El abrecoches
Iba yo a comprar el pan y me encontr¨¦ con el abrecoches, que estaba leyendo en el Financial Times lo de la reforma Fiscal espa?ola.-Esto no se lo creen ni ellos, jefe.
As¨ª como al parado se le ve m¨¢s preocupado por lo que ha dicho el se?or Fuentes Quintana sobre el problema del paro, el abrecoches, que entre sus tres carreras abandonadas tiene la de Econ¨®micas, y que, adem¨¢s, r¨¦cibe puntualmente el Financial Times envolviendo una sopa vieja o unos zuecos, parece m¨¢s preocupado por la cosa econ¨®mica, o sea la reforma fiscal.
-El d¨ªa que hagan la reforma fiscal -me dice-, acaban con el lumpemproletariat, y hay que tener en cuenta que el lumpemproletariat somos la reserva imaginativa de occidente, los marginales, los irracionalistas, los no integrados en el sindicalismo fascista de Garc¨ªa Carr¨¦s ni en el sindicalismo siberiano de Camacho.
La tesis del abrecoches es que, cuando en Espa?a los ricos sean menos ricos, desaparecer¨¢ la voluta suntuaria de la propina, que es una especie de viruta financiera y manchesteriana, desaparecer¨¢n los abrecoches y toda suerte de par¨¢sitos y marginales, gentes imaginativas con tiempo para pensar en un mundo mejor.
-Media Espa?a vive de la propina, jefe, y ahora los ricos dan propina porque no pagan impuestos, pero cuando paguen impuestos no dar¨¢n propina. Es natural: propina o impuestos. No se les puede exigir todo. Los impuestos van al Tesoro y la propina me viene a m¨ª, de modo que la opci¨®n es clara.
En estos p¨¢rrafos est¨¢bamos cuando pas¨® una manifestaci¨®n de partidos de extrema izquierda reci¨¦n legalizados. Los del PTE llevan banderas rojas, corean cosas y son todos muy jovencitos. La historia cruza ante nosotros con pantal¨®n vaquero.
-Fan¨¢ticos -dice el abrecoches-. Ingenuos y fan¨¢ticos. Esos ni siquiera se conforman con la reforma fiscal. Esos pedir¨¢n el control de los medios de producci¨®n. Y cuando los medio de producci¨®n sean suyos, a ver qui¨¦n le da la propina. Porque no se van a dar propina a s¨ª mismos.
-Dice Lenin -arguy¨®- que la propina humilla al que la da y al que la recibe.
-Nada. Se ve que Lenin nunca hab¨ªa dado una propina. La propina es la ¨²nica transacci¨®n econ¨®mica entre el rico y el pobre. Fuera de la propina, todo lo dem¨¢s es explotaci¨®n y plusval¨ªa.
El abrecoches trae hoy gorra de visera de la Mala Real Inglesa, un zueco de alternanta, flores en la muleta, camisa de cubanito de Miami, gardenia en el ojal y maillot amarillo de campe¨®n del Tour.
-Explotaci¨®n y plusval¨ªa... -mascullo.
-S¨ª, jefe. Adem¨¢s que, ahora que estamos en plan de respetar las autonom¨ªas, los fueros y las nacionalidades, hay que respetar los fueros del rico espa?ol, las peculiaridades de una clase, y el rico espa?ol ha evacuado siempre sus problemas de conciencia financiera mediante las limosnas, la caridad, los rastrillos, los roperos y el cepillo de las ¨¢nimas. La limosna y la propina son los medios naturales de justa distribuci¨®n de la riqueza que goza la sociedad espa?ola y cumple la alta burgues¨ªa. Eso del impuesto progresivo es una cosa extranjerizante que adem¨¢s requiere hacer muchos n¨²meros.
-Pues, a pesar de todo, Camu?as dice que le han dicho que dice Fuentes Quintana que diga van a hacer la reforma fiscal.
-Bueno, jefe, eso lo tienen que decir para mantener un poco a raya al se?or Oliart, que esto es como el Lejano Oeste, a ver qui¨¦n saca primero. Yo he estado muchos a?os abriendo coches a la puerta del Hispano y me conozco al se?or Oliart. Le prometo, jefe, que con ese se?or en el Gobierno no se hace la reforma fiscal, porque la reforma fiscal es una abstracci¨®n y el Hispano es una realidad arquitect¨®nica nacional, como la catedral de Burgos o la Dama de Elche.
Pienso que, si en el pa¨ªs funcionase la igualdad de oportunidades, el que ten¨ªa que estar de columnista en este peri¨®dico es el abrecoches.
-La propina y la limosna, jefe. El diezmo y la primicia. Son las formas naturales de participaci¨®n en la riqueza que nos ha brindado siempre el rico espa?ol. El impuesto progresivo es una cosa extranjerizante que asusta al capital y un dinero que nunca llega al pobre. Sobre todo, porque la reforma fiscal no la van a hacer nunca, y a m¨ª, de propinas, me caen unas chapas todos los d¨ªas, jefe.
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