Batalla del "premier' brit¨¢nico por la supervivencia de su Gobierno

El primer ministro brit¨¢nico inici¨® ayer la batalla por la supervivencia de su Gobierno. En una reuni¨®n con los sindicalistas, de los que depende la renegociaci¨®n del contrato social, Callaghan habl¨® de la necesidad de mantener ese acuerdo, al menos durante un a?o m¨¢s, para reducir la tasa de inflaci¨®n y para impedir que el desempleo alcance a dos millones de brit¨¢nicos en una fecha inmediata.

Hoy el l¨ªder laborista tratar¨¢ de restaurar la unidad de su grupo parlamentario, que en la actualidad le causa m¨¢s problemas que la propia oposici¨®n.El ¨¦nfasis que pone Callaghan en su alianza econ¨®mica con los sindicatos es producto de la lecci¨®n que acaba de aprender el primer ministro. En las elecciones irlandesas, el partido de la oposici¨®n acudi¨® a la consulta popular con un amplio programa basado en la reducci¨®n masiva de los impuestos. Su victoria sobre la coalici¨®n, que preconizaba una pol¨ªtica de tasas y la imposici¨®n de un sistema de seguridad social cercano al que se aplica en Gran Breta?a, fue abrumadora. Los laboristas irlandeses eran el segundo componente de la alianza derrotada.

Las mismas armas ser¨ªan las que, utilice el Partido Conservador en el caso de que ahora el fracaso legislativo del Gobierno provoque sin m¨¢s dilaci¨®n unas elecciones generales en el Reino Unido.

Callaghan trata ahora de posponer la convocatoria de elecciones porque cree que el a?o pr¨®ximo la balanza comercial estar¨¢ equilibrada gracias al petr¨®leo del mar del Norte, los l¨ªmites salariales impuestos ahora no tendr¨¢n raz¨®n de ser y el Partido Laborista habr¨¢ superado las divisiones y las debilidades que le producen sus desacuerdos internos sobre las elecciones europeas y sobre las autonom¨ªas regionales.

A nivel pol¨ªtico, la tarea m¨¢s dif¨ªcil de Callaghan se le presenta ma?ana, cuando se re¨²na con el comit¨¦ ejecutivo de su partido, que discutir¨¢ las normas que el Gobierno piensa seguir para cubrir los esca?os que a Gran Breta?a le corresponden en el Parlamento Europeo. La asamblea laborista se opuso el a?o pasado al principio mismo de la necesidad de esas elecciones. Si antes de finales de junio, el Gabinete no ha pasado por encima de ese rechazo, su fracaso puede eliminar el apoyo parlamentario que ahora le prestan los liberales.