Adhesi¨®n mayoritaria a la huelga general francesa
La huelga general de ayer en Francia ha sido ampliamente seguida en el sector p¨²blico y bastante en el privado. Los sindicatos de izquierda calcularon que, en todo el pa¨ªs, las consignas de paro fueron cumplidas por cerca de cuatro millones de trabajadores y empleados. Las organizaciones patronales, por el contrario, estimaron que la huelga result¨® menos amplia que lo esperado. Las manifestaciones y cortejos de protesta contra el plan Barre, reivindicaci¨®n fundamental del movimiento, adquirieron dimensiones importantes en toda la geograf¨ªa gala. Anoche no era posible saber si el Gobierno se prestar¨ªa a la negociaci¨®n econ¨®mica que solicitan las centrales sindicales. En estos medios, como en los de las patronales, se calific¨® la huelga de pol¨ªtica.Al final de este paro, que por primera vez desde 1964 uni¨® a los seis sindicatos m¨¢s significativos del pa¨ªs (de izquierdas y moderados), ¨¦stos afirmaron que la acci¨®n hab¨ªa sido m¨¢s importante, posiblemente, que la de mayo de 1968. En todo caso, seg¨²n las mismas fuentes, el movimiento fue mucho m¨¢s amplio que el producido por la primera huelga contra el plan Barre, el pasado mes de octubre.
La huelga se llev¨® a cabo en forma desigual, seg¨²n las ¨¢reas productivas y las regiones. En el sector p¨²blico y nacionalizado, la media de paro alcanz¨® el 70 %. En el privado obtuvo, como se hab¨ªa previsto, un porcentaje inferior. Y en algunos ramos, como la banca, la construcci¨®n y el comercio, los empleados obedecieron las consignas con menos disciplina.
Todas las estimaciones coinciden en se?alar que, tanto m¨¢s importante que los paros, fueron las manifestaciones, que alcanzaron gran espectacularidad en todas las ciudades de Francia. La m¨¢s numerosa se realiz¨® en Par¨ªs, entre la plaza de la Bastilla y la estaci¨®n del Este. Se calcula que unas 300.000 personas desfilaron desde las diez de la ma?ana hasta pasada media tarde. Al final hubo algunos incidentes de escasa gravedad entre la polic¨ªa y ciertos grupos poco numerosos, que las fuerzas del orden calificaron de ?incontrolados?. En esta manifestaci¨®n, un grupo de vascos desfil¨® pidiendo la amnist¨ªa. Tambi¨¦n participaron emigrantes espa?oles, encuadrados en las diversas centrales sindicales francesas.
Esl¨®ganes pol¨ªticos
En Par¨ªs, como en provincias, los esl¨®ganes fueron de car¨¢cter econ¨®mico, contra el plan Barre, pero tambi¨¦n pol¨ªtico, exigi¨¦ndo la aplicaci¨®n del ?programa com¨²n? de la oposici¨®n de izquierda. Este elemento fue destacado por los observadores.
Georges Seguy, secretario general de la CGT, comunista, la central m¨¢s potente, declar¨® que despu¨¦s de este movimiento ?es imposible que el Gobierno no se preste a la negociaci¨®n?.
Los medios pr¨®ximos al primer ministro, Raymond Barre, sugirieron que esta huelga nacional no cambiar¨¢ en nada su pol¨ªtica. De igual manera, se manifestaron las organizaciones patronales. Pero lo m¨¢s probable, se cre¨ªa anoche, es que los poderes p¨²blicos, a la vista del ?hast¨ªo? producido por el programa de austeridad econ¨®mica, evidenciado ampliamente. por el paro general, intenten hacer alguna concesi¨®n, negociando con los sindicatos moderados; una negociaci¨®n con la que a la vez se intentar¨ªa romper el frente sindical que ayer se manifest¨® en un contexto pol¨ªtico complicado.
La frontera, afectada
La huelga general francesa ha afectado tambi¨¦n los puestos fronterizos de Ir¨²n y las trasmisiones de las agencias internacionales de noticias con Espa?a y los dem¨¢s pa¨ªses europeos.
Por otra parte, solamente sali¨® ayer un tren con destino a Par¨ªs. A las seis de la tarde sali¨® otro hacia Toulouse, y m¨¢s tarde lleg¨® a Ir¨²n un tren procedente de Par¨ªs.
La mayor parte del comercio permaneci¨® abierto en la zona fronteriza, aunque la clientela fue m¨¢s bien escasa. En Hendaya, los bancos y cajas de cambio realizaron sus operaciones con toda normalidad, pero no ha habido prensa y las oficinas de correos y tel¨¦grafos permanecieron cerradas durante toda lajornada.
La aduana francesa tampoco trabaj¨®. A los camiones, que regresaban de Francia vac¨ªos, y a los coches de turismo, no se les aplic¨® el control aduanero. La polic¨ªa, francesa, en cambio, s¨ª controla los pasaportes y documentaciones personales.
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