La familia espa?ola
Alguien escribi¨® un libro sobre Las fundaciones de Ortega y Gasset, que era un se?or que efectivamente fund¨® muchas cosas y muy fruct¨ªferas. Bueno, pues igualmente habr¨ªa que escribir un libro -a lo mejor lo que escribo yo- que se titule Las fundaciones de Fraga Iribarne, que es un se?or que tambi¨¦n ha fundado muchas cosas, aunque menos fruct¨ªferas que las del otro. Y m¨¢s liadas.Entre las fundaciones de Fraga est¨¢ o estaba la revista Familia Espa?ola. No voy a meterme con Fraga, porque me parece poco elegante y yo no soy alanceador de moros ni de gallegos muertos. Pero me temo que Fraga va a publicar cualquier d¨ªa un Manual de la pesca de trucha con cucharilla y mosca ahogada, que es lo ¨²nico que le falta por publicar. Le aconsejo que se asesore de Miguel Delibes, que sabe de eso y es m¨¢s sensato que ¨¦l. Bueno, a lo que iba. Familia Espa?ola era una revista que casi siempre dirig¨ªa Gabriel Elorriaga y casi siempre ilustraba Mar¨ªa Antonia Dans. A Fraga, cuando com¨ª con ¨¦l, le reproch¨¦ personalmente que hubiera puesto a Elorriaga tan bajo en su lista. M¨¢s que nada por incordiar. Bien, pues aquella revista, con llamarse Familia Espa?ola, nunca public¨® nada, que yo recuerde, sobre la planificaci¨®n, familiar. Ya digo que las fundaciones de Fraga nunca fueron tan fruct¨ªferas como las de Ortega.
Ahora, en cambio, se habla mucho de planificaci¨®n familiar. La familia espa?ola parece dispuesta a planificarse, a despecho de Elorriaga y de Mar¨ªa Antonia Dans, gran pintora y bella jai. Ha habido en Mah¨®n, Baleares, un congreso sobre planificaci¨®n de la familia, del que ha informado muy bien Lola Gal¨¢n en este peri¨®dico, y del que a m¨ª particularmente me ha informado el doctor Fernando Paredes, ginec¨®logo y amigo, que ha sido un poco la estrella del simposio, porque Fernando aprendi¨® mucho en Londres de c¨®mo se hace eso de la contraconcepci¨®n decentemente e higi¨¦nicamente. Por cierto que ¨¦l, como casi todo el mundo, dice contracepci¨®n, con t¨¦rmino traducido directamente del ingl¨¦s. Nos est¨¢n dejando el castellano hecho una braga, querido y admirado L¨¢zaro Carreter.
-Contraconcepci¨®n, Fernando -le digo al doctor.
Pero ni caso. El asunto es que, seg¨²n me cuenta, han llegado en Mah¨®n a la tesis de que Espa?a, de momento, no necesita control de natalidad, que todav¨ªa tenemos un margen de crecimiento y que no es preciso apelar al crecimiento cero (dos hijos por pareja), En vista de lo cual, me temo que nuestras autoridades en la materia, que seguramente van a ser las mismas de siempre, seguir¨¢n prohibiendo los anticonceptivos, espirales, diafragmas, pastillas y cosas: todo lo que Fernando, cuando lo exhibe en los congresos, llama mi tienda.
Bien, Espa?a quiz¨¢ no lo necesita, pero la espa?ola s¨ª, porque la otra cara de los problemas de la ingle, como de todos los problemas, es la individual. O sea, el reverso de la sociol¨®gica. Aunque el pa¨ªs siga dando pl¨¢tanos y chanquetes para mantenernos a todos en cantidad (somos la primera potencia mundial del chanquete), y aunque los pl¨¢tanos y los chanquetes se repartan ahora mejor entre los espa?oles, gracias a Felipe y su socialismo, hay que contar con la espa?ola que no quiere tener m¨¢s hijos, que quiere realizarse, liberarse, individualizarse. Lo han dicho las lib catalanas el otro d¨ªa:
-Las mujeres no somos un agujero.
Para que la espa?ola, catalana o no, sea lo que quiere ser, hace falta que se le den facilidades, desde el aborto cient¨ªfico y responsable hasta la p¨ªldora, secuestrada por los farmac¨¦uticos (que en cambio te venden a punta de pala el nembutal que mat¨® a Marilyn Monroe). En el congreso ¨¦se se han tenido en cuenta las necesidades de Espa?a, pero no s¨¦ si se han tenido en cuenta las necesidades de la espa?ola, porque s¨®lo la que puede va a Londres a abortar, como dijo Carrillo por la tele. Pero en estas cosas de la familia seguimos con la mentalidad francofraguista de Familia Espa?ola, que por lo dem¨¢s era una revista muy bonita.
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