Primeras audiciones de Halffter, De Pablo, Bertom¨¦u y Larrauri
Contin¨²a en la sala de la Fundaci¨®n March, el ciclo de M¨²sica Espa?ola Contempor¨¢nea que interpreta el Grupo Koan, bajo la direcci¨®n de Jos¨¦ Ram¨®n Encinar. En las ¨²ltimas sesiones hemos podido escuchar varios estrenos en Espa?a, originales de Larrauri, Bertom¨¦u, Luis de Pablo y Crist¨®bal Halffter.
AIdatza, del bilba¨ªno Ant¨®n Larrauri, sobre texto de Eusebio Erquiaga, desarrolla una serie de valores en contraste y oposici¨®n, para lo que utiliza una voz de mezzo y un grupo instrumental (clarinete oboe, flauta, trompa, fagot, cuarteto de cuerda y percusi¨®n). Como en otras p¨¢ginas del compositor, se alcanza, no s¨®lo tensi¨®n dram¨¢tica dentro de la prosodia actual, sino lo que es m¨¢s dif¨ªcil: hacer derivar el material de ra¨ªces folklor¨ªsticas Las notas de Aldapeko, la concreci¨®n fugaz de alg¨²n otro motivo tradicional vasco, son como la fuente de la que deriva Larrauri una m¨²sica muy lejana, de cualquier forma nacionalista.El alicantino Agust¨ªn Bertom¨¦u posee una muy segura t¨¦cnica de escritura, lo que se revela en todas sus composiciones. Pantal¨¢n pertenece a lo que ya es un g¨¦nero: el estructuralismo. Tanto los factores interv¨¢licos como los componentes instrumentales est¨¢n organizados muy racionalmente, a partir de f¨®rmulas seriales, pero tratando de practicar un estilo de cierta libertad. Teniendo en cuenta, por otra parte, la funci¨®n ac¨²stica caracter¨ªstica de la objetivizaci¨®n musical. Por su indudable talento, Bertom¨¦u debiera figurar con mayor frecuencia en nuestros programas.
Pourquoi?, se titula la p¨¢gina de Crist¨®bal Halffter escuchada ahora en Madrid. El compositor se hace una serie de interrogaciones a partir de la necesidad de comunicaci¨®n con los oyentes. Lo cierto es que Halffter siente esa necesidad y por lo tanto, compone y seguir¨¢ componiendo cualquiera que sean las urgencias y dedicaciones extracompositivas que la vida le ofrezca como obligaci¨®n o tentaci¨®n. Si Crist¨®bal, con raz¨®n, piensa que debe dar con determinadas formas sonoras cualificadas, por lo pronto, por la misma naturaleza de la materia obtenida, transposiciones como la de su primer cuarteto o esta de ahora, originada en su segundo, puede considerarlas como ?obras nuevas?. La seguridad de trazo, la impostaci¨®n de las ?citas? beethovenianas (a modo de resumen ideol¨®gico y libre punto de partida), la transparencia de la textura, la libertad de procedimientos, la vertebraci¨®n, l¨®gica y coherencia del discurso, brillan en Pourquoi? como en tantas p¨¢ginas del m¨²sico madrile?o.
Masque, de 1973, presenta una de las muchas caras creativas de Luis de Pablo: en este caso la de la ?m¨²sica de acci¨®n? o teatro musical, cuyo fundamento sonoro se convierte en gestual alargando las dimensiones de los instrumentistas. Flauta, clarinete, piano y percusi¨®n bastan a De Pablo para un mensaje abierto, eficaz, polivalente. Los instrumentos son veh¨ªculos sonoros y, a la vez, personajes y la graf¨ªa de la partitura permite una serie de gestos y acciones-sonoras o no, que, por lo dem¨¢s, est¨¢n controladas por el autor, a trav¨¦s de un repertorio de obligadas interrelaciones. El humor, elemento que he destacado insistentemente como sustancial en la obra de De Pablo, aparece en Masques desde los ¨¢ngulos precisos: el pianista de yeso y el director imaginario, en un punto medio entre un director real y un mimo. Si se quiere puede evocarse alg¨²n singspiel dieciochesco para, con las debidas traslaciones de tiempo, intenci¨®n, circunstancia y prosodia, comprender este De Pablo ingenioso y de ¨®pera bufa.
Reposiciones fueron la M¨²sica f¨²nebre, de Ram¨®n Barc¨¦; M¨²sica de septiembre, de Miguel Angel Coria; Joc, de Xavier Benguerel y Caurga, de Juan Hidalgo. Cuatro dimensiones bien distantes de la m¨²sica espa?ola de vanguardia desde el temprano estructuralismo serial de Hidalgo (1957) nacido de su contacto con los medios italianos, hasta la po¨¦tica, tan bella sonoramente aparte sus implicaciones de fondo, propia de Miguel Angel Coria. Entre ambas, el homenaje de Barce al Che Guevara, preciso, sistem¨¢tico -seg¨²n propios y personales principios- y la articulaci¨®n sonora (entre presente y distante, entre rigurosa y libre), de Benguerel en su Joc.
Excelentes interpretaciones la de Encinar y su grupo, y magn¨ªfica actuaci¨®n de Esperanza Abad, en la obra de Larrauri. Gran voz gran inteligencia la de esta insustituible de la vida musical madrile?a.
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