Revitalizaci¨®n gallega
Tras un silencio altamente significativo, he aqu¨ª, recuperada para gloria de las letras gallegas, la siempre comedida, as¨ª como profunda voz de Cu?a Nov¨¢s, revitalizador de toda una generaci¨®n galaica. Viene con tono vaginal de tierra desmadrada, con halo de oraci¨®n lunar. Este poema dista veinticinco a?os de su primer y hasta el momento ¨²nico libro, Fabulario novo (1952), suficiente para situarle entre las antorchas de la poes¨ªa gallega.Asomado al balc¨®n del L¨¦rez, en su Pontevedra natal, el poeta recibe a sus amigos, comenta y anima a los j¨®venes, pero apenas nos habla de su obra. No parec¨ªa muy ilusionado en los ¨²ltimos tiempos. Tal vez las aguas del r¨ªo, deslucidas por la contaminaci¨®n, da?aban la imagen fresca de los bardos otrora voladores en sus ojos inquietos.
M
Cu?a Nov¨¢s:Canto e fuga da irmandade sobor da terra e da morte. Pontevedra, 1977.
Pausado, r¨ªtmicamente ritual, su canto anuncia la supervivencia de la hermandad sobre la agon¨ªa del lenguaje y su significado m¨¢s profundo: la esencia de un pueblo. No pod¨ªa ser de otro modo. Quien hizo de la palabra tema de meditaci¨®n y ruta de conocimiento se duele ahora, en 75 versos, del lamentable estado de su comunidad l¨ªng¨¹¨ªstica. Al plural morfol¨®gico -nembramos, arelamos, agoiramos, etc¨¦tera- une un contenido sem¨¢ntico -irmandade-, social -xogan orfos os nenos (1)- y el colectivo que bajo nombre propio se oculta: Breog¨¢n. A su problem¨¢tica de otro tiempo, constante presencia de la muerte, ansia de ser y anular la nada, a?ade en esta composici¨®n el sentir colectivo.
Canto efiga da irmandade sobor da terra e da morte es un himno en el que palpita el dolor de los or¨ªgenes, la tiniebla del presente, el parad¨®jico estar en el mundo como ?una ausencia doliendo en el recuerdo? y la progresiva anulaci¨®n de la ra¨ªz comunitaria. Sobre las fuerzas negativas act¨²an, no obstante, g¨¦rmenes redentores. Partiendo de un verso de Ux¨ªo Novoneira -A morte non ¨¦ certo-, repite, en recurrencia, el mismo sintagma predicativo respecto de la tierra. Sobre una y otra se impone el l¨ªrico pan del sentir solidario: ?deica os tempos vindeiros s¨® a irmandade perdura? (2). Y con ella, la lengua. Aunque no de forma expl¨ªcita, en la g¨¦nesis del poema Cu?a Nov¨¢s anuncia con su lenguaje preciso que aqu¨ª forja el hombre su estancia. El ritmo, de quietud aparente funde sintaxis y sem¨¢ntica en pro de la conexi¨®n l¨ªr¨ªca. El acento, plural, impone su norma a la sucesi¨®n l¨®gica del lenguaje. Est¨¢n presentes, tambi¨¦n, leves notas,surrealistas, propias de su estilo y altavoces de un inconsciente aletargado, pero todav¨ªa palpitante. Asimismo, un m¨¢gico eco de los ritmos tribales.
(1) Hu¨¦rfanos juegan los ni?os.
(2) De aqu¨ª a los tiempos venideros s¨®lo la hermandad perdura.
Babelia
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