El Gobierno federal alem¨¢n se enfrenta hoy a una dif¨ªcil votaci¨®n de confianza
?Si se rompiese la coalici¨®n social-liberal, todo terminar¨ªa.? Esta premonici¨®n del canciller Helmuth Schmidt, dos fechas antes de un nuevo d¨ªa fat¨ªdico para el Gobierno, indica hasta qu¨¦ punto es inestable la situaci¨®n pol¨ªtica en la Rep¨²blica Federal de Alemania, en puertas del debate sobre el presupuesto y de la moci¨®n de censura de la oposici¨®n contra el jefe del Gobierno.
A pesar de la inestabilidad que supone para la coalici¨®n este nuevo obst¨¢culo, un ministro liberal ha a?adido un nuevo factor de confusi¨®n: el titular de la Cartera de Agricultura, el b¨¢varo Ertl, ha confirmado que Franz Josef Strauss, l¨ªder del ala b¨¢vara de la Democracia Cristiana, y el jefe de la fracci¨®n parlamentaria socialdem¨®crata, Herbert Wehner, han celebrado una reuni¨®n, se supone que para discutir las posibilidades de una gran coalici¨®n. Hace una semana los dos presuntos interlocutores dijeron precisamente lo contrario.Ante una verdadera riada de previsiones y desmentidos, al hombre de la calle s¨®lo le queda esperar que se forme un gran bloque t¨¢ctico en base a los partidos burgueses que s¨®lo parecen empe?ados en conservar el poder, aunque sea a costa de claudicaciones program¨¢ticas. Todo depende de que hoy, martes, diez diputados socialdem¨®cratas se inclinen o no por enviar a su partido a la oposici¨®n votando contra el canciller en la discusi¨®n presupuestaria o en la presentaci¨®n de la moci¨®n de confianza que reclama la oposici¨®n democristiana.
Si ascendiese al poder esta formaci¨®n pol¨ªtica, en solitario, aliada con los liberales, o en una gran coalici¨®n con todas las fuerzas pol¨ªticas del Parlamento, el aspecto que presentar¨ªa este pa¨ªs, dentro y fuera, ser¨ªa m¨¢s que alarmante. El ex jefe juso Benneter, que considera segura la formaci¨®n de la nueva ?gran coalici¨®n?, ha hecho un llamamiento a los j¨®venes socialistas para que se opongan por todos los medios a ello.
Por su parte, el canciller Schmidt ha invocado el miedo a que los pa¨ªses socialistas dificultasen la reagrupaci¨®n familiar mediante el cierre de sus fronteras, a sus ciudadanos de origen alem¨¢n en el caso de que fuese la Democracia Cristiana quien recibiese el martes la confianza del Parlamento para la formaci¨®n de un nuevo Gobierno. A este ha respondido el vicepresidente de la Democracia Cristiana, y antiguo secretario general de la misma, Kurt Biedenkopf, que la pol¨ªtica exterior de su partido no ser¨ªa en este caso muy diferente de la llevada a cabo hasta ahora por el ministro liberal Genscher.
Se trata, pues de convencer al hombre medio de que, pase lo que pase, no se ver¨¢ afectado en sus intereses particulares. Hasta ahora ha quedado demostrado que los esc¨¢ndalos financieros, el paro, las irregularidades en el sector de la Seguridad Social, la incontrolable expansi¨®n exterior a la b¨²squeda de materias primas a costa de lo que sea, la prohibici¨®n del ejercicio profesional a quienes se tacha de ?izquierdistas?, no han movilizado a la acomodada sociedad alemana, y esto da tranquilidad a quienes parecen dispuestos a convertir el Parlamento en una rebotica.
Nuevo partido
Disidentes derechistas de la socialdemocracia alemana (SDP) crearon el domingo un nuevo partido en Moenchengladbach llamado Uni¨®n Social Dem¨®crata (SDU).El nuevo partido cuente con 3.500 militantes, seg¨²n afirman sus l¨ªderes y lo preside Guenther Weber, que fue elegido para el cargo por aplastante mayor¨ªa: 211 delegados; 207 votaron a favor, dos se abstuvieron y s¨®lo uno vot¨® en contra.
Weber, en su discurso fundacional, critic¨® la ?pol¨ªtica de frente popular que ejecuta el SPD? y aludi¨® a la ?reideologizaci¨®n y dogmatizaci¨®n? de su antiguo partido, el SPD.
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