El nerviosismo mand¨® en Las Margaritas

Hab¨ªa ambiente festivo en Las Margaritas. Tres aficiones, las del ?Geta?, la gaditana y la rayista mostraron su alegr¨ªa en unos proleg¨®menos excesivamente largos. En el terreno de juego, Getafe y C¨¢diz, con miras bien distintas, se lo jugaban todo a una carta. Era el ascenso para unos y la salvaci¨®n para otros. Al final, tras un partido exento de toda brillantez, empate justo en el marcador y todos contentos, menos el Oviedo.Amparado en el temprano gol de Salazar, el Getafe impuso su mando en un primer tiempo de acoso al marco gaditano, aunque sus acciones fueran producto de la garra de sus jugadores, que no de un juego de calidad. Unicamente Gonz¨¢lez, soberbio hasta que se desfond¨® en los minutos finales del choque, y Salazar, apuntaban jugadas meritorias.

Los gaditanos sacrificaron cualquier amago de vistosidad en aras de lo pr¨¢ctico. Pudo el Getafe aumentar su ventaja en esta fase, en la que el C¨¢diz apenas si cre¨® ocasiones de peligro.

Tras el descanso, la superior calidad y experiencia del cuadro andaluz se dej¨® notar, aunque sujuego nunca resultase lo brillante que la categor¨ªa de sus hombres hace presumir. Enrique Mateos adelant¨® sus peones y Quino, en una de las pocas ocasiones que.tuvo de lucimiento, logr¨® un.tanto que puede resultar decisivo. Faltaba. a¨²n media hora y todo pod¨ªa ocurrir. El miedo a perder se acrecent¨® y los dos equipos se conformaban con la igualada.

Los transistores cantaron el gol del Gij¨®n y el nerviosismo, aut¨¦ntico protagonista del partido, dej¨® paso a la satisfacci¨®n de unos y otros. El empate da al C¨¢diz pr¨¢cticamente el ascenso, al Getafe la supervivenci a y al Rayo la otra plaza del ascenso. Todo, claro est¨¢, a expensas de la ¨²ltima jornada. Un punto basta para que los tres equipos cumplan sus objetivos. El domingo, en Vallecas, Rayo-Getafe.

Nuevo caso arbitral

La sustituci¨®n del colegiado tinerfe?o Mart¨ªn Trujillo, que deb¨ªa dirigir el partido Getafe-C¨¢diz, pone a la vista un nuevo ?caso? arbitral. Rumores sin confirmar hablan de que ha sido separado del Colegio Nacional, aunque ¨¦l mismo lo ha desmentido, as¨ª como la visita del supuesto ?sobornador?, se?or Molina, que le ofreci¨® un mill¨®n de pesetas por la victoria de? C¨¢diz. El hecho real es que el Colegio decidi¨® su sustituci¨®n para evitar suspicacias -no porque estuviera enfermo- y ahora queda por aclarar su honorabilidad.