"Los fascistas italianos, un peligro para el proceso democr¨¢tico espa?ol"
Francesco Cossiga, 49 a?os, ministro del Interior italiano, sardo, primo del secretario general del PCI, Enrico Berlinguer, es uno de los miembros del Gobierno Andreotti m¨¢s expuestos a cr¨ªticas y a atentados. Entre los universitarios se le conoce como il colonnello Kossiga Su tesis es que el extremismo italiano fomenta la estrategia de la tensi¨®n con el objetivo de provocar al Estado y debilitar al PC. Durante su estancia en Espa?a para entrevistarse con Rodolfo Mart¨ªn Villa -su colega espa?ol- hizo las siguientes declaraciones a Bosco Esteruelas para EL PAIS.
Cossiga: ?El Gobierno italiano tiene un enorme inter¨¦s por mantener estrechas relaciones con Espa?a. Nos han precedido otros pa¨ªses occidentales y del mundo socialista, as¨ª es que queremos recuperar el tiempo perdido. Estoy seguro de que Espa?a, una vez lograda la democracia, asumir¨¢ un papel extremadamente importan e en Europa. Y de all¨ª, nuestro deseo de ampliar contactos. ?
EL PAIS: ?En qu¨¦ punto se halla el contencioso con Espa?a sobre la extradici¨®n de s¨²bditos italianos detenidos aqu¨ª?
C.: Es un problema delicado. Usted sabe bien que su pa¨ªs ha sido durante mucho tiempo un lugar tranquilo para los exponentes de la extrema derecha italiana. No obstante, estoy convencido de que Espa?a ya no ser¨¢ nunca m¨¢s un lugar tranquilo para estos individuos. En mis conversaciones, en Toledo y Porto Cervo, con mi colega Mart¨ªn Villa, le he hecho hincapi¨¦ en la peligrosidad que supondr¨ªa la permanencia en Espa?a de componentes de la extrema derecha internacional y, en particular, italiana. Esto no es solamente peligroso para los pa¨ªses de origen de estos se?ores, sino tambi¨¦n para el futuro desarrollo de la democracia espa?ola.
Concret¨¢ndome a su pregunta debo decir que los procesos de extradici¨®n son una cosa laboriosa. Aqu¨ª, en Espa?a, siguen un curso inverso que en Italia. Primero los examina el Gobierno y posteriormente pasan a la Audiencia Nacional, que dicta sentencia. La mayor parte de las extradiciones han sido ya aprobadas por el Consejo de Ministros y trasladadas a la Magistratura. Dos han sido rechazadas, pero esto ocurre en ocasiones cuando los inculpados son personas acusadas de alg¨²n delito por parte del pa¨ªs al que se solicita la extradici¨®n. De todos modos insisto, mi preocupaci¨®n ha sido hacer entender que, aparte de los problemas jur¨ªdicos que puedan plantearse, es muy peligroso que el Gobierno espa?ol se quede con estos individuos y tengo la impresi¨®n de que el se?or Mart¨ªn Villa, as¨ª como sus colaboradores, se dan perfectamente cuenta de la peligrosidad de estos extremistas.
EL PAIS: ?El Gobierno italiano ha sabido en alg¨²n momento las actividades pol¨ªticas que ven¨ªan desarrollando en Espa?a personas como Massagrande o Pomar?
C.: No, al menos durante los diecis¨¦is meses que llevo al frente del Ministerio. No obstante, debo decir que ten¨ªamos informaci¨®n de qui¨¦n estaba y de qui¨¦n no estaba en Espa?a. Posteriormente fuimos informados por las autoridades espa?olas y supimos que algunos de ¨¦stos hab¨ªan tomado parte, junto con elementos de la extrema derecha espa?ola, en acciones delictivas.
EL PAIS: ?Existe una Internacional Terrorista, sin signo pol¨ªtico determinado, interesada en provocar lo que ustedes llaman ?estrategia de la tensi¨®n??
C.: Es dif¨ªcil de decirlo, quiz¨¢ s¨ª pero yo no estoy en condiciones de afirmar categ¨®ricamente que exista una organizaci¨®n terrorista perfectamente coordinada. Que haya una analog¨ªa ideol¨®gica y t¨¢ctica entre terroristas de distintos pa¨ªses una simpat¨ªa entre ellos y, quiz¨¢, una ayuda, no lo niego. Esto es as¨ª, pero de aqu¨ª a afirmar que existe una organizaci¨®n internacional, no lo podr¨ªa asegurar. Es evidente que ha habido simpat¨ªas y, quiz¨¢, algo m¨¢s que eso, entre las Brigadas Rojas y la banda Bader-Meinhoff e igualmente entre los j¨®venes extremistas de derecha italianos y los espa?oles, porque recurren a la misma simbolog¨ªa y teor¨ªa del Ordre Nouveau franc¨¦s.
EL PAIS: ?Qu¨¦ piensa su Gobierno de la serle de atentados y cr¨ªmenes pol¨ªticos que se est¨¢n produciendo en Italia y que, curiosamente, se ha visto recrudecida tras el levantamiento de la prohibici¨®n de las manifestaciones p¨²blicas?
C.: Es claro que algunos disparos son fascistas, pero los ¨²ltimos no lo creo. Para ello me remito a la prensa de izquierda, que as¨ª lo estima. Aqu¨ª se trata ya de un terrorismo verdadero. Se dispara al pecho o a las piernas a personas muy precisas. Es necesario distinguir entre causas pol¨ªticas pr¨®ximas y remotas y los medios para luchar contra eme, tipo de terrorismo. Para hacerle frente se necesita una movilizaci¨®n pol¨ªtica de la sociedad italiana que a¨ªsle a los terroristas y que los condene moralmente, sin ninguna debilidad ni intento alguno de buscar seudojustificaciones. No es suficiente, como afirman algunos ¨®rganos de la prensa de izquierda, decir que ahora no es el momento de disparar; de poner en discusi¨®n el empleo de la violencia; que disparar significa una provocaci¨®n, as¨ª como hacer el juego del ministro del Interior y del PCI, que lo est¨¢ protegiendo. Pero, en mi opini¨®n, esto no quiere decir que los que as¨ª piensan no disparan ahora, sino que m¨¢s bien est¨¢n preparando las premisas sicol¨®gicas para emplear la violencia m¨¢s tarde. Lo que se precisa es un empe?o pol¨ªtico de absoluta e inapelable condena hacia todos aquellos que disparan y hacia los que rehusan condenar a los autores. Quienes se rehusan en condenarles son tan culpables como ellos. En Italia hay pocos que disparan, pero muchos que rehusan a condenar a los que disparan.
EL PAIS: ?Qu¨¦ opini¨®n le merece la acusaci¨®n que se hace a su Gobierno por parte de un partido parlamentario como el radical, y a trav¨¦s de su l¨ªder Marco Panel la, de ser la DC la que est¨¢ interesada en fomentar la estrategia de la tensi¨®n?
C.: Bueno, le dir¨¦, que seg¨²n ¨¦l, no es s¨®lo la DC la que expropia la libertad del diputado Panella, sino tambi¨¦n el PC y los ?sicarios? del PS...
EL PAIS: Hace unas fechas fue asesinada, en Roma una muchacha en el transcurso de una manifestaci¨®n no autorizada. En el Pa¨ªs Vasco, la prohibici¨®n de manifestaciones pro amnist¨ªa origin¨® un clima de violencia que produjo varios muertos. ?Es la represi¨®n violenta la que ocasiona v¨ªctimas que quiz¨¢, de otra manera, no se producir¨ªan?
C.: Primeramente, respecto al Pa¨ªs Vasco, no estoy en condiciones de dar una opini¨®n, por correcci¨®n y por ser hu¨¦sped del Gobierno espa?ol, a m¨¢s de que ser¨ªa violar el principio b¨¢sico de no injerencia en los asuntos internos de un pa¨ªs. Pero, en lo que concierne a Italia, pienso que los hechos de Roma justificaban plenamente la prohibici¨®n de las manifestaciones y no creo que se pueda echar la culpa de lo que sucede, cuando se viola una norma, a la misma prohibici¨®n de posibles actos de violencia. Hab¨ªa otras fuerzas pol¨ªticas, m¨¢s responsables, que se abstuvieron de manifestarse, a¨²n sin estar de acuerdo con la medida tomada por el Gobierno. Por todo lo cual estoy convencido de que el Gobierno italiano no tuvo ninguna responsabilidad de lo que sucedi¨®.
EL PAIS: Los ¨²ltimos incidentes universitarios italianos fueron reprimidos en algunos casos, como en Roma o Bolonia, con extraordinaria dureza. ?Era tan extrema la situaci¨®n como para realizar tales actos?
C.: Le dir¨¦ que en Bolonia, la universidad hab¨ªa sido tomada por individuos que previamente hab¨ªan saqueado una armer¨ªa y que se encontraban armados hasta los dientes. La decisi¨®n tomada por m¨ª para intervenir de esta forma la adopt¨¦ despu¨¦s de haber consultado a todas las fuerzas pol¨ªticas del pa¨ªs y sin que hubiera divergencia alguna. Los universitarios se vieron superados en sus manifestaciones por los ?aut¨®nomos?, que disparaban contra ellos. Estos ?aut¨®nomos? consiguen las armas de los saqueos que hacen, as¨ª como gracias a las facilidades que existen actualmente para obtenerlas.
EL PAIS: La transici¨®n pol¨ªtica espa?ola ha originado hasta ahora m¨¢s de una cincuentena de muertos. Como ministro encargado de velar por el orden p¨²blico, ?qu¨¦ opini¨®n le merece el proceso democr¨¢tico espa?ol?
C.: Creo, simplemente, que ustedes son el ¨²nico pa¨ªs que ha sido capaz de salir de una dictadura e ir a la democracia sin hacer la revoluci¨®n.
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