Genio y mansedumbre de los toros navarros de C¨¦sar Moreno
El trap¨ªo ha empezado a bajar en esta segunda parte de la feria, pero no es como para rasgarse las vestiduras pues la corrida de C¨¦sar Moreno sali¨® seria, en general. Segundo y tercero menos aparentes, incluso chico este ¨²ltimo, pero ten¨ªan la edad, no solo en el guarismo del brazuelo, sino en la cara y en el comportamiento (que es donde importa), mientras los cuatro restantes pose¨ªan el cuajo y la seriedad que son exigibles en corridas de toros. Tampoco hay que pedir m¨¢s, aunque si lo dan -como en la miurada del viernes- siempre ser¨¢ de agradecer.En definitiva, el espect¨¢culo no ven¨ªa planteado sobre la comodidad excesiva, como tem¨ªamos, y encima ¨¦l comportamiento de las reses, dentro de una l¨ªnea de mansedumbre incuestionable, ha sido variado y en ciertas ocasiones interesante, por cuanto hab¨ªa una base de genio que les hac¨ªa pelear, hasta irse arriba en el ¨²ltimo tercio
Plaza de Pamplona
Sexta corrida de feria (lunes). Toros de C¨¦sar Moreno desiguales de presentaci¨®n, serios, cuatro con trap¨ªo; mansos y con genio; primero, dif¨ªcil; manejable el segundo; con problemas pero toreables tercero y cuarto; sin peligro -tambi¨¦n sin fijeza- el quinto; lo mismo el sexto, aunque con menos recorrido.Paquirri: estocada (bronca). Estocada ca¨ªda (palmas y pitos). Antonio Jos¨¦ Gal¨¢n: media perpendicular y ca¨ªda (oreja). Media estocada baja y descabello (oreja). Jos¨¦ Luis Galloso: pinchazo baj¨ªsimo y bajonazo (silencio). Pinchazo y bajonazo descarado (pitos).
Un Paquirri, al que vimos tan puesto, tan poderoso, en la pasada feria de Sevilla, no ha podido con estos toros. Al gazap¨®n primero lo traste¨® con brevedad, mientras en el cuarto estuvo a punto de hacer el rid¨ªculo. Empez¨® con dos buenas largas cambiadas a porta gayola y luego cogi¨® las banderillas, a lo que estaba casi obligado, pues no lo hizo en el primero y la gente le abronc¨® a modo. Pero el toro, un casta?o bien puesto que hab¨ªa manseado en varas, le peg¨® tres arrancadas de aupa, las cuales libr¨® con apuros clavando precipitadamente. En el ¨²ltimo tercio, el toro, de mucho genio, le gan¨® la partida al torero, hasta que se desentendi¨® del enga?o y lleg¨® su mansedumbre al abrigo de la barrera de sol. Paquirri le dej¨® ir, quiz¨¢ por aquello de que ?enemigo puente de plata? y cuando reemprendi¨® la faena tuvo que hacerlo macheteando a la defensiva.
Algo parecido ocurri¨® con el tercero, que tuvo una embestida noble la cual no supo aprovechar -en realidad dominar- Jos¨¦ Luis Galloso. Y se le fue arriba tambi¨¦n la fiera, que le desarm¨®, y le dio guerra. En el sexto, que no ten¨ªa fijeza, opt¨® Galloso por ali?ar, despu¨¦s de unos conatos de toreo al natural y al derechazo.
La tarde era para toreros con maestr¨ªa o para listos. Y si bien no hubo maestros, listos s¨ª, que m¨¢s listo que nadie es Antonio Jos¨¦ Gal¨¢n. Y si me apuran, hasta maestro tambi¨¦n, pero no en tauromaquia, sino en relaciones p¨²blicas; en conectar con los espectadores, no se sabe bien si uno a uno o en masa, y ponerles chirivitas en los Ojos. Al p¨²blico de ayer en Pamplona, m¨¢s a las pe?as, se les llenaron los ojos de chirivitas con las dos faenas de Gal¨¢n, que estaba claro no eran faena ni nada, sino una tira de pases sin objeto y sin medida, pero seguidos y alborotados para que diera sensaci¨®n de que aquello era el no-va-m¨¢s. Una de esas faenas fue a un torete manejable; la otra a un toraco colorao, cornal¨®n y distraido. Y las dos parecieron la misma; porque cuando en vez de torear se curra, la calidad de la embestida no es demasiado importante. Ya hablaremos de esto.
Pero lo positivo es que Gal¨¢n est¨¢ colocado para triunfador de la feria. Lo dec¨ªa la mocina: ?i Como Gal¨¢n no hay ninguno!?. ?Y qu¨¦ verdad es esa! Los taurinos, suponemos, se dar¨ªan con el codo, gui?¨¢ndose el ojo, para susurrarse que un torero de semejante tir¨®n se forrar¨¢ donde vaya, mientras los del arte lo m¨¢s seguro ser¨¢ que anden caminos. El taurinismo de esta ¨¦poca es as¨ª de enterao y sentencioso. ?Simp¨¢ticos taurinos! Me viene ahora, a la memoria Juan Mart¨ªnez, el ?hombre fuerte? de la empresa de Madrid. Tambi¨¦n est¨¢ enterao. Por ejemplo, le telefoneas para pedirle una, informaci¨®n cualquiera y al d¨ªa siguiente lo sabe media Espa?a. Lo que ignora Juan Mart¨ªnez es que el que telefone¨® se entera tambi¨¦n de todo, incluso de lo que larga y de las versiones que da en su preg¨®n. Hay otros que est¨¢n quemados por esa sugerencia que hicimos el domingo de que se Investigue por qu¨¦ no tienen fuerza los toros, si fuera preciso mediante la v¨ªa policial. Y largan tambi¨¦n. Bueno, pues a ver quien se cansa antes.
En la corrida de ma?ana, octava de la feria de Pamplona, se da como seguro que D¨¢maso Gonz¨¢lez sustituir¨¢ a Paco Alcalde, el cual se encuentra herido. Alcalde ten¨ªa contratadas dos actuaciones en la feria, la primera de las cuales era ayer y tore¨® en su lugar Jos¨¦ Luis Galloso. Seg¨²n fuentes inmejorables, el domingo estaba previsto que la primera sustituci¨®n de Alcalde la hiciera Roberto, Dom¨ªnguez, pero parece ser que con posterioridad se adopt¨® el criterio de dar una nueva actuaci¨®n a algunos de los toreros triunfadores que han venido a Pamplona contratados para una sola tarde. Como M¨¢rquez, Robles y Frascuelo no consiguieron cortar oreja el domingo, perdieron esta oportunidad.
Babelia
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