ADENA solicita la prohibici¨®n de venenos para exterminar animales
La Asociaci¨®n para la Defensa de la Naturaleza (ADENA), ha hecho p¨²blico un comunicado en el que denuncia el empleo masivo de productos envenenados o t¨®xicos con el fin de ?exterminar? a diversos animales.
Estas campa?as de envenena miento de las llamadas ?alima?as? son llevadas a cabo todos los a?os por las sociedades de cazadores y due?os privados de coto de caza, con el fin de eliminar a los posibles depredadores de sus piezas cineg¨¦ticas. Pero estos venenos, dirigidos principalmente a los zorros y c¨®rvidos, provocan aut¨¦nticos desastres ecol¨®gicos, ya que los huevos envenenados empleados en estas campa?as, son devorados por otros animales, tales como los must¨¦lidos, las ginetas,los gatos monteses o los alimoches, extendi¨¦ndose la muerte por todo el territorio, fen¨¦meno que se agrava con la muerte de numerosas aves de presa que mueren al ingerir los cad¨¢veres envenenados. Es precisamente la posibilidad de que puedan exterminarse aves tan escasas como el buitre negro o el ¨¢guila imperial lo que tiene que hacer reconsiderar a la Administraci¨®n P¨²blica la concesi¨®n de permisos para envenenar grandes extensiones de nuestro territorio nacional.Los permisos para colocar huevos envenenados, unos 2.500 al a?o, son concedidos por el ICONA, tras consulta previa de distintas autoridades locales, pero nunca tras el estudio minucioso de los posibles efectos que podr¨ªa causar en una zona determinada. Por otro Iado, en muchos cotos privados de los 26.000 que existen en Espa?a, el envenenamiento se lleva a cabo sin ning¨²n tipo de permiso y en ocasiones empleando estricnina, veneno cuyo uso proh¨ªbe la legislaci¨®n espa?ola.
Es evidente que el Estado debe intervenir en este fen¨®meno cuya continua expansi¨®n est¨¢ poniendo en peligro la supervivencia de numerosas especies, muchas de ellas endemismos ib¨¦ricos.
ADENA, consciente de las repercusiones que en la fauna salvaje -e incluso en el propio hombre- puede tener el empleo de productos envenenados o t¨®xicos, ha elevado a la Administraci¨®n P¨²blica un ruego para que se delimite su uso a las ¨¢reas donde la riqueza cineg¨¦tica resulte de alto inter¨¦s econ¨®mico y donde las cadenas tr¨®ficas est¨¦n ya muy alteradas, prohibi¨¦ndose totalmente en el resto de la Pen¨ªnsula.
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