Las pel¨ªculas espa?olas, una muestra brillante y coherente
Con la proyecci¨®n de El anacoreta, Juan Estelfich, que tuvo lugar en la noche del pasado viernes, concluy¨® el lote de pel¨ªculas espa?olas que concurren al Festival Internacional de Cine de Berl¨ªn, un lote que no dudamos en calificar de brillante y que sin duda ha sido el m¨¢s coherente de cu¨¢ntos se han exhibido en el certamen.
Caudillo, Camada negra y El anacoreta demuestran que la cinematograf¨ªa espa?ola posee las ideas y los hombres capaces de llevarlas a la pr¨¢ctica sin desmerecer en absoluto del resto de las cinematograf¨ªas europeas. De las tres, la ¨²ltima de ellas fue la que conect¨® m¨¢s r¨¢pidamente y con mayor arraigo en el p¨²blico berlin¨¦s.Si en un principio se pensaba que el subtitulaje en alem¨¢n impedir¨ªa el aprehender toda la significaci¨®n de los di¨¢logos, desde los primeros fotogramas se comprob¨® ,que era una duda infundada. Los bertineses no s¨®lo le retan en todos los momentos c¨®micos del filme, sino que supieron comprender perfectamente como se de mostrar¨ªa en la posterior rueda de prensa- el patetismo de su historia. Hablar de la pel¨ªcula de Azcona, y Estelfich a estas alturas, cuando hace tiempo que fue estrenada en Espa?a con gran ¨¦xito de taquilla, puede parecer in¨²til.
Sin embargo, creemos necesario el dejar constancia de algunas reflexiones: en primer lugar con El anacoreta se demuestra una vez m¨¢s lo que ya comienza a ser un t¨®pico: que las pel¨ªculas comerciales, elaboradas con rigor y dignidad, son rentables. En segundo lugar, habr¨¢ que resaltar -y aqu¨ª se comprendi¨® as¨ª tambi¨¦n- que su historia es una de las cr¨ªticas m¨¢s corrosivas a una instituci¨®n que est¨¢ por encima de los reg¨ªmenes pol¨ªticos o de los sistemas de producci¨®n econ¨®mica: la de la pareja como base de la relaci¨®n entre los hombres y las mujeres.
En esto no cabe duda que tanto el Este como el Oeste apenas han dado un paso en aras de analizar las ventajas o los inconvenientes de la pareja. Afortunadamente, para el individuo siempre hay francotiradores que replantean la cuesti¨®n. Azcona, EsteIrich y Fernando Fern¨¢n G¨®mez -que recibi¨® la mayor ovaci¨®n del certamen hasta la fecha- se integran ya por derecho propio en esa reducida n¨®mina de seres l¨²cidos, una de cuyas misiones en la tierra parece ser la de inquietar a los bienpensantes, a todos aquellos que aceptan lo establecido sin pararse a pensar el por qu¨¦ de ello.
Durante la rueda de prensa, su realizador calific¨® a los tres de anarquistas sentimentales y, naturalmente, tambi¨¦n a la pel¨ªcula.
La ascensi¨®n
?La ascensi¨®n?, de la sovi¨¦tica Larissa Scheptiko, tuvo tambi¨¦n una espl¨¦ndida acogida del p¨²blico. Realizada con sobriedad y con una gran perfecci¨®n t¨¦cnica, lo cierto es que es una pel¨ªcula sovi¨¦tica m¨¢s en la que el tema vuelve a ser b¨¦lico. Si se repasa el conjunto de filmes de pa¨ªses socialistas se comprobar¨¢ que el 90% de ellos giran en torno a la guerra, cualquiera de las guerras en torno a la resistencia, cualquiera de las resistencias y, en definitiva, en torno al h¨¦roe, en su concepto m¨¢s m¨ªtico y bastardo. El por qu¨¦ los realizadores socialistas necesitan en sus historias de la figura del h¨¦roe bondadoso y valiente, es algo que desconocemos, pero que deber¨ªa ser analizado de forma inmediata, y ser¨ªa conveniente que en este an¨¢lisis intervinieran expertos en sicoan¨¢lisis, puesto que todo parece indicar que dicho prototipo responde a razones del subconsciente colectivo dignas de ser o¨ªdas.Fassbinder, por su parte, proyect¨® en el marco del forum su pel¨ªcula La ruleta china, un hermoso filme en el que la protagonista -una ni?a de doce- a?os muestra y demuestra la magnificente crueldad de la infancia. Realizada con el conocimiento del medio, que aporta el haber dirigido 31 pel¨ªculas -es una de las carreras m¨¢s brillantes y prol¨ªficas del cine europeo- La ruleta china se incluye ya entre las pel¨ªculas de mayor atractivo y prestigio.
La recta final
El festival entra ya definitivamente en su recta final y lo cierto es que, al menos a nuestro juicio, todav¨ªa no se ha proyectado una pel¨ªcula que se muestre claramente como favorita para el primer premio. Al parecer las mejor colocadas hasta la fecha son Camada negra, de Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, El hombre que amaba a las mujeres, de Fran?ois Truffaut y, aunque esto s¨®lo es a t¨ªtulo de rumor, la sovi¨¦tica Una historia sentimental, de Maslennikov, puesto que Fassbinder, realizador estrella alem¨¢n y miembro del jurado, coment¨® su preferencia hacia ella. En cualquier caso todav¨ªa quedan varios filmes por exhibirse, entre ellos el ¨²ltimo de Robert Bresson, que tambi¨¦n acude a concurso.Ayer se proyectaron dos pel¨ªculas de la Rep¨²blica Federal de Alemania de muy distinta concepci¨®n: en concurso, El asalto a la ciudadela, de Bernhard Wicki, y fuera de ¨¦l, en la secci¨®n del forum, Heinrich, de Helma Sanders.
Decididamente este XXVII Festival Internacional, ¨²ltimo que se celebrar¨¢ en estas fechas, puesto que el del pr¨®ximo a?o se realizar¨¢ a finales de febrero, principios de marzo, es decir, antes que el festival de Cannes, ha supuesto, entre otras cosas, la demostraci¨®n palpable de que en el cine el sexo del director cuenta poco a la hora de valorar la obra. Heinrich, uno de los m¨¢s bellos filmes exhibidos en Berl¨ªn, est¨¢ firmado por una mujer y acaba de obtener el premio oficial a la mejor pel¨ªcula alemana del a?o.
La obra es una biograf¨ªa literaria de Heinrich von Kleist, basada en su correspondencia privada y a la fascinaci¨®n est¨¦tica de sus im¨¢genes a?ade el atractivo de mostrar una vida rotundamente rom¨¢ntica, con una muerte igualmente rotunda, puesto que Von Kleist se suicid¨®. en compa?¨ªa de Henriette Vogel. La pel¨ªcula muestra desde el principio la enorme influencia del filme de Rohmer, La marquesa de 0, basada como se sabe en una obra del escritor alem¨¢n; pero ello no s¨®lo se supone un error, sino que consolida un estilo narrativo muy adecuado al tema y a la ¨¦poca que trata. Parece que el cine -que hace tiempo dej¨® de ser exclusivamente un divertimento- va encontrando y creando no s¨®lo g¨¦neros por lo que a su tem¨¢tica se refiere, sino tambi¨¦n por su forma narrativa.
La segunda pel¨ªcula alemana proyectada en esta ocasi¨®n en el marco del zoo-palast, es decir, a concurso, fue El asalto a la ciudadela, de Bernhard Wicki, basada en una novela de Gunter Herberger. Si hablar de cine es, copo se ha dicho en reiteradas ocasiones, algo injusto puesto que se utilizan lenguajes distintos -con la consiguiente imposibilidad de transcribir al texto escrito las im¨¢genes- hablar de una pel¨ªcula bas¨¢ndose para ello en alguna an¨¦cdota de su sinopsis no s¨®lo es injusto sino que puede llegar a ser cruel. Pues bien, como bot¨®n de muestra de la crueldad del comentarista, digamos que en El asalto a la ciudadela el ¨²nico que sale indemne de la represi¨®n policial italiana, de los tres trabajadores que resisten la lucha hasta el final, es un exiliado pol¨ªtico vasco y ello gracias a que unjoven y rubio alem¨¢n se ent¨²e%ga, voluntariamente para que su compa?ero vasco pueda escaparse. ?Qu¨¦ origina esta lucha de tres trabajadores de la construcci¨®n?: una fiesta de oligarcas en la villa pr¨®xima a inaugurarse y en la cual los ni?os y los j¨®venes fr¨ªvolos destruyen y, manchan parcialmente la labor de los trabajadores que, incapaces de resistir la visi¨®n de que sus baldosas se rompan, deciden llevaral l¨ªmite la lucha de clases. El asalto a la ciudadela es, pues, un canto a la solidaridad de aquellos que se identifican con la labor de colocar baldosas en las villas mar¨ªtimas.
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