Gir¨®n: "EI Centro s¨®lo aspira a mantenerse en el Poder"
A local lleno y con un n¨²mero de oyentes parecido al que acudi¨® a escuchar a los lideres nacionales de Alianza Popular (unas 5.000 personas), la provincia de mayor n¨²mero de noes en el ¨²ltimo refer¨¦ndum recibi¨® la visita de Jos¨¦ Antonio Gir¨®n. ?Vengo a hablaros con una libertad esencial, para hablaros de Espa?a, cuando todos parecen interesados en hablaros de otras cosas.?
Gritos de ?Franco, Franco? interrumpieron varias veces el discurso del presidente de la Confederaci¨®n de Combatientes que tuvo palabras tan duras para el comunismo como para los partidos de la derecha y el centro. ?No pertenezco al gremio de los arrepentidos -se?al¨®-, y me siento orgulloso de haber luchado por Espa?a a las ¨®rdenes de Francisco Franco, la espada m¨¢s limpia de Europa.? Al fallecido Caudillo le calific¨® Gir¨®n tambi¨¦n de ?el estadista m¨¢s completo, sereno y equilibrado con que cuenta, acaso, nuestra Historia?.Despu¨¦s de destacar la obra del pasado y de citar a Rafael Cavestany (?a quien debemos el milagro de la revoluci¨®n industrial espa?ola?) a Elola Olaso y al Instituto Nacional de Colonizaci¨®n, el orador dijo que como falangista no se avergonzaba de nada de cuanto se hizo en nombre de la Falange Espa?ola, ?pero en cambio -puntualiz¨®- ni somos ni tenemos por qu¨¦ hacernos responsables de los abusos o descalabros que otras familias del r¨¦gimen originaron a Espa?a?. ?No s¨¦ si ser¨¢ por esto, o por otra raz¨®n, pero lo cierto es -a?adi¨®- que quienes m¨¢s tienen por qu¨¦ callar son quienes tratan de sellar definitivamente la puerta de la Historia Contempor¨¢nea. ?Para Europa tuvo Gir¨®n palabras de elogio (?Europa es cultura?) y palabras de desprecio. ?Espa?a ya est¨¢ homologada a Europa en su desorden, en el derrumbamiento de su moral de combate frente a la invasi¨®n comunista, en su abdicaci¨®n de los valores esenciales, en la violencia callejera.? ?Pronto -a?adi¨®- ver¨¦is c¨®mo tambi¨¦n Espa?a se homologa a Europa en el aborto y el incesto, para que ning¨²n mequetrefe m¨¢s all¨¢ del Pirineo nos pueda tipificar de oscurantistas y retr¨®grados. A esa Europa contemplan con ¨¦xtasis de horteras algunos de nuestros j¨®venes pol¨ªticos.?
Afirm¨® m¨¢s tarde Gir¨®n no creer, ni en el eurocomunismo ni en el eurocapitalismo. ?Como espa?ol me niego a que la soberan¨ªa de mi Patria quede uncida a uno u otro arco del yugo?, a?adi¨®, criticando a los pol¨ªticos de la derecha la dejaci¨®n que est¨¢n haciendo de la victoria. -?En realidad -dijo-, la m¨¢xima aspiraci¨®n de la derecha es que Santiago siga repartiendo mandobles entre la jarca mora y que los obreros renuncien a su bronco clamor revolucionario para instalarse en modosas organizaciones de sindicatos piadosos, aptos a bendiciones y a los aguinaldos de los poderosos.? Del centro, Gir¨®n dir¨ªa que ?casi no quiere nada porque s¨®lo aspira a mantenerse en el poder?. ?El centro -dijo tambi¨¦n est¨¢ compuesto por j¨®venes sin apenas necesidades, para los que el socialismo es una moda o un disfraz, como el tenis o el smoking. ?
El orador termin¨® exponiendo los objetivos actuales de Falange Espa?ola de las JONS. ?Ha llegado el tiempo -dijo- de que juntos pensemos en trazar las bases de nuestra democracia social de estructura sindical?, democracia que, en palabras de Gir¨®n, debe partir de una profunda reforma fiscal, de ?una vuelta de ojos al campo?, de una industria donde su columna principal sea la empresa p¨²blica, del predominio de la utilizaci¨®n p¨²blica y social del suelo, etc¨¦tera. ?He venido a recordaros -concluy¨®- la necesidad del renacimiento de la Falange.?
El acto termin¨® con el canto del Cara al Sol y otros himnos falangistas. La salida de Gir¨®n del inmenso garaje donde hab¨ªa pronunciado un discurso de m¨¢s de una hora de duraci¨®n, se hizo entre gritos de ?Raimundo, Gir¨®n y Blas Pi?ar?.
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