"El Senado debe ser el ¨®rgano de la solidaridad interregional"

?El deber inmediato de Senadores para la Democracia es capitalizar pol¨ªticamente para la democracia el voto popular de esta candidatura en las reuniones que celebre el Senado.? Manuel Villar Arregui, madrile?o, cincuenta a?os, abogado, doctor en Derecho Can¨®nico, democristiano, result¨® elegido senador por Madrid, en tercer lugar, el pasado d¨ªa 15, dentro de la candidatura conjunta (con Joaqu¨ªn Satr¨²stegui, de Alianza Liberal y Manuel Aguilar Navarro, del PSOE) de Senadores para la Democracia.Vocal del comit¨¦ ejecutivo de la antigua Izquierda Democr¨¢tica de Ruiz Gim¨¦nez y miembro de la Federaci¨®n Dem¨®crata Cristiana, piensa que el Senado debe ser la C¨¢mara de las Regiones, sin que se limite a ser una C¨¢mara de reflexi¨®n o de segunda lectura. Villar Arregui ha concedido a EL PAIS las siguientes declaraciones:

EL PAIS: ?Por qu¨¦ cree que la provincia de Madrid ha votado a los Senadores para la Democracia?Villar Arregui: Por los propios perfiles y por el profundo sentido de la candidatura. Podr¨¢ parecer ins¨®lito que un liberal, un socialista y un democristiano se hayan unido en una confrontaci¨®n electoral. Y, sin embargo, el pueblo madrile?o, desde el comienzo de la campa?a, comprendi¨® que la raz¨®n de esta conjunci¨®n era la de que hab¨ªa que ganar la batalla electoral por la democracia en Madrid. Fue la candidatura del consenso democr¨¢tico y su victoria demuestra -y ello es especialmente esperanzador- que tal consenso es mayoritario en nuestro pueblo.

EL PAIS: ?Qu¨¦ le han parecido los resultados para el Senado a nivel nacional con la abrumadora mayor¨ªa de UCD?

V. A.: La mayor¨ªa, que no merece calificarse como abrumadora, es mayor¨ªa de esca?os y no, mayor¨ªa de votos populares. la ley para la Reforma Pol¨ªtica quiso que cada provincia, sea cual fuere su poblaci¨®n, est¨¦ representada en la C¨¢mara Alta por cuatro senadores. Su elecci¨®n, ajustada al criterio mayoritario, prima, con toda evidencia, las opciones gubernamentales.

Ello hace que el triunfo de una candidatura democr¨¢tica, independiente, desligada tanto de las estructuras autocr¨¢ticas del pasado como de las instancias del Poder del presente, en la provincia de Madrid, con tan copioso voto popular, adquiera un verdadero valor de s¨ªmbolo. El pluralismo, en la inequ¨ªvoca unidad democr¨¢tica de la candidatura Senadores para la Democracia, ha triunfado moralmente sobre opciones difusas, h¨ªbridas, demasiado comprometidas con el Poder, como es el caso de UCD. Nuestro inmediato deber consiste en capitalizar pol¨ªticamente para la democracia el triunfo del voto popular de esta candidatura en las reuniones que el Senado celebre.

EL PAIS: ?A qu¨¦ pacto hab¨ªan llegado ustedes para constituir el grupo Senadores para la Democracia?

V. A.: En realidad no ha existido pacto formal entre partidos. Simplemente las tres formaciones pol¨ªticas, a las que pertenecemos los miembros de la candidatura, impulsaron la creaci¨®n de una agrupaci¨®n de electores, de miles de madrile?os. Nuestra candidatura ha tenido, pues, una promoci¨®n popular, basada en la coincidencia fundamental de la necesidad de una Constituci¨®n democr¨¢tica. Lo ¨²nico que nos preocup¨® a la hora de determinar su composici¨®n fue que en la candidatura estuvieran representadas corrientes democr¨¢ticas significativas de un pluralismo enriquecedor.

EL PAIS: ?Cu¨¢l es el compromiso que tienen ahora con sus electores?

V. A.: Lo hemos manifestado claramente a lo largo de decenas de m¨ªtines que hemos celebrado. Tenemos un compromiso fundamental: colaborar en la elaboraci¨®n de una Constituci¨®n democr¨¢tica; hacer que el Senado no sea freno sino motor del proceso democr¨¢tico. Adem¨¢s, queremos ser portavoces en la C¨¢mara Alta -que a nuestro juicio, se deber¨¢ configurar corno C¨¢mara de las Regiones- de los problemas y aspiraciones del pueblo madrile?o. Como candidatura promovida desde la base, mantendremos un estrecho contacto con todos, los electores. A ello nos debemos y seremos fieles a este compromiso.

EL PAIS: ?Cu¨¢l ha de ser la labor de estas Cortes y, espec¨ªficamente, la del Senado?

V. A.: La prt¨ªnera de todas, elaborar la Constituci¨®n. Es esta una tarea urgente que debe abordarse sin p¨¦rdida de tiempo. Adem¨¢s, todas las que corresponden a un Parlamento en un sistema democr¨¢tico: legislar, controlar e impulsar la vida pol¨ªtica del pa¨ªs. El Senado deber¨¢ encontrar su propio papel, como C¨¢mara Alta, en representaci¨®n de las regiones. Pienso que no le deber¨¢ corresponder tan s¨®lo ser la C¨¢mara de la reflexi¨®n, de la segunda lectura de los textos legislativos, sino que deber¨¢ cumplir imporitantes funciones como la de ser ¨®rgano de la solidaridad interregional, a partir del reconocimiento de las autonom¨ªas regionales, y como la de mediante comisiones de investigaci¨®n, encuesta e iniciativa, ser el foro en el que se debatan y formulen las grandes orientaciones pol¨ªticas para la soluci¨®n de los problemas de la comunidad nacional.

EL PAIS: ?Qu¨¦ problemas plantear¨¢ usted en el Senado?

V. A.: Pedir¨¦. que el Senado no tenga vacaciones hasta que el Congreso finalice la elaboraci¨®n de la Constituci¨®n. Creo que desde la formaci¨®n del Parlamento deber¨¢ iniciar sus debates. Me parece que dos ¨®rdenes de cuestiones tendr¨¢n que merecer la atenci¨®n de la C¨¢mara Alta. La primera, la realizaci¨®n de un gran debate sobre el tema de la articulaci¨®n regional del pa¨ªs, que sirva de orientaci¨®n a las labores del Congreso. En segundo lugar, marcarla una agenda de trabajo en la que se incluyeran el m¨¢ximo de los criterios y orientaciones generales sobre la inmediata revisi¨®n en profundidad, de nuestros textos legislativos b¨¢sicos que necesitan su adecuaci¨®n a la nueva situaci¨®n democr¨¢tica, junto con las l¨ªneas de actuaci¨®n econ¨®mica que respondan al principio de la solidaridad interregional.

EL PAIS: ?Qu¨¦ le ha parecido la lista de los ?41 del Rey?.

V. A.: Con la sinceridad que debo al pueblo que me ha honrado con su representaci¨®n, he de decir que la composici¨®n de la lista no existe un razonable equilibrio entre los diferentes estratos y corrientes de naturaleza social o pol¨ªtica que hoy conviven en Espa?a. Me duele, en especial, que en esa lista no figure ning¨²n representante del mundo obrero. Pienso, de cualquier modo, que esta prerrogativa regia suscitar¨¢ siem pre controversias. Y que -lo he dicho en muchas ocasiones- para dejar a la Corona al margen de las contiendas, lo mejor ser¨ªa o, reducir la prerrogativa a limites puramente simb¨®licos o suprimirla de la Constituci¨®n.