Las municipales

El personal se est¨¢ preparando para las municipales, para las elecciones municipales, como para la guerra civil, porque las municipales van a ser una guerra civil en buen plan, un cuerpo a cuerpo del pueblo ped¨¢neo con el alcalde franquista, una bayoneta calada de la democracia.-Las municipales las tenemos chupadas -me dicen los rojos.

Carlos Luis Alvarez,joven maestro, se define y me define como marxista proustiano. A fuer de marxista espero que las municipales las gane la izquierda, y a fuer de proustiano me gustar¨ªa hacer un canto al tiempo perdido con los alcaldes del partido ¨²nico, a los que el Movimiento meti¨® una camisa azul debajo de la pana cacique.

-Usted siempre tan parad¨®jico, don Francisco -dice el parado.

Las municipales, en Espa?a, siempre son m¨¢s significativas y m¨¢s encarnizadas que las generales, porque votar a Esteruelas es una abstracci¨®n gaseosa que no conduce a nada y que el pueblo no entiende, pero votar contra el alcalde, el jefe local, el cacique y el boticario ultra (aunque hay muchos boticarios progresistas), eso ya es la realidad de la verdad de la vida.

-Por unas municipales vino la Rep¨²blica -dice el parado-. Y vino don Cristino Martos.

Yo no he querido sacar nunca al parado de su mitificaci¨®n confusa sobre don Cristino Martos, la plaza madrile?a donde antes se reun¨ªan los parados a cobrar un seguro miserable, plaza que est¨¢, por iron¨ªas del urbanismo, al costado ilustre del palacio de Liria, que tambi¨¦n es un reducto de parados, o cuando menos de ociosos. Pero, como bien sabe mi querido y admirado amigo el arquitecto Miguel Fisac, el urbanismo de Madrid es siempre ir¨®nico.

Los parados de cada pueblo de Espa?a son los que van a ganar las municipales votando contra el se?orito ecuestre (los se?oritos siempre son ecuestres aunque vayan a pie, como los dictadores) y contra el padre del se?orito ecuestre, que son quienes les tienen en paro por reservar las tierras para coto de caza, para jard¨ªn umbr¨ªo o para que venga Ford a poner un Almusafes.

Las municipales. dice que las van a poner para primeros de a?o, o sea que el 18 de julio va a caer esta vez por enero, y el catorce de abril, tambi¨¦n, lo cual, que no digo yo que esto vaya a ser la crisis del Estado, ni cristo que lo fund¨®, pero s¨ª que en las municipales va a haber tela, que me lo ha dicho mi dentista, el doctor Pacios, que es un manitas y un genio de la cosa, mientras me revisaba la dentadura perlina:

-Me apost¨¦ con los amiguetes una cena a que Alianza no sacaba m¨¢s del diez, y he cenado como un dios.

Eso es. A pesar de lo cual, todos los derrotados, de Fraga a Ruiz-Gim¨¦nez, insisten en seguir salvando la patria y en que Espa?a es lo ¨²nico importante. Lo que pasa es que a Espa?a no le importan ellos mayormente. O sea que las municipales van a ser la muerte del cisne del SEU, que ahora se ba?a en los estanques de la Moncloa mientras Su¨¢rez recita con Baudelaire unos versos que le ense?¨® Juanito Van-Halen (por cierto, que hay que hacerle algo a ese chico):

-Yo soy como el monarca de un lluvioso pa¨ªs...

Para el carro, macho, que aunque andes entre cisnes, el monarca es otro, el pa¨ªs no es lluvioso, por culpa de Icona, y tampoco eres Baudelaire, que para flor del mal te sobra perfume brut.

Dice el parado:

-Y por qu¨¦ se le caen tanto las gafas a don Mart¨ªn Villa? Eso se arregla apretando un poco las patillas con agua caliente. P¨®ngalo usted en el mass-media, que, a lo mejor, don Mart¨ªn Villa lo ve y nos lo agradece.

Ya est¨¢ puesto. Las municipales van a ser el dos de mayo, el catorce de abril, el dieciocho de julio, la toma del Palacio de Invierno y la quema definitiva del franquismo rural en la espl¨¦ndida y ¨¢spera Espa?a. Porque el espa?ol es de pueblo y quiz¨¢ no sabe qu¨¦ es la reforma administrativa, pero sabe que el se?or alcalde de Franco era y es un borde.