La nueva ley de Reforma Agraria, a debate en el Parlamento portugues
El Parlamento portugu¨¦s ha comenzado la discusi¨®n de la nueva legislaci¨®n sobre la reforma agraria, preparada por el Gobierno de Mario Soares. El ?proyecto Barreto?, del nombre del ministro encargado de la Agricultura, revisa la ley revolucionaria de 1975, por la que m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas fueron confiscadas a sus propietarios en el Alemtejo, sur de Portugal.El Partido Comunista, por boca de su secretario general, Alvaro Cunhal, ha anunciado que se opondr¨¢ a la revisi¨®n, ?que significa volver al viejo sistema de los terratenientes?. El PC recurrir¨¢ g las negociaciones con el Gobierno, y a las manifestaciones de masas para evitar que el proyecto siga adelante. La nueva ley debe ser votada en la Asamblea Nacional el pr¨®ximo 13 de julio. Tema ?caliente? de la problem¨¢tica pol¨ªtica actual, y m¨¢s particularmente de las relaciones, entre comunistas y socialistas, la nueva ley ha sido vehementemente condenada adem¨¢s de por los comunistas por los sindicatos de trabajadores rurales inspirados por el PCP.
En el proyecto elaborado por el Gobierno Soares -que niega toda responsabilidad en la anterior ley de Reforma Agraria de 1975- el derecho de reserva que ven¨ªa anteriormente reconocido a los propietarios es considerablemente ampliado. Por razones de ?viabilidad econ¨®mica? aumenta el l¨ªmite de dicha reserva o superficie m¨ªnima no expropiable.
Como tambi¨¦n se excluyen las mejoras introducidas en las tierras por sus, propietarios actuales, buena parte de las tierras ya ocupadas, o inclusive nacionalizadas, deber¨¢n ser devueltas a sus antiguos propietarios con la ¨²nica contrapartida de comprometerse a trabajarlas directamente durante un m¨ªnimo de diez a?os, y ¨¢ no enajenarlas sin autorizaci¨®n del Estado.
El aparato administrativo, ya de por s¨ª lento y poco eficaz, va a tener dificultades en controlar una operaci¨®n que no satisface ninguna de las dos partes en litgio: los sindicatos y las asociaciones de propietarios. Para ¨¦stos, el hecho de que el Estado siga propietario de las tierras nacionalizadas, cedidas en explotaci¨®n a t¨ªtulo oneroso, es un ?principio marxista?, que ofende el derecho de propiedad e iniciativa privada.
El segund punto clave de la nueva ley es el de los arrendamientos.
El contrato por escrito y el pago en dinero dejar¨¢n de ser obligatorios para las explotaciones de menos de dos hect¨¢reas, es decir, para la inmensa mayor¨ªa de los peque?os ?rendeiros? del norte y centro de Portugal.
En cuanto a las indemnizaciones, son, una vez m¨¢s, aplazadas hasta la publicaci¨®n de una legislaci¨®n espec¨ªfca. Cuando se sabe que los centristas y los socialdem¨®cratas han hecho del tema de las indemnizaciones el test de la ?buena voluntad? de los socialistas en materia agr¨ªcola, es de esperar que la ley que ha comenzado a discutirse no levante m¨¢s entusiasmo en este sector de la oposici¨®n que entre la izquierda.
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