa moral de la tropa zaire?a confinada a jugar el papel de ej¨¦rcito de parada o desfile, lo cual se traduce, en algunas deserciones, como el que los acontecimientos se produjeron cuando la tensi¨®n, las rivalidades y el enfrentamiento entre las etnias Bakongo, Baluba y Lunda hab¨ªan alcanzado, un punto tal que, en opini¨®n del llamado Frente Nacional de Liberaci¨®n del Congo, el relevo de Mobutu era una simple cuesti¨®n de d¨ªas.
Estrat¨¦gica y pol¨ªticamente los katangue?os fueron utilizados en el momento apropiado: los bakongos, que forman el mayor grupo tribal del Zaire, atraviesan por un estado de depresi¨®n colectiva que tiene sus or¨ªgenes en la mentalidad del bant¨², al que le cuesta lo indecible remontar un estado de frustraci¨®n consecuente a una derrota, la cual en este caso est¨¢ representada por lo sucedido durante la guerra de Angola, donde los bakongos formaron el grueso de las tropas de Holden Roberto.
El equilibrio de Mobutu
Los balubas, radicados en el centro y sureste del pa¨ªs, y los lunda, que dominan la provincia de Shaba, han tratado de desplazar a los bakongos de las funciones militares y administrativas que estos todav¨ªa conservan.Mobutu, que no pertenece a ninguna de esas grandes tribus, sino que, procede de una etnia ecuatorial menos numerosa, ha logrado preservar su influencia por medio de complicadas dosificaciones en las filas del ej¨¦rcito, de las cuales ha separado a los elementos katangue?os, as¨ª como a trav¨¦s de reorganizaciones c¨ªclicas del Gobierno.
La ¨²ltima de estas ¨²ltimas fue realizada en febrero pasado, al destituir a Bisengymana Rwerna, al que se le consideraba como la eminencia gris de la Presidencia.
Los lunda, que han estado preconizando sin desmayo la independencia de la importante zona econ¨®mica de Shaba, demostraron en m¨¢s de una ocasi¨®n sus simpat¨ªas por todo aquel que se oponga a los bakongos, y es indudable que los katangue?os han sabido sacar partido de esa situaci¨®n.
Es harto probable que la ocupaci¨®n militar de la antigua Katanga no constitu¨ªa el objetivo esencial de los invasores, sino que la acci¨®n de estos intentaba propiciar una insurrecci¨®n popular a la que se unir¨ªa la revuelta de algunos militares.
Densa malla
La trayectoria pol¨ªtica seguida por seis o 7.000 antiguos gendarmes katangue?os refugiados en Angola, tras la liquidaci¨®n del Estado secesionista de Tshombe financiado ostensiblemente por los intereses mineros occidentales, y su posterior enrolamiento por los portugueses para combatir las fuerzas nacionalistas angole?as, responde a una l¨ªnea de continuidad que pasa a convertirse en un proceso espec¨ªficamente tribal al concluir la presencia colonial de Lisboa en Africa y producirse el paso de los katangue?os, con armas y bagajes, al lado del MPLA de Agostinho Neto para combatir a los bakongos de Holden Roberto.Esta densa malla de elementos tribales es considerablemente sensible a las manipulaciones ideol¨®gicas y, en tal sentido, el Zaire constituye uno de sus m¨¢s vivos ejemplos.
La intervenci¨®n militar marroqu¨ª ha modificado las coordenadas del problema. Las tropas alanitas forman actualmente la punta de lanza de la ofensiva zaire?a que, en estos d¨ªas, amenazan Kasaji, luego de haber reconquistado las localidades de Kawayongo y Sanikosa.
El rey Hassan II de Marruecos ha declarado en una entrevista a la revista Newsweek que envi¨® tropas de su ej¨¦rcito a Zaire para evitar el control sovi¨¦tico en esta parte de Africa.
?Creo que la situaci¨®n era la misma que cuando el presidente Eisenhower mand¨® a los infantes de marina al L¨ªbano en 1958?, a?adi¨® el monarca.
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