La Asamblea francesa restringe la publicaci¨®n de sondeos preelectorales

La Asamblea Nacional francesa cerr¨® sus puertas hasta la sesi¨®n de oto?o con la aprobaci¨®n de una ley que prohibe la publicaci¨®n de todo sondeo de la opini¨®n p¨²blica durante la semana que preceda a una elecci¨®n. Los comicios legislativos de marzo de 1978 ser¨¢n los primeros ?castigados?. Los medios informativos, los institutos que realizan los sondeos, la oposici¨®n de izquierdas e incluso algunos representantes de la mayor¨ªa gubernamental consideran que se ha lesionado la libertad de expresi¨®n.?La prensa francesa acaba de ser censurada por el Gobierno en el mismo momento en que Espa?a acepta la publicaci¨®n regular de sondeos rigurosos, el ¨²ltimo de los cuales fue publicado la v¨ªspera del escrutinio.? Este comentario lo emiti¨® el director de IFOP, uno de los dos grandes institutos de sondeo franceses, tras la aprobaci¨®n de la ley de referencia, que prohibe la publicaci¨®n de las encuestas en la prensa nacional, pero no que los institutos contin¨²en su trabajo y, en consecuencia, que el resultado se haga p¨²blico en el extranjero.

Los equ¨ªvocos a que se prestar¨¢ la prohibici¨®n de publicar sondeos en la prensa escrita francesa fueron denunciados inmediatamente, y algunos han llegado a sospechar que el Poder, consciente de las consecuencias, ha sacado esta ley del caj¨®n de los trastos (hace cinco a?os que elabor¨® el texto y la hostilidad p¨²blica le oblig¨® a abandonarlo) pensando en las legislativas del 78.

Teniendo en cuenta que nada impedir¨¢ a un instituto realizar una encuesta hasta la v¨ªspera del escrutinio, la televisi¨®n, la radio y los peri¨®dicos extranjeros podr¨¢n publicar los resultados. En el mismo orden de cosas, un l¨ªder pol¨ªtico podr¨¢, en un mitin, hacer p¨²blico un sondeo que, a su vez, llegar¨¢ al conocimiento del lector a trav¨¦s de la informaci¨®n que pueda hacer un periodista.

Por otra parte, se considera que la ley en cuesti¨®n favorecer¨¢ la aparici¨®n de institutos de sondeo, ?fantasmas? y de las encuestas consiguientes. Esta ¨²ltima consecuencia, en opini¨®n de quienes critican la ley, destruye el argumento fundamental expuesto por la mayor¨ªa gubernamental para justificarla: la ?manipulaci¨®n? de los electores; los sondeos falsos podr¨ªan ?manejar? a los Ciudadanos en el sentido que favorezca a cada tendencia u hombre pol¨ªticos.

?En resumen -escrib¨ªa un comentarista independiente-, si se condenan los sondeos por la influencia nefasta que ejercen en el elector, hay que suspender, por la misma raz¨®n, los debates televisados, la informaci¨®n pol¨ªtica de la campa?a electoral, que nunca es neutra. Pero; precisamente, es el conjunto de todas estas "influencias" contrarias quien crea las condiciones de la democracia.?