El bloqueo de la ley sobre el aborto puede abrir una crisis pol¨ªtica en Italia
Durante cuatro a?os, el aborto fue considerado en Italia una ?mina errante?, que pod¨ªa incluso hacer saltar un Gobierno. Cuando menos lo esperaba la opini¨®n p¨²blica, y despu¨¦s de la aprobaci¨®n por la C¨¢mara Baja de su penalizaci¨®n, la ?mina? del aborto ha estallado en el Senado, que ha bloqueado (v¨¦ase EL PAIS de ayer) la ley.
?Golpe de mano de la Democracia Cristiana?, o simplemente ?golpe democristiano? es el t¨ªtulo que domina a seis y nueve columnas, en las p¨¢ginas de la prensa socialista, socialdemocr¨¢tica y de extrema izquierda. Un golpe de mano es una decisi¨®n imprevista y a traici¨®n. Hay quien dramatiza, hablando incluso de ?brigadistas blancos?, como el conservador La Nazione, y de ruptura del ?arco constitucional?, como la derecha nacional; otros, con m¨¢s cautela pol¨ªtica, ni se muestran triunfalistas, como la Democracia Cristiana, ni le dan m¨¢s importancia que la de un percance l¨®gico, un regular bloqueo parlamentario de un proyecto de ley, como hace el ¨®rgano comunista L'Unita. Tensi¨®n s¨ª, pero con cautela.
Una coyuntura dif¨ªcil
Italia es todav¨ªa el pa¨ªs del Concilio de Trento, el pa¨ªs que le va a las mil maravillas al obispo Lef¨¨bvre. Sobre este juicio de base, el ¨®rgano radical-socialista La Rep¨²blica lamenta que se radicalice tan f¨¢cilmente la vida pol¨ªtica italiana. Por mucho que hagan democristianos y comunistas para que el problema no influya en la situaci¨®n pol¨ªtica general, la base del Partido Socialista, radicales y demoproletarios, que son partidarios del refer¨¦ndum, comenzar¨¢n de nuevo una batalla, que parec¨ªa ya ganada.La coyuntura pol¨ªtica es ciertamente dif¨ªcil; la izquierda puede sucumbir a la tentaci¨®n de defender a ultranza el aborto. La coherencia pol¨ªtica de la Democracia Cristiana puede convertirse en una victoria de Pirro. Sobre el papel, el ?frente laico?, partidario del aborto, compuesto de comunistas, socialistas, socialdem¨®cratas, independientes de izquierda, republicanos y liberales, era de 161 senadores. El frente contrario que, votando la propuesta democristiana de no discutir los art¨ªculos del proyecto, ha dado carpetazo a la ley, era de 154. Siete senadores, en realidad, se han comportado, en el lenguaje parlamentario, como ?francotiradores?. Trat¨¢ndose de un problema grave, como ¨¦l aborto, de principi¨®, de libertad, el francotirador ha podido muy bien ceder a una ?objeci¨®n de conciencia? y votar contra la disciplina del partido.
La DC, en busca de un compromiso
Socialistas, socialdem¨®cratas y republicanos han reaccionado duramente a las insinuaciones de que los tiros proven¨ªan de sus grupos, para dirigir contra el ?compromiso hist¨®rico? democristiano-comunista, que est¨¢ pasando sobre sus cabezas. Los republicanos han propuesto en seguida que la misma ley sea discutida de nuevo por la C¨¢mara Baja.La Democracia Cristiana quisiera llegar a una ley que fuera resultado de un compromiso de laicos y cat¨®licos. El dilema jur¨ªdico de la DCI es buscar un compromiso entre el c¨®digo fascista Rocco, que defend¨ªa la ?estirpe?, y la absoluta libertad de la mujer para decidir el aborto sin v¨ªnculos de ninguna clase, que defienden los radicales. Tampoco el ?aborto terap¨¦utico?, ya reconocido por la Constituci¨®n, puede satisfacer a la izquierda, Se comenzar¨¢, pues, de nuevo a buscar una soluci¨®n despu¨¦s de tantos a?os de fatiga, debates y f¨®rmulas jur¨ªdicas.
Una cosa es segura: el refer¨¦ndum que casi todos los partidos quieren evitar, es hoy m¨¢s posible. Para impedirlo, o se vota una nueva ley antes de la primavera de 1978, o se anticipa el cierre de la legislatura. El refer¨¦ndum abrogativo, pedido por los radicales en 1975, no pudo ser celebrado por la disoluci¨®n anticipada de las C¨¢maras, que condujo a las famosas elecciones del 20 de junio pasado. La ?mina errante? del aborto se est¨¢ convirtiendo en peligrosa no s¨®lo para los Gobiernos, sino para las legislaturas enteras.
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