Dejar de fumar en cinco d¨ªas / 2
Los asistentes se animan:?Cu¨¢ntos de todos ustedes no han fumado un solo cigarrillo en las ¨²ltimas veinticuatro horas? Muchos brazos se levantan. Aplauso general. Otros han ca¨ªdo, pero no importa. Lo fundamental es repetir ?he decidido dejar de fumar?. Una cuesti¨®n se plantea al doctor Schmith.?No es mejor dejar el tabaco poco a poco, que dejarlo de forma brusca? La respuesta es tajante: ?Imag¨ªnese que usted quiere mucho a su perrito y le tiene que cortar la cola. En vez de cort¨¢rsela de una vez, vaya cort¨¢ndosela a trocitos... ? El tabaco debe dejarse de golpe. En ese sentido se expuso que estaba perfectamente demos trado que el tabaco no produc¨ªa dependencia f¨ªsica, es decir, que no se produc¨ªan trastornos som¨¢ticos por dejar su uso. Lo que s¨ª produce es dependencia s¨ªquica, ligada al sistema nervioso. En el sistema nervioso dos partes son diferenciables: la que ordena nuestros movimientos voluntarios, y el sistema aut¨®nomo, que act¨²a sin intervenci¨®n de voluntad -respirar, digerir, parpadear-. El vicio del tabaco se sit¨²a en el punto medio. Comienza siendo un acto voluntario, pero su repetici¨®n constante hace que tenga tambi¨¦n parte de acto aut¨®nomo o, por lo menos, autom¨¢tico. ?Para dejar de fumar -se dijo all¨ªes pues necesario romper la uni¨®n de este tipo de actos, desligar el hecho de fumar, de otros actos de la vida diaria.? Si se fumaba al despertar, habr¨¢ que despertarantes; si se encend¨ªa un pitillo al tomar un caf¨¦, habr¨¢ que tomar tila; si era imprescindible el tabaco despu¨¦s de comer, habr¨¢ que finalizar la comida de otra forma, para evitar que esos hechos se condicionen.La sensaci¨®n de apetencia intensa del tabaco se va eliminando a trav¨¦s de la ingesti¨®n abundante de' frutas y zumos y bebidas no alcoh¨®licas. ?Y, desde luego, evitar t¨¦ y caf¨¦ -que contienen te¨ªna y cafe¨ªna- y como alcaloides tienen una estrecha relaci¨®n con la nicotina, aparte de los reflejos que llevan condicionados.
Tambi¨¦n se ampliaron con todo detalle los efectos del tabaco en el sistema circulatorio. El tabaco tiene una acci¨®n vasoconstrictora. Al descender el nivel de nicotina los vasos se dilatan. Pero la reiteraci¨®n hace perder elasticidad a los vasos. Los datos estad¨ªsticos en torno al perjuicio del tabaco ya no impresionan: el fumador tiene veinte veces m¨¢s de posibilidades de contraer un c¨¢ncer de pulm¨®n que el no fumador.
Una pel¨ªcula -El tiempo apretar¨¢ el gatillo- fue sumamente ilustrativa. Se ve la muerte de una rata de laboratorio tras haberle ad ministrado una pincelada de los residuos de un solo cigarrillo. Es inmediato. Sin embargo, no se tra ta en este curso de forzar los aspectos dram¨¢ticos deltabaco, sino de iniciar y desarrollar las ideas positivas. Se evita el no fumar¨¦, por el s¨ª vo y a dejar de fumar. Que, aun que parezca igual, no es lo mismo. Es algo m¨¢s positivo, reaccionamos mejor.
La mayor¨ªa de los asistentes al curso no fumaron ning¨²n cigarro en ya el primer d¨ªa. Otros caveron, pero poco: dos, tres cigarrillos. Es una batalla. Perder una batalla no significa perder la guerra. Y se dan los consejos a seguir para el segundo d¨ªa. Levantarse con la idea de siempre: ?He decidido-dejar de fumar.? Ducha tibia, frot¨¢ndose para activar la circulaci¨®n. El r¨¦gimen alimenticio tiene que seguir bas¨¢ndose en frutas abundantes y en zurrios y l¨ªquidos. Si hay deseos muy intensos de fumar, respiraci¨®n profunda. Sit¨²ese bien. Respire profundamente. Beba agua. Salga al aire libre, si es posible, y rep¨ªtase He decidido dejar de,fumar. Nada de caf¨¦; hacia las 4.30 de la tarde, hay tendencia a la hora baja. Despu¨¦s de la cena el peri¨®dico o el sill¨®n de ver la tele, deben esperar. Un breve paseo. Respiraci¨®n. Y, corno siempre, he decidido dejar defimar. Recu¨¦rdense las tres ?r?: resoluci¨®n, r¨¦gimen, respiraci¨®n.
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