Esc¨¢ndalo en el Palacio de los Deportes por un veredicto justo

El tailand¨¦s Saensak Muangsuring venci¨® ayer por puntos a Perico Fern¨¢ndez y retuvo as¨ª su t¨ªtulo mundial de los superligeros. El veredicto, justo a todas luces, enfureci¨® al p¨²blico del Palacio de Deportes madrile?o, que arroj¨® todo tipo de objetos sobre el ring cuando se dio el veredicto de los jueces, en una reacci¨®n aut¨¦nticamente lamentable.El p¨²gil tailand¨¦s muy cambiado, pele¨® por vez primera en Madrid, boxe¨® m¨¢s reposadamente, mand¨® en el cuadril¨¢tero y evidenci¨® enormes mejoras t¨¦cnicas. Contin¨²a, eso s¨ª, basando todo en la enorme potencia de su pegada; clava los pies en la lona, mide esa media distancia ¨®ptima y lanza con precisi¨®n la derecha, a la espera de doblar con la izquierda. Su defensa, sin embargo, denot¨® una gran irregularidad, especialmente a la salida de las cuerdas, donde le gan¨® siempre la partida la cintura y rapidez de Perico. Este, sin embargo, dej¨® pegar demasiado a su rival, cubierto en las cuerdas, y la proporci¨®n fue siempre muy desfavorable para ¨¦l. Adem¨¢s, apenas si pudo colocar alg¨²n golpe por dentro de la guardia de Muangsuring y en esas salidas de cuerdas, con reacciones vistosas, pero ineficaces de cara a las cartulinas de los jueces, Siempre le falt¨® un poco de rapidez y precisi¨®n para colocar buenos golpes en el rostro del tailand¨¦s. Lo hizo demasiadas veces por fuera.

Muangsuring supo acorralar al espa?ol, y aun sin llegar al rostro con claridad fue amontonando golpes que se se?alaron en el p¨®mulo izquierdo y ceja de ese mismo lado de Perico, as¨ª como puntos fundamentales. El combate, sin embargo, pas¨® por momentos inciertos, ya que Perico intent¨® colocar su terrible derecha en el rostro del tailand¨¦s -lo ¨²nico que busc¨® realmente- fiando todo al golpe de suerte que no llegar¨ªa.

Ya en el duod¨¦cimo asalto, los jueces -italiano y mexicano- y el ¨¢rbitro, daban puntuaci¨®n muy favorable a Muangsuring. De tres, tres y cuatro puntos de margen. Perico tampoco consigui¨® el golpe definitivo en los tres ¨²ltimos asaltos, pues la t¨®nica del combate no vari¨® pr¨¢cticamente. Buena prueba de ello es que las diferencias finales en la puntuaci¨®n oficial se mantuvieron. Perico, con una t¨¢ctica absurda de encajar demasiados golpes -aunque sin peligro- para buscar unos pocos, a la postre in¨²tiles, hab¨ªa perdido sin remisi¨®n.

Pero el espect¨¢culo que se vio cuando el ¨¢rbitro de la pelea, el norteamericano Jay Edson, dio como vencedor a Muangsuring fue algo que dif¨ªcilmente lo podr¨ªa explicar el aficionado m¨¢s enojado. El p¨²blico llen¨® en unos segundos el ring de todo tipo de objetos, alcanz¨® con uno de ellos al mismo ¨¢rbitro, que rod¨® por la lona, y protest¨® airadamente un veredicto a todas luces justo.

El ¨¢rbitro hab¨ªa hecho una labor que se podr¨ªa calificar de perfecta, sin complicaciones, y las puntuaciones hab¨ªan reflejado exactamente lo que ocurri¨®. Resulta inadmisible que los aficionados, por muy apasionados que sean, desconozcan las m¨ªnimas reglas por las que se rige el boxeo.

Realmente no es la primera vez que se da en el Palacio de Deportes un espect¨¢culo tan lamentable, pues ya cuando perdi¨® Dur¨¢n ante Castellini ocurri¨® algo parecido. Pero entonces pod¨ªa haber m¨¢s duda y hubo menos esc¨¢ndalo.

Ayer, como el propio ¨¢rbitro dijo, no exist¨ªa ninguna, y el p¨²blico de mostr¨® no tener ni idea de boxeo y s¨ª de lanzar objetos y de agredir. Sin ir m¨¢s lejos, el secretario segundo de la embajada de Tailandia, se?or Ruangfrin iba a presentar tras la gresca una denuncia por agresi¨®n al querer defender una bandera de su pa¨ªs, y se lamentaba de que el deporte sirviera en casos as¨ª para romper la concordia m¨¢s elemental.

Perico Fern¨¢ndez, mientras tanto, en una muestra m¨¢s del extra?o espect¨¢culo de la noche, parec¨ªa en el vestuario que hab¨ªa perdido cualquier otro menos ¨¦l. Muy tranquilo tuvo que beberse una cerveza para pasar el control antidoping. Aparec¨ªa muy golpeado en el rostro.

En los restantes combates de la velada, Juan Francisco Rodr¨ªguez Dum Dum Pacheco y Alfredo Evangelista ganaron sin paliativos sus respectivos combates ante rivales sin entidad o que tuvieron y ya no retienen. Trioulaire, ex campe¨®n europeo de los gallos, perdi¨® por KO t¨¦cnico en el sexto asalto, como el italiano Tosello, mientras que el franc¨¦s Poncelet, que conced¨ªa doce kilos de desventaja a Evangelista ve¨ªa tirar la toalla en el tercer asalto tras cuatro ca¨ªdas. El final fue con este combate y se escucharon voces de tongo. La desilusi¨®n ya era completa.