Democracia: una primera expectativa
El franquismo pertenece a la Historia desde el 15 de junio. Y como la Historia. la hacen los historiadores, esto quiere decir las dos cosas siguientes: 1, que los que no somos historiadores hemos de curarnos la obsesi¨®n que el franquismo represent¨® para nosotros; y 2, que, justamente porque pertenece a la Historia, y porque hemos de ser, los no historiadores, asiduos lectores de la misma, el franquismo. no debe ser olvidado. Si la Historia sirve para algo m¨¢s que para la simple curios¨ªdad de lo que pas¨® es, desde luego, para que no se cumpla el proverbio, en el supuesto de que sea exacto, de que la Historia se repite. Historiadores y lectores de Historia debemos conspirar para hacer irrepetible el franquismo. Pedir que no se olvide, que se asuma hist¨®ricament¨¦, implica que hemos de explicarlo, para lo cual es indispensable que dejemos de proyectar en el franquismo otra cosa que no sea el an¨¢lisis y la mera constataci¨®n de lo que fue. En suma, hay que amnistiar el franquismo; luego, historiarlo.Deseo aludir a algo que me parece muy importante para aquellos que, como yo, nunca tuvimos ocasi¨®n de vivir la democracia. Me refiero aque quiz¨¢ alcemos, respecto de ella desmesuradas expectativas que, al, no conseguirse, susciten la temprana decepci¨®n. Mis esperanzas primeras en la democracia son ahora muy concretas (o muy vagas, seg¨²n se miren): se trata del adecentamiento del pa¨ªs. No creo que sea una tarea dif¨ªcil. Porque la decencia, la moral p¨²blica, no tiene por qu¨¦ resultar delcumplimiento de un determinado art¨ªculo, al modo como en el art¨ªculo 6 de la Constituci¨®n de, 1812 se nos obligaba a,?serjustos y ben¨¦ficos?, sino del mero funcionamiento real del mecahismo -democr¨¢tico. Aparte los inmensos perjuicios en vidas, en centenares de miles de d¨ªas de encarcelamiento y exilio, de arrasamiento no contabilizable,de la cultura, el franquismo depar¨® a los h¨¢bitos,espa?oles algo que tiene que ser arrancado de ra¨ªz: la desmoralizaci¨®n. Y por desmoralizaci¨®n no entiendo ahora, naturalmente, la baja del estado de ¨¢nimo al modo como se dice de alguien que ?ha perdido la moral?, sino la'carencia de moral, la conciencia de que todo se pudo hacer, de que todo se pudo usar, que la dignidad y la hombr¨ªa de bien pod¨ªan ser vulneradas, llegado el caso, porque los m¨¢s ten¨ªan su precio y era cuesti¨®n tan s¨®lo de saber cu¨¢l.
Pienso quela democracia no es tanto un sistema, pol¨ªtico que haga a los ciudadanos decentes cuanto que les impida no serlo.
He aqu¨ª por qu¨¦ la clave del funcionamiento democr¨¢tico est¨¢ -y perd¨®neseme el t¨®pico- en la libre expresi¨®n y discusi¨®n de todo cuanto concierna a la vida p¨²blica, es decir, a aquel sector de la vida personal de cada cualque afecta a la comunidad. Es m¨¢s, una democracia puede permitirse el lujo, para no reprimir en demas¨ªa, de la espor¨¢dica. indecencia, esto es, de la indecencia como excepci¨®n, a, sabiendas del riesgo impl¨ªcito en la pr¨¢ctica de ella. Por eso, conviene que cuando la primera indecencia salte a la luz p¨²blica, nosotros, los inexpertos de democracia, no nos escandalicemos prematuramente proclamando el ?esto es igual que aquello?. Porque no ser¨¢ id¨¦ntico, primero, por raz¨®n de su singularidad, y segundo, y sobre todo, porque quien quiera que sea el indecente habr¨¢ de someterse al tribunal de lo p¨²blico. S¨®lo si no es as¨ª es cuando podremos decir que evidentemente no tenemos democracia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.