"Nada se opone a la colaboraci¨®n entre el marxismo y los cristianos

En el local de la Instituci¨®n Fe y Secularidad se llev¨® a cabo la presentaci¨®n del libro Los marxistas espa?oles y la religi¨®n. Teresa Rodr¨ªguez de Lecea explic¨® las dificultades que encontr¨® para realizar la encuesta, en mayo de 1975 debido a circunstancias pol¨ªticas, y las razones que la orientaron hacia personas representativas de los partidos pol¨ªticos. Luego, el profesor Tu?¨®n de Lara, desde un enfoque hist¨®rico, nos situ¨® el complejo problema de las relaciones entre cristianismo y marxismo en Espa?a.Empez¨® por se?alar que la definici¨®n de Marx ?la religi¨®n es el opio del pueblo? se justifica hist¨®ricamente. As¨ª los campesinos de Granada se sublevaron en el siglo pasado con el grito aparentemente absurdo: ?Abajo el Papa, viva Garibaldi?. En el seno de la Internacional, Marx se opuso siempre al ate¨ªsmo de los anarquistas y exigi¨® dejar al margen las creencias religiosas en el combate pol¨ªtico. En la primera reuni¨®n de la Internacional en Madrid, una mujer sastre expres¨® el sentimiento general, al decir que la religi¨®n debe quedar en lo sagrado de la intimidad. El Congreso Socialista de 1898 adopta una actitud similar y Pablo Iglesias declara que se puede ser socialista y creyente. Pero la formaci¨®n de sindicatos cat¨®licos vinculados a la clase dominante y que act¨²an como amarillos, desencadena en el pueblo espa?ol un odio creciente contra la Iglesia y su pol¨ªtica. Para el profesor Tu?¨®n, los a?os 1939-1975 son decisivos en la transformaci¨®n de la Iglesia espa?ola, que pasa de una actitud beligerante frente al marxismo, a una inteligencia pr¨¢ctica con el mismo. El propio Tu?¨®n inicia con sus colaboraciones en la revista cat¨®lica Esprit el primer di¨¢logo marxista espa?ol con los cristianos. A este respecto, narr¨® su primer encuentro con Alfonso Com¨ªn, con el cual lleg¨® a un r¨¢pido entendimiento conceptual.

La Iglesia espa?ola se adelant¨® al Concilio Vaticano II. Sin embargo, el profesor Tu?¨®n se pregunta, ?hasta donde puede llegar esta colaboraci¨®n? La Iglesia ha sido durante siglos instrumento de la clase dominante. En este sentido, la religi¨®n es una ideolog¨ªa. Pero tampoco hay que olvidar que la Iglesia es una instituci¨®n, desgarrada por una lucha de clases interna, pues hay una Iglesia de los ricos y otra de los pobres. Por consiguiente desde el punto de vista marxista no se puede condenar a la Iglesia en su totalidad. Nada se opone, pues, a una colaboraci¨®n entre marxistas y cristianos, deduce el profesor Tu?¨®n, ya que el marxismo es una ciencia, no una visi¨®n dogm¨¢tica del mundo.