V¨ªa libre a Carter para que apruebe hoy la fabricaci¨®n del bombardero "B-1"
Despu¨¦s de que la C¨¢mara de Representantes norteamericana aprobara ayer la asignaci¨®n de fondos para la construcci¨®n de cinco unidades experimentales del nuevo bombardero estrat¨¦gico B-1, el presidente Carter tiene el camino despejado para dar su visto bueno al programa de fabricaci¨®n en serie del pol¨¦mico bombardero, que algunos califican como el ingenio b¨¦lico m¨¢s caro de la historia.
Seg¨²n todos los indicios, Carter anunciar¨¢ su decisi¨®n sobre el B-1 hoy, jueves, en una conferencia de prensa que celebrar¨¢ en la Casa Blanca. Y, aunque el presidente fue un decidido adversario del nuevo bombardero durante su campa?a electoral, la opini¨®n m¨¢s extendida en los c¨ªrculos pol¨ªticos de Washington es que modificar¨¢ su postura y dar¨¢ la luz verde para la construcci¨®n en cadena del B-1, si bien en una escala menor a la solicitada por la Fuerza A¨¦rea.Tras un agitado debate, la C¨¢mara de Representantes aprob¨® por un margen de 65 votos la provisi¨®n de fondos para el pr¨®ximo a?o fiscal, destinados a la fabricaci¨®n de cinco nuevos bombarderos B-1, que se sumar¨¢n a los cuatro ya existentes. Mientras los enemigos del avi¨®n lo calificaban como un hijo in¨²til y un derroche ineficaz, sus partidarios lo defin¨ªan como la ¨²nica arma capaz de detener una futura guerra at¨®mica y de asegurar una capacidad defensiva a Estados Unidos frente al ?maligno crecimiento del poder¨ªo sovi¨¦tico?.
El bombardero estrat¨¦gico B-1 tiene un coste estimado por unidad superior a los cien millones de d¨®lares (unos 7.000 millones de pesetas) y el programa de construcci¨®n pedido por el Ej¨¦rcito del Aire, que constar¨ªa de 244 aparatos, un precio total de 100.000 millones de d¨®lares. O dicho en las cifras de un senador opuesto al proyecto, ?cien d¨®lares por cada minuto, desde el nacimiento de Cristo hasta hoy?.
Para sus partidarios, el B-1 es esencial para reforzar la ?triada? de armas estrat¨¦gicas norteamericanas, compuesta por los misiles bal¨ªsticos intercontinentales, los misiles disparados desde submarinos y los bombarderos pilotados. Esta ¨²ltima funci¨®n la desempe?an hasta ahora los B-52, que tienen su origen en un modelo utilizado en la segunda guerra mundial, y el plan del Departamento de Defensa es sustituirlos en las pr¨®ximas d¨¦cadas por el B-1, capaz de volar a baja altura, esquivar el radar y penetrar en territorio enemigo portando bombas at¨®micas.
Adversarios, intereses
Los adversarios del B-1, entre los que se cuenta desde ayer el diario The New York Times, que editorializ¨® sobre el tema, alegan que el enorme gasto no servir¨ªa para nada en el muy probable caso de que los sovi¨¦ticos perfeccionen en los pr¨®ximos a?os sus defensas antia¨¦reas, con lo que el nuevo bombardero supers¨®nico perder¨ªa su capacidad de penetraci¨®n. Adem¨¢s, argumentan los oposito res al programa, la misma funci¨®n del B-1 puede ser desempe?ada por los viejos B-52, con algunas mejoras t¨¦cnicas y, sobre todo, por el misil Crucero, que podr¨ªa dispararse desde fuera del territorio enemigo, por medio de una versi¨®n militar del avi¨®n comercial 747. El complejo mundo de intereses econ¨®micos y de influencias de todo tipo que se mueve detr¨¢s del programa de construcci¨®n del B-1 , har¨¢ muy dif¨ªcil la decisi¨®n presidencial. Durante las pasadas se manas, Carter ha tenido sobre su mesa de la oficina oval un grueso dossier en el que se recogen los pros y los contras del bombardero estrat¨¦gico.
Se espera, por tanto, que Carter de el visto bueno al B-1, aunque con alguna modificaci¨®n. Lo m¨¢s seguro es que apruebe una construcci¨®n parcial de la flota de bombarderos solicitada por la Fuerza A¨¦rea y en vez de 244 aparatos de autorizaci¨®n s¨®lo para la fabricaci¨®n de 150 unidades. En cualquier caso, esto significarla una victoria para los defensores del B-1, que s¨®lo tendr¨ªan que esperar a la discusi¨®n de nuevos presupuestos para ir aumentando el n¨²mero de bombarderos en servicio.
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