Cine de verano
Aunque tarde, ya el verano amenaza. No s¨®lo con el primer calor, sino en el term¨®metro infalible de la cartelera de espect¨¢culos. Este verano raro que no se sabe si llegar¨¢, con sus d¨ªas templados y sus fines de semana desiertos, viene a tener, su r¨¦plica en los filmes que ya empiezan a acompa?arle, como todos los a?os, pero que en ¨¦ste y como la misma estaci¨®n, tampoco se deciden por lo claramente comercial o por un cine de mayor empe?o.Tal podr¨ªa decirse de Alma perdida, de Dino Risi, comedia que del humor negro al relato truculento no parece decidirse por ninguno de ambos estilos, ofreci¨¦ndonos en cambio, una historia que pocas veces consigue interesarnos.
Si en el relato original se apuntaban valores originales, como la fijaci¨®n de su protagonista en un tiempo al que se negaba a renunciar, su refugio en una doble vida a lo doctor Jekyll y mister Hyde, Risi como autor del gui¨®n y realizador, ha cargado el acento en detalles m¨¢s bien secundarios, como la sorpresa, el ambiente y el posible drama que al final se revelan insuficientes.
AIma-perdida
Direcci¨®n, Dino Risi. Gui¨®n, Bernardino Zappni Dino Risi. S5g¨²n la novela de Giovanni Arpino. Fotograf¨ªa, Tonino Delli. Int¨¦rpretes: Vitiorio Gassm¨¢n, Catherine Deneuve, Danilo Mattei. Local de estreno: Gran V¨ªa y Fuencarral. Italia. Dram¨¢tica. 1976.
Del pretendido suspense que da poco porque el filme, visto desde al lado ir¨®nico en toda su primera parte, no lo permite y tiende, por el contrario, a la clave de humor en que brillara un d¨ªa Ars¨¦nico y encaje antiguo y tanta otras historias filmadas a su imagen y semejanza. El ambiente tampoco supone gran novedad, a pesar de lo cuidado que aparece o precisamente por ello, ayudado por una excelente fotograf¨ªa y por el inolvidable paisaje de Venecia
Se dir¨ªa que la pareja estelar y Risi hubieran decidido divertirse con la complicidad del p¨²blico, al que dedica su interpretaci¨®n altisonante Gassman, que en todo momento recuerda sus buenos o malos m dos teatrales. Incluso Catherin Deneuve, a fuerza de jugar a mu?eca sometida, parece entrar en el mismo juego por encima del papel que le ha tocado en suerte de sus vestidos infantiles y su triste sobrino.
Vista as¨ª desde el lado del humor, la primera mitad, con su loco encerrado ense?ando la lengua a la mirilla, la anciana criada mostrando, a su vez, las piernas y el humor desabrido de los venecianos, la pel¨ªcula, aun pecando deemasiado discursiva se soporta. Lo malo es cuando, como en todos los filmes de este tipo, la historia trata de justificarse. Entoces toda la an¨¦cdota pierde piey lo absurdo toda su gracia e incluso buenos actores como Gasman tienen que recurrir a sus recursos mejores para no caer en el rid¨ªculo, cosa que no siempre consiguen. Y es l¨¢stima, porque la historia en s¨ª, planteada en el humor claro y decidido, blanco o negro, hubiera estado bien, con sus toques ir¨®nicos y sus rid¨ªculas notaciones culturales de tambie te y personajes. Tampoco hubiera estado mal. aunque se apartara m¨¢s del recto camino hacia taquilla -camino favorito, al parecer, de Risi en sus ¨²ltima pel¨ªculas-, interpretar la historia ta como se escribi¨®, mas ni lo uno ni lo otro se ha intentado o tal vez por buscar conjugar ambos estilos uno con otro han acabado destruy¨¦ndose, anulando los valore, del relato y del filme que de este modo naufraga.
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