La situaci¨®n econ¨®mica espa?ola preocupa a Washington
La Administraci¨®n Carter se siente muy optimista por el triunfo de Adolfo Su¨¢rez en las elecciones legislativas de junio, pero tambi¨¦n preocupada por la precaria situaci¨®n econ¨®mica por la que atraviesa Espa?a, seg¨²n manifestaron altos funcionarios norteamericanos al diario New York Times
La preocupaci¨®n del Gobierno estadounidense se extiende a la mayor parte de los pa¨ªses europeos, que se considera est¨¢n sufriendo un ?deterioro pol¨ªtico y econ¨®mico?. Estos problemas estar¨¢n presentes en las conversaciones que mantiene Jimmy Carter con el canciller de Alemania Federal, Helmut Schmidt, y en las que celebrar¨¢ a finales de este mes con e primer ministro italiano, Giulio Andreotti.Seg¨²n las declaraciones hecha al Times por los altos funcionarios que no fueron identificados, en Washington se piensa que la mayor¨ªa de los Gobiernos europeos son d¨¦biles, que los ciudadanos de esos pa¨ªses est¨¢n insatisfechos que las ¨¦lites de esas sociedades tienen miedo al futuro.
El auge de los partidos comunistas de Europa occidental y el fen¨®meno del ?eurocomunismo?, contin¨²a el diario, han creado sentimientos contrapuestos en la Administraci¨®n Carter: de un lado se deplora p¨²blicamente cualquier acceso al poder de un partido comunista, pero por otro algunos funcionarios reconocen en privado que, a largo plazo, la evoluci¨®n de los partidos comunistas m¨¢s democr¨¢ticos e independientes, como el espa?ol, puede no ser negativa. La participaci¨®n de estos partidos en elecciones libres podr¨ªa tener una gran influencia en la erosi¨®n de la presencia sovi¨¦tica en Europa del Este y en el propio Partido Comunista de la URSS.
Otro pa¨ªs que motiva serias preocupaciones en Washington es Portugal. Aunque se aplaudi¨® el triunfo democr¨¢tico, la econom¨ªa lusa no muestra signos de mejor¨ªa, pese a las transfusiones de ayuda econ¨®mica occidental. Con un Partido Comunista pro sovi¨¦tico y un pasado de dictadura derechista, los funcionarios norteamericarnos se sienten preocupados sobre el futuro de la democracia si falla el aspecto econ¨®mico.
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