La unidad, soluci¨®n al vac¨ªo sindical
Hoy acaban oficialmente casi cuarenta a?os de pr¨¢ctica sindical vertical, cuyas principales caracter¨ªsticas, adem¨¢s de la obligatoriedad de sindicaci¨®n y el consiguiente pago de la cuota sindical, han servido de soporte al modelo socioecon¨®mico del franquismo en el que la represi¨®n obrera estuvo administrada en buena medida por la mara?a del sindicato oficial.Las centrales democr¨¢ticas han venido reconstruyendo a la sombra de estos cuarenta a?os el sindicalismo de clase y reivindicativo que la normalizaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs reclama y exigen los trabajadores de la d¨¦cima potencia industrial en que Espa?a se sit¨²a en la actualidad.
No obstante, la transici¨®n de la unidad impuesta por el Gobierno a la pluralidad motivada por las diversas ideolog¨ªas en liza crea un peligroso vac¨ªo en la representaci¨®n obrera (las cifras de afiliaci¨®n no llegan al 10% de los trabajadores asalariados y aut¨®nomos), del que tan s¨®lo existe un responsable: la dictadura.
La unidad de acci¨®n que estrat¨¦gica y coyunturalmente practican las centrales sindicales no es suficiente para afrontar la resoluci¨®n de los m¨²ltiples problemas que afectan al mundo del trabajo. Mientras el capital, sin otra ideolog¨ªa que la productividad, se ha organizado en una patronal unitaria, los sindicatos se debaten en la pluralidad de las diferentes siglas lastradas por intereses de partido.
El coste de la legalidad sindical, que no libertad, alcanzada por las centrales democr¨¢ticas es demasiado alto (c¨¢rceles, exilio, despidos ... ) como para renunciar a la definitiva consecuci¨®n del pleno ejercicio de los derechos sindicales. Derechos de los que deben disfrutar el colectivo obrero del pa¨ªs, sin exclusiones de independientes ajenos a los objetivos pol¨ªticos de los sindicatos.
No estar¨ªa de m¨¢s, en este d¨ªa, en el que los trabajadores deben celebrar el definitivo final del verticalismo, que los dirigentes sindicales reflexionaran sobre la urgente necesidad de lograr la unidad obrera que ahora, libremente, desean los trabajadores. Frente al vac¨ªo sindical que el desmontaje de la Organizaci¨®n Sindical ha producido, la unidad sindical es la ¨²nica soluci¨®n para definir -sobrepasada ya la transitoriedad que comenz¨® el 20 de noviembre de 1975- el nuevo marco de la negociaci¨®n colectiva, la representatividad obrera, el destino del patrimonio sindical y, en definitiva, el lugar que los trabajadores deben ocupar en la nueva Espa?a surgida del 15 de junio.
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